domingo, 30 de mayo de 2010

PET SHOP BOYS CIERRAN EL PRIMAVERA SOUND


La puesta en escena de los Pet Shop Boys, es sin duda una de las mejores muestras de cómo adaptar un espectáculo a la música y Neil Tennant y Chris Lowe lo demuestran en cada gira. Como ya destacamos aquí con el concierto que celebraron a finales del pasado mes de diciembre en Londres y que sirvió para cerrar su gira Yes, el espectáculo de luces, colores, sonido y bailes hacen de su escenario una macrodiscoteca de luz y sonido que encandila a todos sus seguidores. Efectos y audacia que ayer volvieron a repetir con éxito en Barcelona para cerrar el Primavera Sound.

Poseedores de unas canciones con un soporte acústico que les va como anillo al dedo a su estatismo en el escenario, ellos saben dotar de dinamismo a su espectáculo a través de una configuración poliédrica, en este caso, donde la simplicidad de los cubos (un personaje más en el escenario) se complementa a la perfección con los colores primarios y contundentes que inundan las grandes pantallas que les acompañan.


La hora y media de concierto, seguro que para muchos se quedó corta, pues poseedores de una larga y contrastada discografía podrían estar más tiempo sobre el escenario, pero como dice el refrán lo bueno y breve dos veces bueno.

SALA TRIBUEÑE: EL JARDÍN DE LOS CEREZOS DE CHÉJOV


No se me ocurre un mejor plan para una tarde del fin de semana, que acercarse al teatro, sobre todo, si la sala está cerca de casa y la excusa es la obra de teatro El Jardin de los Cerezos de Chéjov. La Sala Tribueñe se encuentra en el taurino barrio de las Ventas, equidistante entre la Plaza de Toros y la Quinta de la Fuente del Berro y Torrespaña, en la Calle Sancho Dávila, 31. Allí podemos dar fe, que a pesar de estos tiempos de crisis, la ciudad de Madrid disfruta de una escena teatral que se encuentra en el primer nivel a escala mundial, donde bien es verdad, que si existen auténticos bodrios vaginales y de los otros, hay también magníficas adaptaciones de teatro clásico como ésta.


Las salas alternativas (aunque en este caso no lo parezca tanto) se asemejan sin duda a la cultura bloguera o a la música indie, expresiones todas ellas del ansia de expresión de un gran número de personas, que gracias a las nuevas herramientas de transmisión de información, ven cumplidas (aunque sólo sea en parte) sus necesidades creativas. Este montaje de El Jardín de los Cerezos del gran maestro Chéjov es sin duda una muestra de todo ello. El esfuerzo por montar esta obra es considerable, lo que salta a simple vista, para una sala de las dimensiones de la Tribueñe.


Todo empieza con una magnífica puesta en escena de Nikolay Slavadianik, donde nos presenta una vía de tren en el centro del escenario junto a un cochecito de bebé, y unas cajas a los laterales. Un escenario que al igual que los personajes a lo largo de la obra, sufre una sorpresiva transformación con la entrada en escena de todos los personajes y sus movimientos a cámara lenta, que por un lado representan el cambio que se está produciendo en la sociedad rusa, y por otro, transforman por unos instantes la realidad teatral en cinematográfica.


El declive del imperio ruso y la destrucción de las fronteras entre las clases sociales hasta entonces existentes, se ven magníficamente reflejadas en la obra de teatro, con una extraordinaria audacia a la hora de representar al jardín como un bosque de simples y sencillos remos de barcas, que puestas en pie sobre unas cajas que hacen tanto de maletas como de espejos como de árboles o habitaciones, simbolizan el cambio y el avance contra el viento de los tiempos de una sociedad que de una forma tardía respecto del resto de Europa busca nuevos caminos, aunque en el caso ruso, su sociedad no fue capaz de confluir todos esos cambios de una forma pacífica, y las grandes convulsiones sociales ya sabemos todos cómo acabaron y a qué les condenó.


Pero más allá de las grandes intenciones que la obra engendra en sí misma, hay que mencionar el micro universo de los personajes que la habitan, en el que sobresale de una forma brillante Irina Kouberskaya (responsable también de la dirección) magnífica en todo momento, con una dicción del castellano con acento ruso prodigiosa, y una sensibilidad a prueba de bombas, derramando unas sinceras lágrimas en los momentos de ensoñación del pasado dignas de las grandes estrellas de la escena, a lo que hay que unir una belleza serena que nos habla de grandes tiempos pasados.
El resto del reparto también está a gran altura, con un enérgico Lopajín (Antorrín Heredia) que sin llegar al histrionismo representa muy bien al nuevo rico y valedor de las casas de fin de semana de los nuevos rusos, cuya contraposición es Trofimov (David García) personaje enérgico en sus planteamientos y forma de moverse por el escenario, y que representa los nuevos tiempos que están por venir. A los que hay que unir a Fernando Sotuela como hermano de la gran Liubov o al viejo lacayo, extraordinariamente interpretado por José Luis Sanz un siervo de grandes vuelos finales.
En cuanto al reparto femenino, una magnífica y triste Varia (Katarina de Azcárate) da vida a la parte más sensata de una familia, que a pesar de estar avocada al fracaso, no hace nada para remediarlo, véase sino al personaje de Ania (Mª Ángeles Pérez-Muñoz) que se encuentra más preocupada en buscar el amor de el estudiante que en resolver la situación familiar, y que dota al personaje de gran verosimilitud y equilibrio respecto de Irina.
Chéjov, El Jardín de los Cerezos y La Sala Tribueñe, un magnífico plan para el fin de semana.

