lunes, 28 de noviembre de 2011

HAPPY THANK YOU MORE PLEASE: EN BUSCA DE LA FELICIDAD O LA NECESIDAD DE AMAR Y SER QUERIDO.

Una y otra vez nos recuerdan que el amor es el sentimiento más importante de todos los posibles, y el que mueve el mundo sin necesidad de dar pedales o ser rico. Josh Radnor (Sam), y a la postre, escritor, director y protagonista de esta cinta, nos da su particular punto de vista acerca de eso que llamamos amor, si bien, él intenta desfragmentarlo en las diferentes etapas por las que pasan las parejas en su búsqueda y hallazgo, e incluso, en el amor universal que un hombre puede sentir por un niño y viceversa, como una muestra de eso que llamamos amor puro. Aparte de este matiz sentimental, la puesta en escena de esta Happy… se basa en la importancia que hoy en día tienen las relaciones de amistad entre los componentes de la generación que supera la treintena sin llegar a la cuarentena, encontrando en ese tipo de intercambios, el verdadero equilibrio que no son capaces de encontrar por sí mismos ni con sus respectivas parejas, a lo que Radnor, impregna de una buena pátina indie en la música, en la luz con la que rueda sus escenas, y en el prototipo de personajes desubicados en una casi anónima Nueva York, paradigma del mundo moderno a todos los niveles, y que en esta ocasión, es simplemente eso, una referencia verbal más que visual.

La búsqueda de la felicidad se convierte, por tanto, en un icono del que se ha oído hablar muchas veces, pero que nadie sabe con certeza si existe, pues las vidas de los personajes, transcurren en un devenir frustrado y frustrante por los condicionantes personales con los que cada personaje se enfrenta a eso que hemos dado en llamar “nuestra vida” o “su vida”. No obstante, a pesar del cliché manido que se emplea en la película sobre el tema, hay algo en los actores y en la trama que te deja con una sonrisa en la boca, porque en el fondo, todas y cada uno de las vidas que se retratan en Happy… parece que terminan por encajar, aunque sea en ese hueco en el que ninguno de ellos había esperado terminar posicionado. Y esa sensación de bienestar, es sin duda una herramienta muy importante en el devenir del film, sobre todo, en los tiempos que corren, donde cada día y en cada minuto, nos recuerdan lo poco que nos queda para seguir continuando con nuestras actuales vidas; y como dice uno de los personajes en la película: ¿felicidad?, gracias, más por favor…

Reseña de Ángel Silvelo Gabriel

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