lunes, 29 de noviembre de 2010

ÁNGEL SILVELO EN WWW.ESCRITORES.ORG


Desde que hace unos meses la magnífica web http://www.escritores.org/ abriera en su página un espacio para las colaboraciones de ámbito literario, he ido enviando algunas de las que ya he editado en mi blog, y para mi sorpresa, éstas siempre han tenido acogida en la misma, lo que debo decir que siempre me congratula y me anima a seguir enviándoles más. Pero con lo que no contaba, era que una de ellas fuera destacada en la portada de dicha sección, y eso ha ocurrido con la reseña que hice acerca de Ana María Matue y su reciente Premio Cervantes. Para acceder a ella sólo hay que cliquear en Leer Más y sale la reseña completa.


No puedo decir más que gracias a los responsables de esta página web, que por otra parte, es un necesario y magnífico punto de encuentro para todos aquellos que nos sentimos atraídos por el arte de la escritura. Escritores.org no nos proporciona sólo la información básica sobre concursos y cursos literarios, en ella también disponemos de información de primera mano sobre aquellas dudas que nos planteamos no sólo en cuanto a la escritura en sí, sino respecto a lo que viene después: agentes, editoriales, etc. Por eso, desde aquí os invito a entrar en ella.

viernes, 26 de noviembre de 2010

ÁNGEL SILVELO FINALISTA DEL III CONCURSO DE MICRORRELATOS ABOGADOS.ES DEL MES DE NOVIEMBRE


Lejos de traer aquí otra mini recompensa a los esfuerzos que uno lleva a cabo a la hora de afrontar una hoja en blanco. Esta vez quiero que este espacio me sirva de reflexión ante la dura realidad que supone no haber sido reconocido en ninguno de los múltiples concursos a los que me he presentado y que se han resuelto estos días. Uno confía en la templanza de su proyecto, pero a veces necesita de algún golpecito en la espalda. Algo falla y eso es lo que toca averiguar ahora. Aunque no se me ocurre otra cosa que seguir escribiendo. Todo es tan confuso, que cuando una vez más esta semana, he recibido los mayores elogios que un escritor puede tener por parte de sus lectores una vez leídas sus obras, de repente todo se difumina y se viene abajo por el ninguneo de todos aquellos que han leído estos días mis cuentos.

Sea como fuere, os dejo mi último micro, que creo tiene su miga, aunque una vez más no sea el que se lleve el gato al agua:

FALSO TESTIGO.
Después de veinte años de servicio como Juez, cinco de carrera y una vocación de por vida, mi profesión me sigue pareciendo un puente sobre aguas turbulentas. Hoy en el juzgado, el acusado se declara inocente, normal. El recurso del abogado defensor presenta un defecto de forma, normal. Mi presbicia apenas me deja ver las alegaciones de las partes y se comporta como un nublado delante de mis ojos, normal. Pero lo que no es normal, es que el testigo de cargo sea una calabaza, cuya única implicación en el caso, es su presencia en el lugar de los hechos por coincidir con la noche de halloween. Una imposición testifical que yo no apruebo y a lo que sorprendentemente se opone el fiscal, argumentando que tampoco es normal que yo aparezca en las vistas de mis compañeros disfrazado de Sherlock Holmes invocando justicia a sabiendas que soy un falso testigo.
Ángel Silvelo Gabriel

BRET EASTON ELLIS, SUITES IMPERIALES: SEGUNDAS PARTES NUNCA FUERON BUENAS


El titular de esta reseña puede resultar un tanto demoledor para abordar la última novela de Bret Easton Ellis, un gran escritor que mantiene intactas sus huellas de gran narrador también en Suites Imperiales. Esta segunda parte de Menos que cero, ya no nos taladra la cabeza al ritmo martilleante de New Order, porque ahora las letras de las canciones aparecen difuminadas, dejando paso a los títulos y sus referencias en forma de ecos sonoros, del mismo modo, que sus protagonistas veinticinco años después, aparecen perdidos entre la neblina de un ardiente sol que ya no provoca arcos iris de colores, sino un nihilismo vacuo y sin sentido que se encuentra teñido de un espeso color negro que ellos no ven.


Frases cortas que se fusionan mediante puntos y seguidos, dan una sensación de rapidez e inmediatez que en ocasiones producen hasta vértigo. Una sensación que lejos de ser dañina es extrañamente efectiva, y es en esta línea, donde el estilo narrativo de Ellis brilla con luz propia y lo hace a gran altura. Gran observador de su entorno y del eco del lenguaje de sus personajes, aborda sin ambages la destrucción del mundo que les rodea, y lo hace a través del monólogo interior y exterior de su protagonista, al que esta vez ha llamado Clay, y que es el perfecto retrato del carácter egoísta y desangelado de una persona que representa como nadie la dualidad existente entre realidad y ficción. En este caso, la profesión de guionista de Clay es el marco perfecto para dotar al personaje del don de la narración, y de paso, desarrollar una acción que entremezcla a la perfección el mundo real con el soñado, y es esa perenne e inquebrantable fuerza de voluntad por no renunciar a que lo que uno sueña se convierta en realidad, lo que mantiene en vilo a Clay durante toda la novela, pero lo hace de una forma cansina y a veces anodina.


Entonces ¿cuál es el error de esta historia de desencuentros y banalidades?, pues sin duda, ese punto en el que se resquebraja Suites Imperiales es en su trama, a pesar de contar con un inicio inmejorable a la vez intrigante y demoledor, pero que va perdiendo fuerza a medida que la historia avanza y se nos presenta como un rompecabezas que poco a poco se va componiendo, pero que no te atrapa, pues el fondo que mueve a sus personajes es demasiado quinceañero y poco creíble.


