ÁNGEL SILVELO GANA EL PRIMER PREMIO DEL II CERTAMEN LITERARIO UNED DE CARTAGENA 2010

Pues eso, que me acaban de llamar para informarme que he sido el afortunado ganador del II Certamen Literario Uned-Cartagena de este año en el apartado de narración corta, con el cuento titulado Empotrada en el infierno, que relata las peripecias de una periodista española que va a entrevistar a una oficial militar norteamericana en una base en Kabul, y cómo la periodista que cree que va a comerse el mundo en los cuatro días que esté allí, va sufriendo un repentino e inesperado cambio a medida que conoce mejor a la oficial norteamericana, lo que le obliga replantearse muchas cosas.

Más información a aprtir de mañana en la página: http://www.unedcartagena.net/.

Os cuelgo el inicio del cuento:

Estoy empotrada en el infierno. A medio camino entre el desierto y las inmensas montañas que circundan la cordillera del Indu Kush. En un lugar que no entiende de leyes, y donde las reglas las marcan Alá y el Corán. Me reconforto escuchando el sonido del viento, quiero pensar que su susurro me trae tus palabras, esas que articulas a media voz cuando me dices que me quieres antes de que nos acoja el sueño. Tu recuerdo, y el placer de una ducha al final de la jornada, me hacen olvidar el lugar en el que me encuentro, una base del ejército estadounidense en Panshir. Sin embargo, nadie me creería si le dijese que de todas las intensas emociones que he vivido hoy, la que más me ha impactado es la que acabo de tener hace cinco minutos en las duchas para mujeres de la base. Yo la miraba con disimulo, como una niña pequeña que desconoce aquello que ve. Admiraba su belleza, sin perder un ápice de sus movimientos. Ily, atesora una silueta atlética plagada de grandes dosis de erotismo. Enseguida me doy cuenta que está acostumbrada a mostrar su desnudez delante de otras personas. Una desnudez bella y fibrosa a la vez. Siento envidia de la naturalidad con la que se desenvuelve delante de mí, una chica que sólo se ha expuesto así delante de sus novios, pero en contextos totalmente diferentes. Estoy turbada ante la contemplación de tanta belleza, sin duda, una obra de arte en movimiento o una perfomance sin barreras...