Angelik Acid, hicieron acto de presentación en la Sala Boite de Madrid, el pasado miércoles 9 de junio, al ritmo del tema Intro. Una canción instrumental, que fue ganando en intensidad, y que contenía todos los ingredientes de la música del grupo: contundencia, unas guitarras oscurecidas y unos bajos potentes y demoledores.
Cuando el personal se estaba acostumbrado al ínfimo escenario, que no se comportaba como un espacio fronterizo entre grupo y público, sino todo lo contratio, apareció ella, y los ojos de los asistentes se quedaron colapsados al ver a esta nueva heroína del panorama musical español, con un cardado de pelo (que años a) uno no veía, y que sin duda nos trasladaban a las imágenes de Alaska, Ana Curra o la propia Siouxsie (Siouxsie and the Banshees), pero en versión rubia.
Velouria (nombre elegido de una canción del grupo estadounidense del rock alternativo Pixies)estrenó su fuerte voz con el tema que abre Delayed, Out of Time y nos trasladó a otra música, otros ritmos y otra estética que ya teníamos olvidados. Ella simboliza a una Pocahontas cyber punk que capitanea una tripulación con ganas de demostrarmos por qué estábamos allí.
La música de Angelik Acid recuerda sin mucho esfuerzo a algunas de las mejores versiones de los ochenta y noventa. En algunos momentos, creíamos estar viendo a unos resucitados Ana Curra y Eduardo Benavente (Parálisis Permanente), con la diferencia sustancial en la maestría musical de unos músicos muy trabajados, y que a pesar de estas evidentes influencias, barnizan su música con tintes propios que los sitúan al otro lado del aburrido y machacón panorama musical pop-rock español. Y en otros momentos, nos vinieron los sonidos desgarrados de las guitarras y sintetizadores de los primeros New Order en temas magistrales como The Lost Seeds.
La actuación de Angelik Acid se basó en los diez temas de su primer cd Delayed, a los que unieron tres canciones más, la mencionada Intro, Mr. Routine y la versión del grupo Roxette The Look, a la que Velouria impuso un paso mililtar sobre el escenario y a la que supieron dotar de un matiz muy personal. También escuchamos el single I want to con Matías en el escenario haciendo voces junto a Velouria.
La actuación terminó con un bis a petición mayoritaria del público, en el que de nuevo interpretaron Under the Covers, al parecer santo y seña del grupo, como la canción Black Party ampliamente bailada y coreada por el público asistente. Pero sin duda, y casi al final, pudimos escuchar ese diamante en bruto que es su tema One Way to Return, una gran canción que posee todos lo ingredientes para convertirse en un himno, y que como muy bien nos apuntaba Jordi Claver antes de empezar el concierto, la habían dejado para el final en el disco porque a ellos les gusta ofrecer lo mejor al final, lo que a ciencia cierta es verdad, a lo que nos añadía que para él, era la canción perfecta para este inminente y prometedor Mundial de Fútbol 2010.
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