jueves, 27 de mayo de 2010

LA MANERA DE RECOGERSE EL PELO: GENERACIÓN BLOGGER


Antes o después tenía que ocurrir, ya nos lo advertía hace tiempo Arcadi Espada en un artículo de El Cultural, llegará el día que un libro publicado en portales como Lulu.com sea un éxito de ventas o al menos tenga visibilidad en el mundo editorial. Y algo parece que está cambiando a tenor de la publicación de este libro de poesía La manera de recogerse el pelo: Generación Blogger con David González como maestro de ceremonias y la Editorial Bartleby como hada madrina de estas trece poetas, todas ellas mujeres, que desde muy diversos puntos de vista y desde la libertad de sus propios espacios de expresión en forma de blogs o revistas digitales inundan con imágenes y sentimientos cargados de libertades digitales las 320 páginas de este libro.
En él se cita a escritores o poetas, pero sobre todo a cantantes o grupos como Tom Waits, Placebo o Extremoduro, con el único límite de la capacidad de expresión de cada una de ellas. Donde, por ejemplo, Gloria Gil Romea expresa: "Devuélveme el golpe/ y déjame ir/ para volver/ con una venganza/ más atroz, más enamorada".; o a Lucía Fraga le lleva a decir: "Soy lo suficientemente ingenua para creer/ Que las camas sólo son para dormir,/ Pero también lo bastante zorra como para saber / Que no tienes sueño".
Sin duda, La manera de recogerse el pelo es una magnífica ocasión para comprobar que se cuece fuera de los límites del ambiente literario establecido, donde cada vez es más difícil encontrar ingenuidad, espontaneidad y sobre todo originalidad en estado puro, sin las cortapisas de las editoriales o los agentes; y de paso, nos sirve para comprobar que poco a poco se está abriendo camino un universo que no conoce fronteras como es internet, al que sólo hace falta alimentar de dotes creativas, corazón y entrañas, y a partir de ahí, ya se encargará esta caprichosa herramienta de dar vía libre a todas aquellas propuestas, que a unos y a otros, nos hierven dentro de la cabeza.

miércoles, 26 de mayo de 2010

ANGELIK ACID: DELAYED


Lo que más sorprende nada más escuchar a Angelik Acid es su compacto sonido, donde su hipnótica solidez se va apoderando de nuestro universo sonoro a medida que vamos escuchando los temas de su primer trabajo, bautizado con el nombre de Delayed (Retardado) y que hace mención al tiempo que les ha llevado formar el grupo, encontrar una cantante digna de representarles y componer y sacar a la luz diez canciones que a buen seguro no van a dejar indiferentes a aquellos que las escuchen.

Por las notas de sus composiciones corren las influencias de Joy Division, Pixies o New Model Army, pero sobre todo se distingue la huella de Siouxie and The Banshees en la forma de interpretar los temas por parte de Velouria (Paula Medina), que posee una voz a medio camino entre el terciopelo de los registros femeninos, y la profundidad de las notas de voces masculinas.

El disco se abre con el demoledor y contundente tema Out of time, repleto de los bajos inconmensurables y las bases rítmicas sencillamente perfectas de Jordi Claver y R. López, a lo que hay que unir las guitarras directas y llenas de verdad en sus notas de Juanjo Reig y Pablo G. Adjetivos éstos que encajan a la perfección en Back to the wild, canción de ritmos que nos recuerdan a lo mejor de la música de los ochenta y noventa, a la que cabría calificar como de post-punk, new wave o rock industrial alternativo, etiquetas que para nada delimitan las magníficas y placenteras sensaciones de volver a un pasado que en este caso no siempre fue mejor.
El tema elegido para promocionar este Delayed es I Want to..., donde una estética en blanco y negro muy cercana a la idea de desnudez visual, está presente en un videoclip y en una canción plena de ritmos sintetizados e industriales, por lo que no es una coincidencia que el gran Alberto García-Alix haya sido el elegido para plasmar esa verdad sin artificios y tan sencilla como eficaz en la fotografías que sirven de promoción al grupo.
La audición del resto de temas del cd (Blind Magpies, Under The Covers, Dark Steps o Black Party) no hace, sino confirmar las buenas vibraciones que desprende este Delayed, repleto de buenas canciones y que sirven de presentación a un grupo que sabe lo que quiere y hacia donde va, algo cada día más raro en este mundo de profundas capas surrealistas en el que vivimos.
Y para el final, lo mejor. Como contrapunto a todo lo dicho, no hay que dejar pasar por alto la pequeña joya que es su último tema, One Way no Return, una canción que no adolece de nada de lo ya dicho, pero que posee el magnetismo de las canciones a medo tempo que se quedan pegadas al subconsciente de nuestras mejores bandas sonoras.