En el amplio período que abarca la novela (va de 1985 a 2010) han ocurrido muchas cosas, pero parece que los personajes cuarentones de Ellis no han aprendido la lección y se sumergen una y otra vez en las profundidades del miedo a los demás y a no estar a la altura de su ego. Una soledad que les permite ver y disfrutar de sus vidas desde una gigantesca campana de cristal, donde todos los sonidos buenos y malos de su existnecia se atenúan en medio de la bebida y las drogas. No en vano, Ellis a través de su protagonista Clay, los sentencia de una forma tan clara como demoledora en la siguiente frase: "nunca me ha gustado nadie y me da miedo la gente". Amén de las citas que abren el libro, ambas para enmarcar y no perderlas mucho de vista.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

MODELO DE RESPUESTA POLAR: POP OSCURO CARGADO DE REALISMO SUCIO.


El sonido del primer Ep de este grupo valenciano, es una perfecta simbiosis entre el pop oscuro de su música, y el realismo sucio de sus letras, lo que nos da como resultado, unas composiciones que salen desde lo más profundo de sus entrañas, y que además, tienen la extraña virtud de querer conmovernos y no dejarnos indiferentes.

Canción de culto es sin duda el mejor tema de los cuatro, donde la voz de Borja Mompó se funde en un perfecto cóctel musical, donde nada es gratuito, pues el desgarro musical y vocal se desplaza por nuestros sentidos de una forma directa y que sigue en la audición de una Afinidad Inventada cargada de intensas declaraciones vocales y de guitarras soterradas de gritos desesperados.

Ellos admiten las influencias de las bandas indies nacionales y sudamericanas en su música, lo que a veces nos lleva al sonido del desaliento callejero de Julio de la Rosa, o en otras ocasiones al más puro sonido shoegaze de algunas composiciones de Nadadora, lo que ya es decir mucho y apostar fuerte por Modelo de Respuesta Polar, un cuarteto compuesto por Jorge Moyá al bajo, Francisco Moyá a la guitarra, Matías Entraigues a la batería y Borja Mompó a la voz y guitarra.

Por si nos quedaban dudas sobre la apuesta de la banda, han vuelto a editar dos canciones más, Por Costumbre y el Principio de Otro, donde otra vez, dejan muy claro cuál es la apuesta por la que ellos se han decantado, que no es otra, que la de una música personal, que busca en la profundidad de los sentidos el lugar desde el que decirnos que ellos están aquí, abriéndose camino en el competitivo espacio del indie nacional, que cada nueva propuesta que nos llega, nos sirve para reafirmarnos en la buena salud con la que cuenta.

Además, este viernes 26 de noviembre, actuarán en la sala Contra Club de Madrid. Si queréis escuchar los seis temas del grupo, sólo tenéis que enlazaros a su MySpace: http//www.myspace.com/modeloderespuestapolar.

ANA MARÍA MATUTE, PREMIO CERVANTES 2011: EL RECONOCIMIENTO A TODA UNA VIDA DEDICADA A LA FABULACIÓN.


Hace dos días que estuve leyendo una entrevista con la escritora Ana María Matute (Barcelona, 1925) en un diario de tirada nacional, en la que confesaba que no esperaba que le dieran el Premio Cervantes, pero que sí le gustaría mucho recibirlo, no fuese a ser que se lo dieran cuando ya estuviese muerta (lo que como todos sabemos no es posible). Con ese humor entre sarcástico y melancólico, se podía entrever la mirada y el espíritu de una persona que a sus ochenta y cinco años, todavía quiere más tiempo para dedicarlo a escribir. Un arte que empezó a los diecisiete con Puro Teatro y que su última muestra, es la edición que Destino ha hecho de todos sus relatos cortos bajo el título La Puerta de la Luna. Lo que podría valer como resumen de toda una vida dedicada a la escritura, pero que sin duda se dejaría atrás muchos de sus logros en el tintero, pues no en balde su firmeza creativa le han llevado a ocupar el asiento K de la Real Academia de la Lengua, lo que la convierte en la tercera mujer aceptada en dicha institución en los últimos 300 años o ser candidata al Nobel en 1976, o recibir el Premio Nacional de las Letras Españolas en 2007 al conjunto de su obra, o más recientemente, ser finalista del Premio Príncipe de Asturias de la Letras en 2010, por dejar una pinceladas de sus más celebradas metas.


Para ella, como para cualquier autor, su novela preferida Olvidado Rey Gudú, no coincide con los gustos de los críticos, que resaltan las trilogías en las que suele agrupar su creación literaria, donde mezcla realismo y lirismo con dosis de fantasía. Sea como fuere, el mundo de las Letras Hispánicas, esta vez sí, zanja una de sus deudas pendientes con aquellos autores que todavía siguen vivos, y pueden ver con sus propios ojos y tocar con sus propias manos, el alcance de toda una vida dedicada a la literatura.

domingo, 21 de noviembre de 2010

CONCIERTO DE ARCADE FIRE EN MADRID: ICONOGRAFÍA URBANA ENVUELTA EN SONIDOS ART INDIE


Con quince minutos de retraso sobre el horario previsto, salieron los Arcade Fire al escenario de un abarrotado Palacio de los Deportes de Madrid dispuesto a lanzar más lejos que nunca al grupo que venían a ver. Como viene siendo casi habitual en la presente gira, Ready to start fue el tema elegido para iniciar un concierto de sonidos entrecortados, que ya comenzaron con esta canción que sonó lejana y distante, algo que intentaron arreglar con Month of May y que sólo consiguieron a medias, hasta que por fin su sonido llenó plenamente todos los huecos del Palacio con su cuarto tema y primer himno de la noche No Cars Go, donde el público estalló en la primera de las arrebatadoras respuestas de unos fans incondicionales ante el grupo bandera del nuevo siglo XXI.

