La historia del cine está llena de relatos de perdedores, de ahí, que se corra el peligro de contar una y otra vez lo mismo, sobre todo, cuando son historias que nos llegan desde el otro lado del Atlántico y nos hablan del fracaso en el manido sueño americano. Pero El luchador sale victorioso de esa batalla, pues está contada de una forma sencilla y directa, sin más artificio que el de la verdad. Una verdad descarnada, y a veces sangrienta, de una persona que ha pasado de serlo todo a caer en el más profundo de los ostracismos, salvo cuando va a pelear a un gimnasio de instituto, y los frikis que asisten a tales espectáculos le adulan y le recuerdan lo bueno que ha sido.
Un futuro sin esperanza, y ese necesidad de ser querido y de iniciar una nueva vida fuera del cuadrilátero, nos mostrarán el lado humano que toda persona tiene y que un luchador profesional también posee, lo que nos amplía el perfil del personaje y le hacen más auténtico, y sobre todo, más cercano.
El luchador nos presenta a un Mickey Rourke inmenso, quizá en el mejor papel de su carrera, aunque no se puede pasar por el alto el grado de similitud entre él y el personaje que representa en lo personal, pues Rourke también renace de sus cenizas con esta interpretación, y de momento, con mejor suerte que Ram.
La película que ha sido reconocida en multitud de festivales, y es totalmente recomendable, con la única objeción, en cuanto a las escenas donde salen los típicos borbotones de sangre, para aquellos que tengan ciertos reparos en cuanto a la carnaza. No obstante, bajo mi punto de vista El Luchador es algo más, y nos muestra el retrato humano de una persona que la sociedad ensalza en un momento dado, y que cuando ya no le sirve, la abandona.
3 comentarios:
Ángel, un placer visitar tu blog. Pondré el enlace en mi lista de blogs.
Un abrazo
Yose
Me enamoré de Mickey Rourke en 9 semanas y media. me encantó ese personaje dual, tan ordenado y tan bohemio, tan racional y tan sentimental, pero muy vulnerable. Reaccionó muy tarde.... ¡qué pena! pasa muy a menudo.
The Wrestler, además de su magnífica interpretación nos devuelve a la cruda de la realidad de que si nos apoyamos demasiado en los demás pueden dejarnos en la cuneta, pero hay que agarrarse a lo que somos a lo que nos ha hecho vibrar y ser nosotros mismos antes de que apareciera nadie en el camino.
Me uno a las felicitaciones. Debería haberse llevado el oscar.
Los personajes derrotados abarrotan las filmotecas de todo el mundo, pero en este caso en concreto, a parte de la excelente interpretación de Rourke, es la forma en la que está filmada la historia, más próxima al cine independiente que al comercial, con una luz y un guión de imágenes que la hacen más auténtica.
Tienes razón, deberían haberle dado el Óscar.
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