lunes, 6 de noviembre de 2023

SECOND, HOMENAJE A SUS 25 AÑOS DE CARRERA (XIX): EL ANUNCIO DE SU SEPARACIÓN Y MI RELACIÓN CON EL GRUPO

 


Tras 25 años de carrera musical, el grupo murciano Second anuncia por sorpresa su separación. Un epílogo al que, eso sí, van a proporcionar un broche de oro en forma de gira y grabación en directo de su concierto en el Teatro Price de Madrid el próximo 28 de enero de 2023. Atrás queda su triunfo en el Concurso Internacional de Bandas GBOB en Londres, lo que les permitió hacer una gira por el Reino Unido y grabar su disco Pose (2003); un disco con canciones en inglés que desprendían la bruma de grandes bandas inglesas como The Cure. Atrás también queda aquella tarde de verano en la que en una vuelta de vacaciones, un servidor, al que José Ángel Frutos en su momento definió como «el “reseñista” oficial de la banda», escuchó por primera vez su gran hit, Rincón Exquisito. Pocos meses después tuve la fortuna —y sin apenas experiencia— de entrevistar al frontman de Second en las escaleras que llevan a los camerinos de la Sala El Sol de Madrid cuando vinieron a presentar a la capital su cuarto disco Fracciones de un segundo. En aquel improvisado lugar repasamos gustos musicales y literarios, así como los problemas que nunca entendí de distribución de sus discos y, por ende, de un mayor margen de popularidad que, sin duda, siempre han merecido. Second son y serán el claro ejemplo de que la calidad y las intenciones intrínsecas a una carrera artística no siempre van acompañadas del reconocimiento que se merecen, por mucho que el grupo haya crecido una barbaridad en los últimos años. En este sentido, uno siempre se quedará con la letra de su canción El eterno aspirante: «Viene la estación/ De los delfines,/ Danzan sin cuartel/ En superficie./ Voz subliminal/ Es el lenguaje tan suave/ Remite […] Lancemos fuegos de artificio,/ Pongamos antiguos vinilos./ Todo está bien,/ Todo está bien,/ Todo está bien», donde música y letra son el mejor ejemplo de lo que debe ser una gran canción pop. Un tema que, por cierto, sólo han tocado en directo y no han incluido en ninguno de sus discos, y que por ahora desconocemos si incluirán en el setlist de su gira de despedida. Second, es ese rara avis, que logras hacer tuyo como si fuese algo que llevas dentro sin haberte dado cuenta de ello hasta que por arte de magia sale a la luz y ya no puedes desprenderte de él. Sus canciones, son parte de la senda a través de la que te vas abriendo camino en tu día a día sin llegar a pensar nunca que un día tendrán un final. 

Atrás han quedado también sus actuaciones en la Sala Joy Eslava de Madrid, donde sus más fieles seguidores se hacían eco a nuestra llegada a los conciertos a la voz de: «ahí vienen los del Qué!», en referencia al periódico del grupo Vocento en el que más tarde se publicaría mi reseña del concierto. Como atrás quedan también las entrevistas realizadas al grupo y las pequeñas confidencias que uno tuvo con José Ángel Frutos antes de que ellos dieran el salto definitivo al escalón de los grandes grupos indies españoles (y uno se apartara de la música para darle todo su espacio a la literatura), una categoría desde la que han dictado magisterio para muchos de los grupos que vinieron después (véase por ejemplo Viva Suecia), y de la que éstos están dejando muestras en todas y cada una de las notas de despedida y agradecimiento que están llenando las redes sociales en estos momentos. Conciertos, en los que también fuimos testigos y cómplices del inicio de la carrera musical de Maryan Frutos y su grupo Kuve (una de las mejores voces femeninas del panorama pop español, como ya dije en su momento). A lo que debo añadir que de casta le viene al galgo, porque siempre he dicho que José Ángel Frutos, ahora Sean, ha sido, es, y será, una de las mejores voces del indie español (si no la mejor) y un frontman de primera línea sobre el escenario. Oficio, experiencia y virtudes que comparte junto a Jorge Guirao, Fran Guirao, Nando Robles, y hasta que estuvo con ellos, Javi Vox. 

Second, como he referido antes, es una de esas experiencias vitales que tienes la suerte de compartir y vivir a lo largo de tu vida, pues sus canciones tienen esa extraña virtud de la consistencia que acompaña a nuestros sueños año tras año. De ahí parten su gran legión de seguidores: vitales, enérgicos y, como no, soñadores, pues de la carrera musical de, Los Cinco de Murcia —ahora Cuatro—, se pueden extraer muchas cualidades, como por ejemplo, es su perfecta puesta en escena donde su sonido ha crecido y crece sin parar, pero también, les asiste esa esperanza que se ponen en las cosas que uno más quiere, pues uno de los aciertos de su carrera es que han sido capaces de hacer familia; una gran familia que les acompaña a lo largo de sus conciertos temporada tras temporada, y acompañará mucho tiempo después. En estos momentos, aún recuerdo un concierto que dieron las fiestas de un pueblo cercano a Madrid donde no había mucha gente, en el que la calidad del sonido de aquella tarde-noche será imposible de olvidar: relajados, contentos, cercanos y dispuestos a darlo todo. Es una pena que de ese gran concierto apenas quedarán notarios para transmitirlo, lo que sin embargo no fue óbice para que ellos demostraran una vez más su profesionalidad. Retos y contra-retos incluidos, Second, han sido y serán, dueños y señores de ese sonido envolvente, de clara influencia anglosajona que deviene en un sonido pop que siempre nos va a saber a gloria por la plenitud de reflejos con los que nos iluminan. Caras de felicidad que ahora, de momento, han devenido en tristes por su inesperada despedida. 

Tras su despedida nos quedarán sus canciones. Ese eco que de vez en cuando nos llegará desde nuestra cada día más maltrecha memoria y que, sin embargo, nos reconciliará con el tiempo y la vida. Con lo que una vez fuimos y ahora somos. Con esa partitura mil veces repetida y que nadie conoce porque sólo nos pertenece a nosotros y al mundo que nos hemos creado en torno a Los Cuatro de Murcia cuando escuchamos sus canciones o vemos sus vídeos. Tras su despedida también nos quedará recuperar los buenos momentos vividos, y las personas con las que los hemos compartido. Una lucha de gigantes contra el tiempo, sí, pero una lucha en la que siempre vencerán nuestros corazones; un lugar en el que siempre habrá un hueco para Second, que nunca fueron los segundos, sino que, siempre fueron y serán, los primeros.  

Ángel Silvelo Gabriel

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