lunes, 24 de mayo de 2010

NATALIE MERCHANT: LEAVE YOUR SLEEP


Antes de abordar la audición del nuevo trabajo de Natalie Merchant, uno no puede dejar de abstraerse de la magnífica interpretación que la cantante hizo en su día junto a su grupo los 10.000 Maníacos del portentoso tema More Than This, del inefable genio Brian Ferry y su grupo Roxy Music. No obstante, mucho ha llovido desde entonces, incluso para la propia Natalie, que después de siete años de silencio vuelve al panorama musical con un doble cd bajo el brazo, repleto de poemas de grandes poetas anglosajones de los siglos XIX y XX (Robert L. Stevenson, Edward Lear o Christina Rossetti, entre otros) como homenaje a su por entonces recién nacida hija, hecho por el que se apartó momentáneamente de la escena musical.


Leave Your Sleep es un disco lleno sobre todo del folk más popular, pero con pequeños toques jazz como en la canción Bleezers's Ice-Cream o un soprendente reggae en el tema Topstturvey-World. Lo que se traduce en un trabajo elaborado a conciencia, y que a la Merchant, le ha llevado a un lugar muy cercano al de los sentimientos más íntimos de una madre hacia su hija recién nacida. Nanas envueltas en un papel repleto de notas musciales y ritmos alegóricos, aderezados de cuerdas de contrabajo unas veces y órganos hammond en otras, lo que nos da como resultado unas composiciones singulares y muy originales, que representan un peldaño más en la ambiciosa y coherente carrera de esta gran mujer con espíritu de superación y gran sensibilidad.

RENÉE FLEMING: DARK HOPE




Si algo caracteriza a este brillante trabajo, es el laborioso esfuerzo por acercar una de la mejores voces operísticas del momento al mundo del pop. Algo que no sólo se deja entrever en el tono comedido de la voz de la soprano Renée Fleming a la hora de interpretar los temas, sino también en los arreglos musicales de cuerda que acompañan a su voz en cada una de las canciones. Si ella baja el tono en su interpertación, el productor David Kahne hace lo propio a la hora de producir las canciones que él mismo ha seleccionado de entre los 35 inicialmente elegidos. Y a tenor del resultado final, hay que decir que lo ha hecho con mucho acierto y gusto musical, a la par que variedad a la hora de seleccionar tanto canciones como autores y estilos.

Dark Hope representa sin duda un extraordinario ejercicio de fusión entre los inicialmente distantes mundos musicales de la ópera y la canción popular, dejando a un lado falsos estereotipos y romas sensibilidades. Gracias a este ejercicio de riesgo controlado, podemos disfrutar de una intepretación del tema Hallelujah del gran Leonard Cohen en la voz comedida a la vez que prodigiosa de Renée, que le dota a la interpretación de unos matices femeninos hasta ahora desconocidos, a una canción siempre asociada a la voz profunda de Cohen.

Del mismo modo, que el tema en medo tempo que es el primer single de Dark Hope, (Endlessly del grupo Muse), se convierte en una vigorosa balada a la que Fleming proporciona una nueva energía, haciendo resurgir en su voz registros que hasta ahora la propia soprano desconocía, pero en los que se desenvuelve con la soltura de las divas.
No podemos dejar de señalar tampoco, el acierto que David Kahne ha tenido a la hora de elegir temas como Mad World de Tears for Fears o In Your Eyes de Peter Gabriel, dos canciones que por sí solas forman parte del subconsciente musical de varias generaciones, como muestra del poder de la música pop en la sociedad actual.

sábado, 22 de mayo de 2010

FIN DE FIESTA

Las hojas de mi memoria juegan añorando tu mirada, y engañando al aura de tu presencia para que no abandone a mis más íntimos anhelos; sin llegar a saberlo, las dos son testigos de un poder infinito y milenario.
Mi esperanza navega entre tus recuerdos, y te busca sin desaliento en calles desiertas y en portales que me dicen que un día estuviste allí, con tu pañuelo anudado al cuello y tu camisa blanca desabrochada, jugando a adivinar de qué estaba hecha tu alma.
Fuimos amantes sin palabras, fantasmas errantes en busca de un deseo y aventureros que soñaban con alimentar un cómplice secreto, mientras distraídos corríamos desafiando a nuestra buena suerte imitando a los gladiadores al final de la batalla. Hasta que un día nuestros destinos se desquebrajaron, y desde entonces, imploro tu presencia a los dioses y les pido auxilio y sosiego para un hombre que no comprende por qué todo se desvaneció de pronto, y la fiesta dejó de ser fiesta, y tú ya no estabas a mi lado.


