Chorros dorados de música electrónica nos sumergen en una envolvente sensación de bienestar a medio camino entre lo mágico y lo celestial.
Bajo la sensual voz de la diosa Penélope Trappes, encarnada en musa de la dicción acústica electro pop del momento, y con la ayuda de Stephen Hindman mezclando sonidos imposibles, The Golden Filter nos reparte ritmos y sensaciones cercanos a Goldfrapp en unos casos, y hedonismo (del que le sobra a Pet Shop Boys) repartido a una cadencia a veces frenética. Lo que nos da como resultado, un primer trabajo contundente en sonido y producción, y una sensación de aire fresco matinal de querer apoderarse del espectro musical cercano a las pistas de baile, con la sutil diferencia con respecto a la mayoría de los grupos actuales, de envolvernos en escenarios donde es posible emborracharse de danzas a medo tempo, como es por ejemplo su tema The Underdogs, cuya suavidad te acaricia esa parte del alma que rara veces te llegan a tocar por distinta y original.
Estos pseudoneoyorkinos en busca de nuevas oportunidades, han sabido darse una gran chance con temas como Solid Gold (su primer single), Hide Me o ese temazo que es Thunderbird, todos ellos servidos como un inteligente adelanto de un sorprendente y elaborado primer CD.
The Golden Filter, van a pasar a formar parte sin duda, de esa discoteca necesaria en los momentos que uno necesita recargarse las pilas, de un buen número de nuevos correligionarios que se van a adherir a ese gran filtro dorado envuelto bajo el nombre de Voluspa, como referencia al gran poema épico de la literatura noruega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario