domingo, 21 de agosto de 2011

EL INFINITO VASO DE AGUA



La tormenta nos mojó los libros, pero no las ganas de leer. Para tratar de esquivarla, nos refugiamos en un infinito vaso de agua, que a modo de húmeda tormenta, eliminó nuestra necesidad de conjugar: sol, lectura y chapuzón.






Microrrelato de Ángel Silvelo Gabriel

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