Ángel Silvelo Gabriel

martes, 18 de mayo de 2010

SHE & HIM: VOLUME 2


Zooey Deschanel y Matt Ward nos ofrecen en este su segundo trabajo, un ramillete de canciones inspiradas en sonidos de los sesenta, que cubren el amplio abanico que va desde los Beach Boys a The Supremes, con el acierto de hacerlo de una forma sencilla y desenfadada, consiguiendo trasladarnos a estados de ánimo relajados y de bienestar general.


Una armonía que se extiende tanto a la música como a las letras, y en donde la voz limpia y personal de Zooey nos hace presentir que no está en el mundo de la música de paso, lo que corrobora que todas las letras sean suyas, síntoma de que esta chica californiana va en serio.


In the sun es la canción elegida como single, y en ella podemos apreciar buenas melodías pop que a medida que se van escuchando el resto de los temas de este Volume 2 van trasladándose con absoluta naturalidad hacia un sonido pop típicamente americano de los años 60, en el que canciones como Ridin' In my car nos transportan a las fiestas de final de curso de cualquier instituto americano, o donde rizando un poco más el rizo, visionamos escenas y sonidos muy próximos a películas como Grease, lo que no desmerece el conjunto, sino todo lo contrario, porque Volume 2 sitúa She & Him en la galaxia de los grupos con sonido propio.

domingo, 16 de mayo de 2010

HABITACIÓN EN ROMA: ELENA ANAYA vs NATASHA YAROVENKO


Tras la capa superficial de una piel desnuda se esconde algo más profundo; los sentimientos. Amor y tormento mimetizados bajo una luz artificial capaz de fundir ambos en un juego de miedos y atracción que de una forma tan natural como sencilla se desarrolla en la intimidad de las cuatro paredes de una habitación de hotel en la eterna y mágica ciudad de Roma, que en esta ocasión sólo intuimos.
La cámara de Julio Medem se apoya en una excelente fotografía e iluminación de Álex Catalán, que se convierte en el confidente y tercer personaje de la película. La luz insinuante del inicio, donde los miedos de las protagonistas están todavía muy presentes, se va desvaneciendo a medida que la película va avanzando, para primero envolverlas, luego acogerlas y finalmente ayudarlas a unir lentamente sus sentimientos.


El film comienza con un largo plano secuencia muy en la línea de el que Marco Bellocchio rodó en su film El Diablo en el Cuerpo de 1986, donde la cámara va retrocediendo de lo general a lo particular hasta introducirse en ese espacio íntimo que es la habitación donde se va a desarrollar la acción. Un reducido espacio que en contraposición, va a ser traspasado por un ordenador desde el que se puede visitar cualquier otra parte del mundo. Este matiz, junto a las imágenes musicales de la televisión que sirven a las protagonistas para ponerse a bailar, son los dos únicos sustentos exteriores (si obviamos las intervenciones de Enrico Lo Verso) de un universo interior repleto de las confidencias que sólo se cuentan a un extraño, quizá porque suponemos que éste no nos va a a juzgar, y como decía Tennesse Williams: "siempre he confiado en la bondad de los extraños".
Si la luz es importante en el estado anímico de las protagonistas en el desarrollo del film, no menos importante es la secuencia musical de la película, en la que la aparición a lo largo de la misma de la magnífica canción de Russian Red Loving Stranger nos anuncia un cambio en la relación sentimental de sus protagonistas, en unos fundidos sonoros apoyados por los giros que la cámara de Medem hace en busca de los personajes de los cuadros presentes en la habitación (mudos espectadores de la acción) y que finalmente se detienen en el cupido que pende del techo, y que siempre está dispuesto a lanzar su flecha con el objetivo de alcanzar a algún corazón solitario.
Habitación en Roma es una película de encargo en la carrera de Medem, pero a pesar de tratarse de un remake de la chilena En la cama (2005) es una película de autor, donde los rasgos característicos del cine del director donostiarra se dejan ver sin dificultad, y en el que Elena Anaya protagoniza sin duda uno de los mejores papeles de su carrera (a la altura de el de Nawja Nimri en Los Amantes del Círculo Polar, una de las mejores películas del cine español; o el de Enma Suárez en La Ardilla Roja) y se convierte en el alma de este proyecto, donde da vida a una mujer atormentada por su pasado, que sin embargo no renuncia a la búsqueda de la felicidad y el amor entre los rescoldos de su ruina. En este sentido, el juego de las mentiras iniciales darán paso a las verdaderas confidencias entre dos personas perdidas en la noche romana, que consiguen conectar con las partes más ocultas del ser humano, para una vez conscientes de ello, sentirse de nuevo desdichadas. La labor interpretativa se completa con la agradable sorpresa que es Natasha Yarovenko, que en su papel de fémina conquistada da perfecta réplica interpretativa a la magistral y envolvente Elena Anaya.

Más allá de la arriesgada desnudez de sus protagonistas, Habitación en Roma es una película llena de sensualidad, intimista, inmensamente plástica en escenas como la de la bañera tintada de rojo y de lento desarrollo, pero totalmente veraz y sin trucos de artificios que nos muestra lo más profundo y esencial del ser humano; los sentimientos del amor, el miedo y el tormento.

jueves, 13 de mayo de 2010

JESÚS NIETO JURADO PRESENTA SU NOVELA EL AÑO DE LA RUBIA EN MADRID



Mañana 14 de mayo, Jesús Nieto Jurado presenta su última novela El Año de la Rubia en Madrid, en un acto que se celebrará en el Cafe Libertad 8 de Madrid (C./ Libertad, 8, que se encuentra detrás de la Gran Vía madrileña) a las 20,00 horas .

El Año de la Rubia, se trata de una novela lírica, a medio camino entre el relato lírico y el diario íntimo, donde, en palabras del autor "se manifiesta todo ese universo de temores, anhelos, y desamores, sobre todo desamores, que suceden en esa inestable generación, la del botellón, que se come los apuntes por la mañana y devora la vida por las noches". En el libro, Jesús Nieto muestra una galería de prototipos, de personajes fácilmente reconocibles en cualquier noche de la ciudad, y lo ejecuta bajo "el trasfondo de una historia romántica, obsesiva, pornográfica a ratos y lírica siempre" en la que "pareciese resonar una constante ranchera de José Alfredo hablando de cantinas, copas por beber y venganzas", según afirmó el escritor, que ubica su obra en la "estética del fracaso" y que reconoce en El Año de la Rubia el magisterio y la influencia de Francisco Umbral y Juan Marsé.

En palabras de Jesús Nieto, "El Año de la Rubia habla del desencanto precoz, de la escritura como motor configurador del mundo y del desamor como pilar de una existencia literaria y atormentada. Bajo el telón de fondo de la generación del botellón, el autor indaga en los escombros del primer amor, las obsesiones y la primera bohemia".

Jesús Nieto Jurado, es un integrante y precursor de la denominada "Generación lírica del botellón". Columnista, investigador en Literatura y Periodismo y actor eventual de doblaje es autor de Contra los tontos por ciento, recopilatorio de su obra periodística; de Estos tristes pájaros, Premio Literatura Joven 2006.

• Más información: jnjproducciones@gmail.com y en http://www.jesusnietojurado.com/

miércoles, 12 de mayo de 2010

MALA MÁLAGA: VARIOS AUTORES



A veces, la literatura te regala sorpresas que por mucho que te pongas a soñar, nunca habrías imaginado, y de paso, ayuda al destino a unir lazos y caminos que en principio no estaba previsto que llegasen a encontrarse. Este libro de relatos, me llegó en forma de regalo a través de las manos de un amigo, que me lo dedicó de una forma tan sencilla como sincera: “con afecto para una larga relación literaria y cultural”.

En primer lugar, hay que felicitar a la Editorial del Planeta Rojo por editar iniciativas literarias que combinan la novedad con la posibilidad de conocer a artistas consagrados y autores noveles bajo un mismo punto de encuentro, que en este caso, es la parte oscura de la ciudad de Málaga, es decir, de aquello que en principio no queremos ver o desechamos de antemano, lo que nos permite conocer, además de artistas y formas de expresión de lo más variadas, lugares y personajes que de otra manera nunca conoceríamos. Pero en esta ocasión, la diversidad anteriormente ensalzada, también se convierte en el talón de Aquiles de este proyecto, pues algunos de los relatos incluidos en este libro, no pasan de ser meras anécdotas o divagaciones que no encuentran acomodo en la estructura formal de lo que se entiende en el ámbito literario como un relato corto, lo que devalúa de alguna forma el resultado final de tan magnífica e interesante iniciativa. En este sentido, y sin querer ser muy exhaustivo, un cuento se caracteriza por tener un mismo tono, un ritmo único o la misma puntuación, combinando a su vez intensidad y tensión, y son un medio de expresión, en donde los grande escritores son capaces de llegar a mostrarnos la regla de oro del arte literario que no es otra que la omisión, amén de la tan manida estructura de la historia evidente y la historia cifrada que sólo aparece al final del cuento.

Dicho lo cual, cabe destacar el relato que lleva por título Contra el día, del poeta Álvaro García, que desde una premisa tan sencilla como es la entrega de una tesis, es capaz de dotar a la acción del relato de un paralelismo que no nos cuesta comparar con el de la propia vida, en concreto, con las etapas en las que ésta se divide y que culminan con un magnífico final, cuyo cláusula de cierre recuerda a esos magníficos finales de las películas de Ettore Scola (véase, La Familia), donde en unas pocas palabras se cubre todo un gran espacio vital, que fuera de reducir la capacidad de interpretación del final de la historia que se trata de contar, nos abre un gran abanico de posibilidades con las que reconfortar nuestra curiosidad literaria y existencial.

Del mismo modo, que en el relato titulado Muerte entre Langostinos, del periodista y escritor malagueño Jesús Nieto Jurado, podemos ver reflejado sin mucha dificultad un estilo que se acerca al del gran escritor Francisco Umbral, con expresiones cercanas a su léxico como: “allí estaban los dos, dialogando sobre poesía y destinos exóticos; ella con su traje de noche ceñido, bien escotado, y él, porteño y cabrón, sosteniendo la cámara como una evocación netamente fálica que la sumía…” lo que sin duda le convierten en una firme esperanza de las letras patrias, algo que trata de confirmar con su flamante nueva novela que lleva por título El año de la rubia. Aunque a este buen relato, Muerte entre langostinos, le sobra el último párrafo, donde el protagonista se encuentra en la cárcel junto a su gato, lo que en este caso le quita espontaneidad y fuerza a una historia de celos y pasión perfectamente relatada y magníficamente acabada en la escena del bar.

En cuanto al relato titulado San Julián del historiador y escritor Cristóbal Villalobos, quizá sea el que engendra la historia más apropiada para un relato corto, en él, se nos ofrece la posibilidad de conocer algunos de los rincones más peculiares y olvidados de la ciudad de Málaga, en un relato que combina a la perfección la intriga, con el pasado de la ciudad y la investigación de un hechos en principio enigmáticos y cotidianos para su narrador. Todo ello, bajo la sombra del antiguo centro psiquiátrico penitenciario malagueño de San Julián.

Y quiero dejar para el final, el relato de Ibán Munárriz, La Noche Antes de Partir, donde de una forma intensa, se relata la experiencia vital de una persona que trata de esquivar a su destino cuando sabe que finalmente nada, ni nadie, logrará salvarle de él. El relato comienza con una magnífica frase que nos muestra desde le principio el lugar a dónde nos quiere llevar su autor: “tenía pocas horas para salvarse, pero no terminaba de creerse su destino”. El estilo de Munárriz se acerca a la luminosidad y claridad del primer Fitzgerald o a la brillante rudeza de Marsé, donde cabe destacar la gran construcción de frases creadoras de imágenes y sensaciones muy reales y cercanas a aquello que nos trata de contar, lo que sin duda es un ejemplo de buen ejercicio literario, algo de lo que no carece la trayectoria de este escritor novel de origen navarro con títulos como El Secreto y La Ciudad sin Cielo, que estuvo a punto de ser finalista en el 3º Concurso Literario que la editorial Book and You organiza a través de El Corte Inglés.

domingo, 9 de mayo de 2010

NOCHE LOCA


Por qué nos casamos, tenemos hijos y queremos vivir en una bonita casa en las afueras, si al parecer después de conseguir todo aquello que en la sociedad actual parece ser el paquete básico para ser pasaportado a la cumbre de la felicidad no somos felices. Parece, que estando tan ocupados en nuestros menesteres cotidianos, la rutina se va apoderando de nuestras vidas y no nos damos cuenta que al final no somos felices porque nos falta lo esencial: una vida auténtica o real y no prefabricada por otros.


Esta parece ser la premisa inicial de este film, que con el transcurso de la película, comprobamos que sólo es una excusa para la concatenación de una multitud de situaciones absurdas, que en el fondo, son lo mejor de un film que no acaba de naufragar gracias a la interpretación de sus dos protagonistas, Steve Carell y sobre todo Tina Fey, capaces de asumir y salir airosos de las situaciones más surrealistas con las que se van a tener que enfrentarse por un malentendido con una reserva en un restaurante chic de Manhattan.


Es en ese recorrido sin rumbo de los dos personajes por las calles desiertas de la ciudad, es cuando asociamos sin dificultad ciertas similitudes con la película de Scorsese ¡Jo qué noche!, pero que para nuestra desgracia se queda en eso, en un mero juego de intenciones, pues el verdadero recurso fílmico de Noche Loca, es el de una comedia de acción que los grandes estudios cinematográficos de Hollywood, cada vez más, nos meten en la cartelera para que vayan a verla esos matrimonios aburridos que al parecer abundan en todo el planeta.