La sencillez de su puesta en escena fue un tributo a la iconografía de carretera, que reflejaba como nunca el concepto del instante, recordándonos que sólo estamos aquí de paso, y para ello, tiraron de la capacidad visual de Wim Wenders y su París Texas, que se refrendó con imágenes de nubes a gran velocidad que en ocasiones escupió el inmenso cartel publicitario que hacia las veces de pantalla. Lo que no fue impedimento para que la gran Régine Chassange, que en Haití nos recordó a Björk en el tono de su voz, se metiera al público en el bolsillo con una magnífica interpretación que secundó con un baile de movimientos en los que parecía estar suspendida en el aire y que estéticamene feuron bellísimos, y que continuaron cuando comenzó a sonar Sprawl II (otra de las joyas de The Suburbs) y que alcanzó tal grado de excitación, que una vez terminada la canción, el público seguía coreándola, lo que les impidió continuar con el siguiente tema, y a lo que Régine secundó con un grito de júbilo (quizá no sabía que estaba en España). Ella fue sin duda la gran estrella de la noche, con una potencia y una presencia sobre el escenario arrebatadoras, y que devolvió con creces la energía que desde la platea sus seguidores les estaban enviando.

El setlist de anoche fue casi un calco del que ya mostraron en septiembre en Santiago de Compostela, y tras la gran Régine, iniciaron un bloque de medo tempo que comenzaron con Modern Man, una de las obras maestras musicales de los últimos años, a la que Win Butler una vez más, acompañó de un ¡Gracias Madrid!. Rococó inundó de tonos verdes el escenario y la valla publicitaria. The Suburbs y su Continued nos dejaron ver a jóvenes corriendo y jugando en los suburbios de lo que podría ser cualquier ciudad americana, y que son el reflejo de esta epopeya urbana que Arcade Fire ha compuesto para todos nosotros. Pero fue en este bloque de grandes canciones donde otra vez su sonido no llenó el Palacio de los Deportes.

Con Tunnels de nuevo regresaron al subidón de intensidad y el ritmo más poderosamente folkie del grupo, que levantó a todos de sus asientos. Delirio que continuó con Keep the Car Running, canción que consiguió que el Palacio sucumbiera ante el sonido más genuinamente arcadiano, lleno de ecos sonoros al estilo oh, oh, oh, y que en esta ocasión, ensamblaron a la perfección con las imágenes de un coche a toda velodidad por una carretera devorando líneas continuas y discontinuas. Excitación que siguió con We Used to Wait (otra de las joyas de The Suburbs) y donde Win Butler por fin se decidió a bajar a la pequeña platea anexa al escenario, para acercarse a sus fans más incondicionales, mientras un potente órgano le respaldaba desde el escenario. Con este nuevo bloque de canciones, Arcade Fire se metió definitivamtne al público en el bolsillo, y lo hizo, mediante proclamas y sonidos power pop que remataron con una de sus grandes canciones-himno como es Rebellion, donde la fusión del grupo con el público fue total, y donde las voces que nos regaló Régine una vez más, fueron ampliamente coreadas y bailadas por el público, hasta tal punto, que uno de los componentes del grupo se lanzó al público y regresó por el pasillo de seguridad al escenario. Un final apoteósico para un concierto que subió con los temas más potentes, pero que no llegó a llenar de su buena música, con las partes más melódicas.

Con un milimetrado estudio del tiempo y el espacio, Arcade Fire hicieron un bis con dos temas, que teminaron con Wake Up, donde toda la formación se dispuso en fila en el frente del escenario, a modo de homenaje a los asistentes, lo que hizo que el Palacio por enésima vez se viniera abajo con ese innato poder de atracción que poseen Win Butler y sus muchachos.




Arcade Fire anoche arrebató, con la sencillez como bandera, los corazones de los multitudinarios fans que se congregaron para verles de cerca y escucharles. Un grupo que por mucho que ellos quieran negarlo, van más allá de la música, y ese matiz es algo que se deja entrever en cada uno de sus conciertos, pues van por el camino de crear un movimiento, tan necesitados como estamos de verdaderos líderes a nivel mundial, pues sus canciones a veces nos recuerdan a verdaderas proclamas que sus fans cantan con auténtica devoción, y no debemos olvidarnos que su última obra maestra The Suburbs, es una epopeya urbana a la incomunicación y al modo de vida en el que vivimos, porque no en vano estamos ante la primera gran banda del siglo XXI.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

EL MENOR ESPECTÁCULO DEL MUNDO, FÉLIX J. PALMA: UN PERFECTO Y MINUCIOSO TRABAJO DE RELOJERÍA


No es extraño que esta colección de relatos esté entre los libros más destacados del año en su género. Su último tanto se lo ha apuntado en el VII Premio Setenil, que reconoce y premia al mejor libro de relatos publicado en España, encontrándose éste entre los finalistas, y también en la terna final de los tres que optaron finalmente al galardón, que se llevó la obra Los Hábitos del Azar, de Francisco López Serrano.

Un ejemplo del buen hacer que contiene esta selección, es el primer cuento titulado El País de las Muñecas, donde el autor aprovecha la famosa anécdota de Kafka sobre la relación que mantuvo los últimos días de su vida con una niña en un parque de Berlín, para construir con la maestría de un relojero, todo el entramado que una pieza corta debe atesorar, proporcionándonos los datos necesarios con sumo orden y con una delicadeza que te llevan hasta un final, que en este caso tiene sorpresa. Este relato sirve de perfecto ejemplo para todos aquellos que quieren dedicarse al competitivo y desagradecido mundo de las letras, pues resulta una muestra perfecta de cómo arrancar una historia, cómo introducir los datos necesarios para completarla y cómo dejar las huellas o rastros, que a posteriori, te sirven para cerrar el círculo perfecto que se dibuja en su trama, con un magnífico punto de arranque a modo de final y un final que no te esperas y que es el perfecto colofón a la historia, donde por sí misma cobra un sentido que a buen seguro el lector no había supuesto.

Pero cuál es El Menor Espectáculo del Mundo, pues a modo de símil circense, ese espectáculo no es otro que el amor, que siempre se encuentra sumergido en el fondo de las historias que Félix J. Palma nos regala, y donde cada una de ellas, representa un tipo distinto de amor. Por destacar alguno de los relatos de este maravilloso libro, podríamos referirnos por ejemplo, al que cierra la selección y que lleva por título Bibelot, cuya historia tiene la magia de encerrar al mundo real dentro de un mundo imaginario, aunque éste sea de cuento de hadas y tan reducido que apenas cabemos. Del mismo modo, que El Ascenso a los Infiernos encierra la tragedia del último amor, en este caso no correspondido por la falta de arrojo y comunicación de uno de sus protagonistas. En ambos relatos, se destila un matiz existencial y humano, que trasciende más allá de las páginas de papel que albergan las historias, para instalarse en el interior del lector, pues estamos ante historias que conmueven.

También hay otro tipo de relatos, como ejercicios estilísticos, en los que Félix J. de Palma, deja muestras de su perfecto dominio del relato corto, como por ejemplo, el cuento titulado Las Siete Vidas o así de Sebastián Mingorance, donde su protagonista se desdobla en un sinfín de personajes y fantasmas de sí mismo; o Margabarismo donde su protagonista se encuentra encadenado al destino de los letreros que hay pintados en el retrete de un bar. Por no pasar por alto esa pieza tan sencilla como eficaz que es El Síndrome de Karenina, donde otra vez, la literatura juega un papel estelar.

El Menor Espectáculo del Mundo es, sin duda, uno de los libros de relatos del año, que esta vez sí, sabe a dónde va y por dónde quiere llevarnos.

lunes, 15 de noviembre de 2010

SURFER BLOOD: UN JUVENIL Y DESCARADO MANANTIAL DE SONIDOS


Cuando el Palacio de Vistalegre todavía no estaba lleno, Surfer Blood salió al escenario con ganas de demostrar a aquellos que todavía no estaban allí, que algún día se arrepentirían por su retraso. Un comentario que en un principio puede parecer pretencioso, pero que no se queda muy alejado de la realidad después de disfrutar treinta minutos de la música de estos jovencísimos californianos, y eso, que se les notaba algo temerosos encima de un gran escenario, ya que no en vano, dos días antes habían estado en Santiago de Compostela ante tan sólo 100 personas. Lo primero que nos llamó la atención del grupo, fue el particular movimiento sobre las tablas de John Paul Pitts, que junto a su jersey de pico, más bien parecía un muchacho al borde del inicio del baile de debut de cualquier colegio mayor americano. Un formalismo que contrarrestó con su bienintencionado castellano, un esfuerzo que el público asistente le agradeció por difícil que le resultase, y que mejoró cuando se puso hablar con su guitarra.

Con un sonido limpio y contundente, desmenuzaron sus actuación con Take it Easy, para seguir con Twin Peaks, Floating Vibes y Catholic Pagans, una selección de canciones que en algunos inicios nos recordaron a los solos de guitarra del mítico grupo británico de los sesenta The Shadows, y que en otras ocasiones, combinaron un sonido típicamente de epicismo sonoro con guiños a Morrissey o Psychedelic Furs, sin por ello, dejar de tener un sonido propio, que en ocasiones también nos recordó al de bandas escocesas de los ochenta como The March Violets o Blue Bells, en una mezcla de tendencias y sonidos perfectamente calibrados bajo las cuerdas de sus guitarras. Una pena que actuaran con la potencia del sonido a medio gas, porque de lo contrario, habrían dado un golpe más fuerte sobre la mesa para decirnos que ellos ya están aquí.

domingo, 14 de noviembre de 2010

CONCIERTO DE INTERPOL EN MADRID: ALARMAS SONORAS DE INDIE ROCK


Paul Banks intuía que el concierto de ayer en el Palacio de Vistalegre iba a ser muy diferente a los que le esperan en la larga gira de presentación de su último trabajo titulado Interpol, porque no en vano, eligieron Madrid para arrancar su gira europea en una mezcla de buenos recuerdos adolescentes por parte de Banks, y de fans entregados a un grupo que sabe levantar del letargo más profundo a cualquier amante de la música pop. Nada más aparecer los integrantes del grupo en el escenario, el público les recibió con una buena ráfaga de aplausos, que se desataron en gritos de júbilo cuando comenzaron a sonar los acordes de Success, canción que abre el disco y el concierto de ayer, como un estímulo ascendente de una actuación repleta de grandes momentos.

Con un lenguaje visual perfectamente fusionado con el sonoro, Interpol vistió sus nuevos temas de un color azul y morado, para decirnos que esa era la tonalidad de sus nuevas canciones. Unos temas más profundos y oscuros que intentar buscar el lado más melancólico de nuestros corazones, algo que sin duda consigue viendo la reacción del público ayer congregado en un repleto Palacio de Vistalegre. Un himno tras otro fueron desgranados por un Paul Banks que en la guitarra nos llegó a recordar a Vini Reilly de Duruti Column, pero que se mostró más comedido en sus movimientos, pero inmensamente agradecido por el recibimiento que les estaba dando el público madrileño en un perfecto español, a lo que añadió una envolvente y contundente voz grave que enaltecía aún más el sonido arrebatador y directo del resto de la banda, donde sobresalía Daniel Kessler a las guitarras, y al que acompañaban más que notablemente Sam Fogarino a la batería y el nuevo bajo David Pajo y Brendan Curtis a los teclados.

Interpol consiguió llenar el Palacio de Vistalegre de un sonido indie rock, convincente como pocos, con ritmos que en ocasiones se aproximaban a las alarmas sonoras que lanzaban sobre sus incondicionales fans para pedirles paso en el más recóndito de sus recuerdos sonoros. Un efecto que consiguieron con temas como Barricade o Lights que ya se han convertido en auténticos himnos del grupo neoyorquino, y a los que acompañaron temas de anteriores trabajos bañados con luces blancas y naranjas como Rest My Chemistry, donde el júbilo de los asistentes se dio rienda suelta en forma de botes colectivos.

Anoche, el acierto de Interpol estuvo en la estudiada alternancia de los cambios de ritmo en sus temas, que mezclaban con versiones más extendidas de sus canciones más conocidas, dotándolas de otra capa sonora, que en el directo de ayer, los asistentes agradecieron con creces; y en las que el medio tempo se deslizaba hacia la contundencia más poéticamente sonora cuando entraban en una armónico juego la batería, los teclados y las guitarras.


Interpol pasó ayer por Madrid repartiendo alarmas sonoras del mejor indie rock del momento, con canciones que buscaban rendirse a la supervivencia de los latidos de sus seguidores.

sábado, 13 de noviembre de 2010

HOLYWATER, THE PATH OF FOLLOW: POR LOS SENDEROS DEL ROCK ALTERNATIVO AMERICANO

Acompañado por el único punteo de su guitarra, Ricardo Rodríguez cantante de Holywater, inició ayer su concierto en la Sala Lemon de Madrid con los acordes de Ruined, una canción que ya dejó ver una de las caras de este grupo lucense, que no es otra que su cercanía a los grupos del rock altenativo americano de los noventa (como por ejemplo Counting Crows), y que con temas como Too Many Lies corroboraron. Una primera parte de su actuación, en la que asistimos a la interpretación de sus temas más tranquilos como Try, o un contundente Tranquility donde la banda fue dejando muestras de lo que sería el ciclón final de su actuación. Con In Your Head nos recordaron a las guitarras de los primeros discos de Second, lo que no es una coincidencia caprichosa, pues tras el concierto, Martín Alonso (guitarra del grupo) nos confesaba que uno de los grupos que más les gustaban eran The Who (precursores entre otros de los sonidos del punk y del brit pop) fuentes estilísticas en las que bebieron Second y por lo que escuchamos ayer también Holywater, amén de un sinfín del grupos españoles de la actual escena indie.

Siguieron con Shame on Us y Questions (una dulce golosina sonora), donde una vez más, Ricardo perfila a la perfección la voz de Adam Duriz (cantante de los Counting Crows). Holywater terminó su californiana versión del mundo del rock con Unknown Skin y My New Road, ambos temas alargados con la intención de prepararnos para lo que nos venía encima, un ciclón musical lleno de buenas vibraciones y desgarros sonoros.


Con un significativo cambio de guitarras, Holywater comenzó la segunda parte del concierto con Similar, un bombazo de canción donde la verticalidad de sus desgarradas guitarras nos avisaban de que la parte más genuinamente lírica del concierto acababa de empezar. Fuerza acompañada de una excelente versión en directo de temas como Last Ulcer, Six o The Tunnel, donde dejaron una muestra infinita del buen hacer musical de todos sus componentes, el mencionado Martín Alonso a las guitarras, Luis Casanova a la batería y el nuevo bajo de última hora Mito, un ejemplo cada uno de ellos, de buen hacer sobre el escenario. Un comentario aparte merece Ricardo Rodríguez (voz y guitarras), bandera de esta formación que con su magnífica tensión sobre el escenario llena aún más la actuación del grupo.

Ayer en la Sala Lemon, fuimos testigos del camino a seguir por Holywater, que no es otro que el sendero del mejor rock alternativo sin más adjetivos.

martes, 9 de noviembre de 2010

4.48 PSICOSIS DE SARAH KANE: UN VIAJE DE NO RETORNO

4.48 es la hora en la que los fármacos que se toman el día anterior para aliviar el infierno de la depresión dejan de hacer efecto, y por tanto, el momento de la noche en la que más suicidios se producen. De una forma tan directa como desgarradora, Sarah Kane dejó escrito su último testamento vital (en forma de obra de teatro), pocos días antes de que decidiera quitarse la vida. Lo que la convierte, en este sentido, en una seguidora del tormento creativo al que también estuvo sometida Sylvia Plath, que al igual que ella, acabó suicidándose cuando apenas contaba 31 años (Sarah no llegó a los 29), un proceso destructivo que Plath dejó plasmado en su famosa novela La Campana de Cristal y que también vio la luz después de su muerte.
Lo primero que hay que decir, es que por muchas circunstancias, 4.48 Psicosis es un texto difícil, al que la inteligencia de Sarah Kane dota de frases cortas y a veces entrecortadas, que muestran a la perfección la división entre la razón y la locura:
"No es una vida que yo estuviera dispuesta a aprobar.
Me amarán por aquello que me destruye
la espada en mis sueños
la ceniza de mis pensamientos
la dolencia que se engendra en los pliegues de mi mente.
Cada cumplido me arranca un trozo de mi alma."
De este abismo era del que Sarah Kane necesitaba salir, pero nadie supo sacarla. De esa inadaptación vital procede su intensa y desgarradora trayectoria como dramaturga. Una carrera compositiva, que Harold Pinter siempre defendió, tildando a 4.48 Psicosis como de obra maestra.
El montaje que ayer pudimos ver en la Sala Francisco de Rojas del Círculo de Bellas Artes es la versión que Teatro en Tránsito ha llevado a los escenarios bajo la dirección de Carlos Aladro y la interpretación de una sublime Beatriz Argüello. Este monólogo de apenas 70 minutos, ha sido estructurado en la impactante visión de seis vómitos a los que le siguen siempre la misma frase: una rendija de luz... y al que Beatriz Argüello proporciona el aliento y el talento de las grandes interpretaciones (ya resulta difícil pensar en un montaje de esta obra sin ella al frente). La desnudez de la escenografía, a la que en por momentos acompaña el efecto sonoro de la ópera lírica de Muse o la amable acústica de las canciones de baile de Cher, juega a la perfección con el texto, sobre todo, cuando en los diálogos que consigo misma mantiene Beatriz, el efecto de una doble sombra se posa en el gran rollo de tela que hace las veces de alfombra blanca donde Sara Kane vomita su testamento vital; y sobre el que se alza cual trono divino y terrenal una sencilla escalera de tres peldaños, un lugar elevado lo suficientemente del suelo, como para expresar todo un universo de sentimientos alejados de lo terrenal.
Beatriz Argüello, que da soporte a estos 70 minutos de tortura, sencillamente está perfecta y colosal, manteniendo en todo momento el pulso interpretativo del texto, al que proporciona una gran variedad de registros tanto en los diálogos que mantiene consigo misma como en las batallas internas que libra el personaje que interpreta, por no hablar de su capacidad expresiva con esos vómitos y esas manos que incansablemente buscan sus largas piernas para arañarlas constantemente. Un gran ejemplo de madurez actoral y de fuerza física que mantiene a la obra en pie hasta el final, por lo que no es de extrañar, que el buen número de actores y directores de la escena española que estuvieron ayer presentes en la sala, no dejaran de aplaudir y gritar ¡bravo! al final de una interpretación, sencillamente sublime.
La cita horaria con el dolor desesperado que es 4.48 Psicosis de Sarah Kane, es un viaje de no retorno, que en el montaje del Teatro en Tránsito que pudimos ver en el Círculo de Bellas Artes, se escenifica a modo de contrarreloj directa e inversa en forma de dos relojes digitales que caminan uno hacia delante y otro hacia atrás, aunque sólo será uno de los dos, el que sin apenas darnos cuenta, marcará la hora fatídica y el encuentro con nuestro propio destino.

domingo, 7 de noviembre de 2010

JULIO DE LA ROSA EXHIBE SU HERIDA UNIVERSAL EN MADRID


Camuflado en el sonido indie español, este compositor, cantante y músico jerezano, presentó ayer en el Neu Club de Madrid su último trabajo, La Herida Universal, un título bajo el que se esconde uno de los axiomas de la vida humana, el amor. La propuesta de Julio de la Rosa es bohemia y canalla unas veces, pero también solitaria e intimista en otras, pues sus amores tienen el estigma de los amores callejeros, aventuras de ida y vuelta que configuran el mapa de la existencia de un gran número de personas, enfermas de eso que ha dado en llamar amor.

El concierto comezó con el tema Tan Amigos (segundo corte de su Herida Universal) y con un Julio de la Rosa esquinado en un lado del escenario para darle una buena parte del protagonismo a la banda que le acompañaba ayer, y que como viejo bucanero, supo elegir a la perfección, pues ha sabido rodearse de grandes músicos en el escenario. Siguió cargando su artillería sonora con el que ha sido el single de este cd, Entre Semana, una canción que se mueve a medio camino entre el pop y la bossanova, y que contiene frases tan contundentes como "el amor no duele tanto, duele si te lo hacen mal", porque esta es otra característica de La Herida Universal, composiciones poéticas de corta duración al servico de la música y no al revés, donde su protagonista, Julio de la Rosa deja muestras muy claras de su fuerza y valía compositiva.

Con La Fecha en la Tapa se hizo acompañar del sonido de un acordeón por parte de uno de los músicos de la banda, lo que le dio un toque de canción francesa condimentada al estilo jerezano, en una magnífica representación de lo que es la fusión de estilos en el mundo de la música, que refrendó con Una Mierda de Canción, un tema a medio camino entre el rap poético y la balada triste popera, con un sorprendente quejido de todos los instrumentos presentes en el escenario. Alcanzando el clímax de la fusión, en esa excelente canción que es Violines en la Noche, una propuesta de las más bailables de la noche, con unos toques jazzísticos que te dejan pegado a su sonido.

El siguiente bloque de la noche comenzó con Hasta que te Hartes, un chillido universal de pop, cargado de grietas como su estribillo: "podíamos quedar todos los martes hasta que te hartes", una canción llena de desafíos, a los que Julio se sobrepone de una manera admirable, convirtiendo el extinto patio de sillas de la Neu Club en una inmensa pista de baile. Tema al que siguió Sexy, Sexy, Sexy, que causó furor entre el público femenino que ya estaba decidido a seguir a Julio allí a donde él las quisiera llevar. El Traje, el Amor Desperdiciado y su flamante Canción de Guerra dieron fin a la primera parte de su magnífica actuación.

El largo bis que nos ofreció Julio ayer en la Neu Club fue la confirmación de su perfecto manejo de lo que es la mezcla de sonidos y estilos en el mundo de la música, que comenzó con el rap histriónico titulado Kill The Mosquito, a la que siguieron canciones llenas de rock'n'roll y rhythm and blues de sus anteriores trabajos como Rey Mugre o Mejor Fuera, dejando para el final otra de las grandes canciones de su Herida Universal, Las Camareras, que hizo delirar a sus fans y que sirvió de broche de oro a su gran actuación.

Julio de la Rosa y su Herida Universal, pasaron ayer por Madrid como un huracán poético envuelto de buena música de fusión, a la que la acompañaron, grandes músicos sobre el escenario.

sábado, 6 de noviembre de 2010

THE CABRIOLETS PRESENTA SU NUEVO VIDEOCLIP: NOW AND HERE

The Cabriolets no para en su frenético ritmo, tanto musical como vital, y ya nos presentan un nuevo single al que le acompaña su videoclip. Como ya quedó dicho en anteriores reseñas, Now and Here, el tema que sacan ahora para destacar su álbum Close, es la mejor canción del disco, pues aúna poder y fantasía a partes iguales. Now and here, es de esas canciones que logran que quien la escucha comience a viajar en una ruta en la que cada uno es el protagonista de su propia historia. Este es un matiz, que parece no ser tan caprichoso cuando se ve la realización de Carlos Saez para este tema, pues las imágenes que acompañan a la canción, son una magnífica muestra de talento creativo, que se mueve a la perfección en la frontera existente entre realidad y ficción, y en donde Bimba se entremezcla con unos dibujos animados muy pictóricos y una ranita que es la artífice de esta microhistoria de apenas cuatro minutos.

viernes, 5 de noviembre de 2010

GUILLERMO MASEDO: DRAWINGS 2005-2010

Los dibujos y pinturas de Guillermo Masedo, nos envuelven en la necesidad de búsqueda de un lugar alejado del ruido, un lugar para la contemplación por la contemplación; un espacio dedicado a la estática estética. A pesar de que todos ellos sean moles de hormigón en construcción dentro de las ciudades o en parajes abandonados, es allí donde su mirada quiere que nos detengamos, porque la aparente sencillez de un puente, un estadio o una carretera, no es lo que en realidad contemplamos. No es la obviedad que nuestra retina nos proporciona lo que Guillermo nos muestra, sino la belleza de lo inerte y de lo que un día fue y ya no es.
Son instantáneas que bajo su mirada, se convierten en nuevas estructuras, y a las que Guillermo Masedo dota de un nuevo uso, el artístico. Imágenes en blanco y negro, grises y ligeras pinceladas de cobre, que recubren un espacio que antes estaba vacío en el cuadro, y que a la vez, perteneció a otro tiempo pero en el mismo lugar, y que ahora se nos presentan reinventadas. Como viajes en el espacio de nuestras vidas, a los que poco a poco vamos incluyendo trazos cargados con nuestras particulares experiencias, suaves en unas ocasiones y emborronados en otras.


Las sensaciones que envuelven sus trabajos, están llenas de una melancolía poética, con leves evanescencias difuminadas en tintes románticos, que cargan de una intensidad y una fuerza directa y no dañida (sino todo lo contrario), a sus composiciones. Espacios que se comportan como el inicio de una historia, la que cada uno quiera comenzar, primero con una línea y luego con una palabra, para terminar en un campo de ensoñaciones decadentes en tiempos de nieblas espesas y penumbras pegadas al suelo de la realidad diaria.
Drawings 2005-2010 sólo son una muestra de la pasión y talento en estado puro de un joven artista del panorama artístico español, que a su temprana edad, ya cuenta con un currículum de premios y menciones envidiable para cualquier artista, y donde la calidad de su pintura, se comporta de la misma manera que su vocación, de una forma arrebatadora.










TAYLOR SWIFT, SPEAK NOW: EL COUNTRY CAMINO DEL POP


Taylor Swift tiene claro cuál es su objetivo: "pienso en cifras porque soy muy exigente y competitiva" y parece que el destino le quiere dar la razón, porque según Nielsen SoundScan ha vendido 1.047.000 copias de su último trabajo Speak Now (Habla Ahora) en la primera semana, pulverizando todos los récords de la industria mundial de la música, a lo que hay que añadir la escalofriante cifra de 2,5 millones de descargas de la web de sus últimos singles.


Aparte de la apabullante razón estadística que puede esgrimir tras de sí esta jovencita de apenas 21 años, Speak Now es la constatación de que su música (inicialmente más country), va lentamente pero sin fisuras, en busca de la frontera que la delimita con el pop, y de paso lograr con ello llegar a un mayor número de oyentes y fans de su concepto musical. Pero a diferencia de las últimas petardas megaestrellas de la música juvenil más reciente, Taylor compone letra y música (apartado en el que recibe la ayuda de su productor Nathan Chapman) de todas las canciones de este Habla Ahora, en el que Swift desgrana un sinfín de posibilidades del binomio amor-desamor con una sutil destreza a la hora de conectar con su potencial público.


Mine, su primer single, ya nos deja claro cual es el camino del éxito, que la pegadiza The Story of Us corrobora, lo que no hace de ella una mala canción. Pero este disco también cuenta con buenas baladas como Enchanted y Never Group Up que hacen desaparecer la frontera que divide al country actual con el resto de la música más comercial, y que Jeff Bridges en su papel del famoso cantante Bad Blake en la película Corazón Rebelde se encargaba de recordarnos, pero el pobre Blake no se daba cuenta que los tiempos han cambiado, incluso para el country más puro con un Jack Daniels encima de la mesa, para pasar a una música que se disfruta en masa y con una lata refrescante y burbujeante rozándote los labios.
Para verla por España, tendremos que esperar hasta el año que viene, cuando su Speak Now se pasee por Madrid el sábado 19 de marzo de 2011.

FRAGMENTOS HA SIDO DESTACADO EN ATRÁPALO


Desde aquí, quiero dar las gracias a Elisenda por destacar a esta pequeña revista cultural, llena de inquietudes, en su web.

5- Fragmentos
Fragmentos es una revista cultural en pequeñito. Rebosante de literatura, reseñas de libros, musicales, teatro, hasta se puede leer una crítica al nuevo disco azucarado de Katy Perry. ¿Te apetece leer una pequeña perla literaria? “Los Relatos en Otoño” te dejará buen sabor de boca. Literatura 100%.

lunes, 1 de noviembre de 2010

PILAR ADÓN, EL MES MÁS CRUEL: CUANDO MOSTRAR NO ES SUFICIENTE


Cuando terminé de leer este libro de relatos (uno de los más elogiados en lo que va de año en España), me quedé con una sensación de desasosiego en todo mi cuerpo por no ser capaz de saber discernir si me había enterado de aquello que había leído, aunque quizá el término desasosiego no sea el más correcto, pues éste me lleva a Pessoa, y en esta ocasión, ese es un camino equivocado. Por tanto, probé con la palabra desconcierto, lo que me llevó a otra más certera, incertidumbre.

Marta Sanz en el prólogo se pregunta ¿habré entendido bien? y deja una puerta abierta a la ausencia de jerarquía en las palabras de la autora, que interpreta el relato corto y su técnica como un pequeño segmento dentro de una larga y gran línea recta. De ahí, que sus cuentos no siempre se esbocen a través de una estructura clásica, con un inicio con frase contundente y un final sorprendente, sin embargo, sí tienen la capacidad de la incertidumbre y la libre interpretación. Un mensaje que ya se deja ver claramente en el primer cuento del libro En materia de Jardines, y que un servidor leyó en dos ocasiones buscando aquello que no se encontraba en su interior.

No obstante, el juego de la libre interpretación y del arte del pensamiento post-lectura, a veces también se nos presenta más delimitado, y la autora nos deja entrever hacia donde quiere dirigirse, como en el relato que da título a su conjunto, El mes más cruel (que comienza con un extracto del relato del gran maestro Chéjov, titulado Volodia), donde sin la necesidad de delimitar el sentido de sus palabras, la atmósfera del cuento y su final, le convierten en el mejor relato de todos los incluidos en este libro. Peculiaridad que también atesora el Culto Doméstico, donde la deriva del protagonista casi llega a su fin. Del mismo modo, que Los Seres Efímeros, que en su brevedad engendra una gran fuerza y destreza a la hora de plantearnos un final demoledor.

Los personajes de Pilar Adón son en su mayoría mujeres. Éstas están solas o enfrentadas a otras, divagan por pasillos de frías baldosas, caminan por casas solitarias de senderos inciertos, pasean por acantilados que limitan sus emociones o corren por bosques y senderos que les llevan a su desaparición. En este sentido, la autora proporciona escasas herramientas a sus personajes para solventar sus carencias vitales, lo que les hace divagar por mundos interiores de aristas infinitas y peligros existenciales. Pero Adón no quiere que nos perdamos entre una historia y la siguiente, y con gran acierto, nos propone una poesía en forma de prosa para saltar entre sus personajes y así salir indemnes en ese intento.

El mes más cruel con total seguridad seguirá cosechando parabienes y éxitos, pero algunos de sus lectores se quedarán con la sensación que hay veces que en la literatura con mostrar no es suficiente.

Reseña de Ángel Silvelo Gabriel

TODOS ERAN MIS HIJOS: UN VIAJE HACIA LAS OQUEDADES DEL ALMA


Arthur Miller es, entre otras cosas, un gran dramaturgo que sabe manejar a la perfección la tensión dramática de sus obras, y con ello, llevarnos hacia el averno de la condición humana, un espacio donde la falsa felicidad que en ocasiones tiñe nuestras vidas, se muestra limpia de tonalidades con las que poder edulcorar una existencia con doble cara. Algo, a lo que por cierto Miller tampoco es ajeno, pues el trato que dio a sus esposas (en concreto a Marilyn Monroe) o a su hijo discapacitado (al que ignoró durante toda su vida), le hacen conocedor de primera mano, de lo que es vivir con el peso de la moral en los talones en cada hálito de su vida.


Todos eran mis hijos, es la epopeya que pone en entredicho una vez más al sueño americano, y en esta ocasión, esa encrucijada se establece a través de la codicia del dinero parapetada por los pilares de la familia y el bienestar. Elementos a los que Miller hace tambalear con una perfección suprema, con la ayuda de una carga dramática en sus personajes a la que muy pocos autores han sabido llegar. Y por si esto fuera poco, lo tiñe todo con trazos tan sublimes como la honorabilidad y la pérdida de la vida de los jóvenes americanos muertos en la Segunda Guerra Mundial, lo que le permite plantear el drama añadido de la ausencia de un relevo generacional (que ya no será el mismo después del conflicto bélico), lo que traerá consigo, el alumbramiento de una sociedad también diferente.


Ayer, el telón del Teatro Español se bajó definitivamente esta temporada para Todos eran mis hijos, una obra maestra de la escena de todos los tiempos, y a pesar de que suene a tópico, el éxito cosechado en su última actuación fue mayúsculo, con cuatro salidas al escenario acompañadas de casi diez minutos de aplausos entusiastas de un público agradecido por el magnífico espectáculo que acababa de presenciar. Mucha culpa de todo ello, la tiene sin duda su director, Claudio Tolcachir, que al paso que va, se convertirá en uno de los directores de referencia de nuestro país (a pesar de su nacionalidad argentina), y que en esta obra, ha tenido varios aciertos; el primero, es conseguir de nuevo, dotar al texto de una magnífica dirección de actores, pues si nos ponemos a elegir, nos resultaría muy difícil resaltar a alguno de ellos por encima de los demás; el segundo acierto, es haber acortado el texto y dejarlo en hora y media de duración, conjugando así a la perfeccción, la capacidad de atención de los espectadores y la tensión dramática de los actores; y el tercero, es la puesta en escena, que los especialistas han dado en llamar naturalista, con un sencillo porche de una casa americana y unos frondosos árboles de fondo como testigos, que parecen presagiar el peligro y la profundidad de las debilidades del ser humano.


Carlos Hipólito vuelve a demostrar por qué es uno de los mejores actores españoles, tanto en cine como en teatro, y proporciona a la obra ese punto de equilibrio dentro de la tormenta. Gloria Muñoz nos regala una elevada interpetación de una madre, anclada en el pasado y en una esperanza, en la que sólo ella cree. Fran Perea, que en ocasiones nos recordaba con sus gestos su paso por la serie Los Serrano, sabe desprenderse de esa vitola de galán para jovencitas, para llegar a explotar unas dotes dramáticas dignas de sobresaltar. Manuela Velasco con su papel de Ann se postula como una alternativa más, para seguir interpretando papeles más allá de la típica joven y guapa actriz televisiva, y Jorge Bosch resalta el aplomo de un actor con oficio que pone el contrapunto a la falsa felicidad de la familiar Keller.


Todos eran mis hijos es un viaje hacia las oquedades del alma, que en este caso se ven cubiertas por una buena parte de los pecados capitales que persiguen al ser humano desde que nace. Una oscuridad que tanto la moral, como la búsqueda de la verdad, hacen saltar por lo aires (en un movimiento incontrolado) toda una vida familiar, pues el paso del tiempo a veces no es suficiente para perdonar.