Soy un reo que busca su absolución. Más que un deseo, es un sueño difícil de cumplir. He sido abandonado por un abogado incompetente. De esos que sólo piensan en entelequias como Europa y su nuevo Cuerpo de Abogados. ¿Para cuándo fijarán un nuevo señalamiento para mi caso? Voy camino de un seguro destierro, y tú todavía me preguntas por qué. Si mereció la pena salvar tu honor y acabar de una vez por todas con esa señal que llevabas dentro de ti y a la vista de los demás. Ya no hay cicatrices. Ya pasaron los tiempos de las afrentas. Ahora sólo me quedan el miedo y esa soledad que se apodera de mí cada vez que te recuerdo. Concédeme parte de tus poderes. Conviérteme en un mago capaz de cambiar un cubo en el que acabar encerrado por un leguleyo que sea capaz de devolverme a tu lado.
Microrrelato de Ángel Silvelo
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