En el reparto de actores secundarios, destaca Mark Wahlberg como salvador del matrimonio acosado por la mafia, y también podemos ver entre otros, a Ray Liotta en el papel de mafioso y a una casi desconocida Leighton Meester (Blair Waldorf en la serie Gossip Girl) en el papel de canguro. En contraposición a todo ello, una vez más, sorprende la elección de la banda sonora de la película, que a pesar de la escasez canciones, éstas se han escogio con verdadero buen gusto, lo que siempre reconforta.
Noche Loca, en el fondo parece querer decirnos que tengamos mucho cuidado con aquello que hacemos para salir de nuestra rutina diaria, o dicho en un tono más poético, ten cuidado con ver cumplido aquello que verdaderamente deseas, no vaya a ser que se vuelva en tu contra. Una moralina que se derrumba por las intenciones del film y su acción desbordante.

viernes, 7 de mayo de 2010

EN EL CENADOR: JANE BOWLES


Con la ayuda del Instituto del Libro de Málaga, la Editorial Alfama ha publicado esta obra de teatro de la autora norteamericana Jane Bowles, bajo el acertado título de En el Cenador, pues su título original en inglés In The Summer House, en su literalidad se traduciría como En la Casa de Verano, pero como muy bien apuntó el traductor de esta edición, Carlos Pranger, en el acto de presentación del libro que se celebró dentro del ciclo que el Ayuntamiento de Málaga dedicó a Jane y Paul bajo el nombre de El Mundo de los Bowles el pasado mes de abril, la acepción de la casa de verano no es otra que la del cenador que existe en los jardines de los chalets.
Por tanto, hay que empezar destacando el magnífico trabajo en la traducción de Carlos Pranger, que por supuesto, no se queda sólo en el oportuno cambio del título ya mencionado, sino que se extiende en la habilidad para trasladar al castellano la agilidad de los diálogos existentes a lo largo de la obra de teatro, lo que por un lado hace justicia a la escritora, y por otro, resalta ese genio vivo y despierto que poseía Jane y que a modo de regalo Carlos Pranger nos deja en este trabajo.
El libro comienza con un prólogo de Paul Bowles, en el que nos relata las distintas vicisitudes que atravesó la obra hasta su estreno, entre las que cabe destacar, la falta de entendimiento de Jane con la actriz encargada de dar vida a la Sra. Gertrude, o el rechazo que Jane hizo de James Dean en el papel de Lionel. Asimismo, en la contraportada, se ha insertado una pequeña aunque muy esclarecedora declaración de intenciones respecto de la obra de Truman Capote, gran amigo de Jane.
Desde la presentación de En el Cenador en el Playhouse Theatre de NewYork el 23 de diciembre de 1953 bajo la producción de Oliver Smith y la dirección de José Quintero, ha pasado ya mucho tiempo, sin embargo, la frescura de unos personajes dominados por sus miedos y angustias nos sirven para calibrar el nivel de sufrimiento e incertidumbre que Jane tenía ante el mundo y los seres humanos que la rodeaban. Lo que se plasma en las dos parejas de madre e hija existentes en la obra, en donde éstas representan el papel de hijas a la fuga, y que son un arquetipo de la liberación en las costumbres de las rígidas familias americanas y un anticipo de los beats, el rock y los hippies.
Desde el punto de vista formal, la obra de teatro se estructura en dos actos y cinco escenas que se reparten entre un cenador, una playa, un jardín y un restaurante. Escenarios sencillos, que se mezclan a la perfección con la aparente normalidad de unos personajes banales (algunos de ellos), y profundamente angustiados otros, a la espera de su salvación. En este sentido, en el último arquetipo de personajes, el destino juega un papel determinante, pues aún siendo dueños de él, estos personajes reniegan de tal poder de decisión para dejarse llevar por unos acontecimientos que les alejan del lugar donde realmente quieren estar, que en algunos casos será una casa cerca del mar y en otros un cenador.
Los personajes principales de En el Cenador, la Sra Gertrude Eastman Cuevas y su hija Molly conforman una extraña pareja, y que sin duda, son el alter ego de Jane y su madre. Dúo que es contrarrestado por la otra pareja madre e hija existente en la obra, la Sra. Constable y su hija Vivian, lo que nos dice muy a las claras la extaordinaria importancia que para Jane tuvo la relación filial madre e hija, sólo contrapuesta en este caso por la presencia masculina del novio de Molly, Lionel, y que como muy bien expresa Carlos Pranger "representan la angustia, la frustración y el trauma de no poder vivir la vida que ella deseaba".
En el fondo Jane, esa cabeza de gardenia a la que hacía referencia Truman Capote, necesitaba de su alborotada y caótica vitalidad para lanzarse al más tortuoso de los caminos: su salvación.
Continuará...

