La desnudez presente en las tres
canciones de este EP de Sandra Bernardo titulado Gardenia,
nos hace regresar a la esencia de las cosas importantes de la vida. La guitarra,
acunada por el alma de esta compositora madrileña, se cuela sin remisión por la
comisura de nuestros labios hasta lo más profundo de nuestras entrañas, sin
que, por ello, dejemos de disfrutar de la intensa luz de sus composiciones,
pues si algo caracteriza a las mismas, es ese toque sonoro de reflejos
luminosos de sus canciones. El caribe, el son, la cumbia, el folclore, el swing
y el duende, se fusionan en este caleidoscopio de sensaciones que es Gardenia.
Por momentos recordamos a los primeros Chambao, plagados de esa música
chill out de raíces andaluzas y de tierra caliente interpretadas y
reinterpretadas bajo el tamiz del poderoso universo de los sentidos.
Sensaciones atenuadas por ritmos tenues y sinuosos que te embelesan, poco a
poco, con la alevosía de las mezclas aderezadas del soul más oscuro y de los sentimientos
más profundos, por sensuales e hipnóticos, que atrapan a nuestro perfil más
soñador.
Lola se abre paso a ritmo de riff guitarrero sin miedo a expresar
en clave de cercanía la desnudez de una vez dulce, sensual, y cercana, que nos
lleva, cual bailarina de los sueños, al ritmo y la cadencia de un swing fresco
y dulce a la vez, donde la sencillez de la propuesta te deja sin más argumentos
que el deleite en los sonidos y ritmos propuestos. Fruta ahonda en esa textura o argamasa tropical y valiente de las
cosas sencillas y directas. Sones y ritmos que se vertebran en la profundidad
de la voz de Sandra, siempre cálida y presente en cada cambio de ritmo de
sus canciones. Dulce y provocadora de sensaciones cercanas a la necesidad de ir
en busca del horizonte, donde el sol, por lejano, se nos antoja tan imposible como
cierto, igual que la verdad que atesoran los temas de Sandra Bernardo. El pescador es una versión de una cumbia
popular colombiana, que siempre estará presente en nuestro subconsciente
colectivo. Susurros, leyendas y propuestas del más allá, que Sandra
atrapa en la versatilidad de su voz a la hora de descifrar nuevos límites a sus
cuerdas vocales, a las que solo les acompaña una guitarra tan pizpireta como su
voz, pues Sandra Bernardo y su EP, Gardenia, son una demostración de
sencillez, naturalidad y valentía.
Ángel Silvelo Gabriel.
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