Disfrazar el mundo de sinergias que nos conducen fuera de
lo anodino y lo cotidiano hasta depositarnos en las llanuras de lo excéntrico,
de lo raramente bello, de lo en verdad necesario, es una muestra de las
múltiples cualidades que posee la música sobre nuestros sentidos y, que en el
caso de Berlina y su disco Desértico, son una muestra de ello y
de la amplitud de fronteras que en ocasiones somos capaces de atravesar a la
hora de perseguir nuestro sueño, o esa ansiada libertad que en demasiadas
ocasiones no somos capaces de ver aunque la tengamos al alcance de la mano. Sin
embargo, Berlina sí sabe dónde está ese botón mágico y lo descubre con
distorsiones musicales bajo oscuras pulsiones pop-rock que mezclan el shoegaze más oscuro hasta el post-punk y
ese rock psicodélico de los setenta que tan bien ejecutan sus admirados Nudozurdo.
The Verve también podría ser otro tronco al que agarrarse en este río
de bravas notas y melodías abruptas que reproducen los ecos de aquello que
vemos en un tamiz, donde las sombras que se proyectan tras él nos incitan a
poseer aquello que soñamos. De la mano de Manuel Cabezalí en la
producción, Berlina son capaces de amoldar las distopías a un lenguaje
sensorial que recapacita sobre la densidad del aire que respiramos, y, que
ellos, conscientes de esa extraña capacidad, nos proporcionan el antídoto
necesario para que lo sólido se transforme en líquido y éste a su vez en
gaseoso, para que podamos asimilarlo como si el mundo fuese una gran nebulosa.
Esa propiedad de romper con lo cotidiano es lo que convierte a las canciones de
Berlina
en puro éxtasis sonoro que desemboca en propuestas reverberantes como las
cuerdas de sus guitarras, y en otras muy densas, tanto, como son capaces de
consumar esas mismas cuerdas.
Desértico de Berlina
es un caleidoscopio que nos permite observar los múltiples caminos que nos
invitan a recorrer sus canciones, instrumentales como la poderosa Futuro
imperfecto que abre el álbum, o la enigmática Un viaje entre nubes rojas
que está justo en el centro del setlist
del cd. Sin embargo, este grupo mitad madrileño mitad abulense, no descuida los
ritmos sustentados en sonoras cargas de urgencia al estilo de los míticos Kaka
de Luxe o Parálisis Permanente con Eduardo Benavente a la
cabeza, o por qué no, de los Siouxsie and the Banshees en Desértico,
sin por ello, dejar de explorar territorios más evanescentes como en Tu voz
sumergida, una canción sugerente donde las haya, o como en Perdidos,
donde la versatilidad del grupo se hace más amable y sin embargo evocadora. Esa
otra cara del grupo, más aguerrida, nos llega con temas como 2 de dragones,
donde las guitarras son más ácidas, dejándonos santo y seña de las múltiples
posibilidades del grupo que, no por ello, huyen de mirar hacia la línea del
horizonte, porque con esa mirada perdida se despiden a través del tema, Desde
donde mira el sol, una canción con una intro
en forma de nana sonora que, una vez más, se rompe en una especie de tela
acústica que nos abriga con un estridente juego de guitarras que más tarde
deviene en una profunda cascada de sensaciones, quizá, porque Berlina
interpreta distorsiones musicales bajo oscuras pulsiones pop-rock.
Ángel Silvelo Gabriel.
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