martes, 4 de mayo de 2010

THE GOLDEN FILTER: VOLUSPA


Chorros dorados de música electrónica nos sumergen en una envolvente sensación de bienestar a medio camino entre lo mágico y lo celestial.
Bajo la sensual voz de la diosa Penélope Trappes, encarnada en musa de la dicción acústica electro pop del momento, y con la ayuda de Stephen Hindman mezclando sonidos imposibles, The Golden Filter nos reparte ritmos y sensaciones cercanos a Goldfrapp en unos casos, y hedonismo (del que le sobra a Pet Shop Boys) repartido a una cadencia a veces frenética. Lo que nos da como resultado, un primer trabajo contundente en sonido y producción, y una sensación de aire fresco matinal de querer apoderarse del espectro musical cercano a las pistas de baile, con la sutil diferencia con respecto a la mayoría de los grupos actuales, de envolvernos en escenarios donde es posible emborracharse de danzas a medo tempo, como es por ejemplo su tema The Underdogs, cuya suavidad te acaricia esa parte del alma que rara veces te llegan a tocar por distinta y original.


Estos pseudoneoyorkinos en busca de nuevas oportunidades, han sabido darse una gran chance con temas como Solid Gold (su primer single), Hide Me o ese temazo que es Thunderbird, todos ellos servidos como un inteligente adelanto de un sorprendente y elaborado primer CD.
The Golden Filter, van a pasar a formar parte sin duda, de esa discoteca necesaria en los momentos que uno necesita recargarse las pilas, de un buen número de nuevos correligionarios que se van a adherir a ese gran filtro dorado envuelto bajo el nombre de Voluspa, como referencia al gran poema épico de la literatura noruega.

domingo, 2 de mayo de 2010

ÁNGEL SILVELO FINALISTA DEL XVIII CONCURSO LITERARIO DE SAN MARTÍN DE VALDEIGLESIAS 2010


De entre los 800 trabajos presentados, el jurado del premio ha tenido a bien seleccionar mi trabajo entre los finalistas del XVIII Concurso Literario de San Martín de Valdeiglesias 2010. Como no he sido el ganador, y no se ha revelado el título del relato corto por mí presentado, yo tampoco lo desvelo, pues se halla inmerso en otros concursos.


¡Vaya año! y que siga por favor.

EN EL LÍMITE DEL AMOR


Unos definidos y marcados labios rojos, sobre un rostro medidamente blanco, sirven para iniciar el relato de esta película y casi el final de la misma. Una imagen sugerente que marca el camino entre un prometedor inicio (bajo el subterráneo londinense) y un decepcionante final (en las verdes praderas galesas).


En un momento de la pelícua, Dylan Thomas (Matthew Rhys) ante la pregunta de Vera Phillips (Keira Knightley) ¿por qué necesitas que todo el mundo te quiera?, él la responde, porque todos necesitamos ser queridos. Y es en ese caprichoso y magnético juego de atracción en el que se mueven los protagonistas a lo largo del film, donde los límites del amor poco a poco les van jugando malas pasadas, y en donde aquello que se quiere poseer nunca se logra tener en el momento adecuado. En el caso de Dylan Thomas porque el poder de sus palabras cargadas de lo que él entiende como gran fuerza poética trágica, se pierden en la ausencia de una postura comprometida ante los demás y ante sí mismo, lo que le convierten en un caprichoso niño mimado que vive a expensas de los demás en el más amplio sentido de la palabra.


Pero En el Límite del Amor no es un biopic del poeta galés (algo que puede parecer a primera vista), pues la carga narrativa y dramática de la película se sustenta en la relación que mantienen su mujer Caitlin MacNamara (Siena Miller) y Vera Phillips (Keira Knigthtley), en un reto interpretativo que ambas cumplen más que sobradamente, y que sin duda son lo mejor de este film que naufraga en la consistencia narrativa de la propia historia y en la forma de desarrollarla. En este caso, Knightley nos recuerda sin mucha dificultad otros papeles de época como el que interpreta en películas como Expiación, y Siena Miller nos atrapa sin dificultad en unos primeros y comprometidos primeros planos de su rostro, haciéndonos olvidar su faceta más frívola de celebritie de revista del corazón. A este elenco de actores, hay que añadir al Capitán William Killick interpretado por Cillian Murphy que da a su papel una fuerza a veces arrebatadora con el poder de su mirada.


En el Límite del Amor es ante todo un ejercicio fílmico estético, en el mejor estilo del cine inglés recreador de épocas. En este caso, la acción se sitúa en la Segunda Guerra Mundial, y los escenarios arquetípicos de tal situación, se dividen en los túneles del metro, en los salones de baile y en los pubs, en los que sobresalen un magnífico tratamiento de la luz, que convierten el relato en decadente y ensoñador a partes iguales. De ahí, que haya que destacar el trabajo desarrollado por Jonathan Freeman, al que acompaña una envolvente música, obra del gran Angelo Badalamenti.


En definitiva, En el Límite del Amor se desenvuelve sin dificultad en los terrenos estrictamente formales de lo que entendemos debe tener una película, pero le falta ese otro elemento tan importante como es el alma de una historia que no acaba de enganchar.