El motivo era la recaudación de fondos para el Programa de Ayudas por Tolé y Llano Ñopo en Panamá; pero la excusa era escuchar música, y eso fue lo que hicimos en el teatro del Colegio Mayor Elías Ahúja, sito en la Ciudad Universitaria de Madrid.
El escenario, y el entorno que le acogía, nos hicieron rememorar otros tiempos de penitentes anocheceres por los locales de conciertos de Madrid, pero hoy, los sonidos y los grupos eran diferentes, y como diría el bueno de Julio Ruiz en su Disco Grande, el cartel del festival estaba formado por: Cool, Calle París, María Villalón, Second, Labuat y Marwan, aunque no hicieron acto de presencia en el escenario en ese orden.
En primer lugar tocaron Cool, interpretando tan sólo dos temas, lo que dejó un tanto fría dada la baja voz de su cantante y un sonido que dejaba bastante que desear, lo que no conformó a un público dispuesto a divertirse desde sus butacas de patio.
La animación llegó con la presentadora del festival, que no era otra que la famosa Mireia (ex novia de Ronaldo y otros etcéteras) y que seguiría, con el que para mí fue la revelación de la noche, el cantautor Marwan, con una cercanía y una grandilocuencia en el escenario digna de mención, y que consiguió reconfortar el ánimo y aunar el criterio unánime de los asistentes en su favor. Comenzó su actuación, con la canción Palabra por palabra y la sola compañía de su guitarra acústica, que desenchufó para darle un carácter más íntimo y cercano a la interpretación, consiguiendo meterse al público colegial en el bolsillo y a todos los que allí estábamos escuchándole. Después vinieron Dos Ángeles, El Chándal, y se despidió con Canción a su padre, destacando en todas ellas unas letras originales e imaginativas y de gran calidad compositiva.
Entre actuación y actuación, pudimos deleitarnos con las habilidades de algunos de los residentes, que pasaron desde el baile a lo Michael Jackson de un estudiante de Telecomunicaciones que fue muy vitoreado, hasta la interpretación sandunguera y guasona de una rumba de otro residente.
El escenario, y el entorno que le acogía, nos hicieron rememorar otros tiempos de penitentes anocheceres por los locales de conciertos de Madrid, pero hoy, los sonidos y los grupos eran diferentes, y como diría el bueno de Julio Ruiz en su Disco Grande, el cartel del festival estaba formado por: Cool, Calle París, María Villalón, Second, Labuat y Marwan, aunque no hicieron acto de presencia en el escenario en ese orden.
En primer lugar tocaron Cool, interpretando tan sólo dos temas, lo que dejó un tanto fría dada la baja voz de su cantante y un sonido que dejaba bastante que desear, lo que no conformó a un público dispuesto a divertirse desde sus butacas de patio.
La animación llegó con la presentadora del festival, que no era otra que la famosa Mireia (ex novia de Ronaldo y otros etcéteras) y que seguiría, con el que para mí fue la revelación de la noche, el cantautor Marwan, con una cercanía y una grandilocuencia en el escenario digna de mención, y que consiguió reconfortar el ánimo y aunar el criterio unánime de los asistentes en su favor. Comenzó su actuación, con la canción Palabra por palabra y la sola compañía de su guitarra acústica, que desenchufó para darle un carácter más íntimo y cercano a la interpretación, consiguiendo meterse al público colegial en el bolsillo y a todos los que allí estábamos escuchándole. Después vinieron Dos Ángeles, El Chándal, y se despidió con Canción a su padre, destacando en todas ellas unas letras originales e imaginativas y de gran calidad compositiva.
Entre actuación y actuación, pudimos deleitarnos con las habilidades de algunos de los residentes, que pasaron desde el baile a lo Michael Jackson de un estudiante de Telecomunicaciones que fue muy vitoreado, hasta la interpretación sandunguera y guasona de una rumba de otro residente.
Y llegó el turno de Labuat, nombre bajo el que se cobija Virginia Maestro, la última trinfadora de Operación Triunfo, que redimió su sosería sobre el escenario, con canciones y ritmos que fueron desde la música de cabaret hasta la bosanova de Carta de Otoño, en las que se dejó muestras de una buena voz a la hora de interpetar, y la sensación de ir buscando un estilo propio muy poco afín a los triunfitos ya de sobra conocidos por todos.
Pero sin duda, cuando salieron Second al escenario, lo llenaron de una calidad y una categoría que cada vez asombra más, reinterpretando cinco de sus mejores canciones en un concierto acústico para recordar. Sencillo, directo, impactante y estremecedor en la cercanía y en una maestría a la hora de tocar y cantar que llenaron con chorros de felicidad nuestros corazones. Una a una, fueron sonando, Rincón Exquisito, Palabras, Rodamos, Algo y Todas las Cosas, que sirve para cerrar lo que es su actual gira, y en la que invitan a subir al escenario a aquel que quiera cantarla con ellos. Magistral José Angel en la voz, y no menos excepcionales el resto del grupo, siendo capaces de sacar sonidos programados de un mini teclado Casio de juguete; increíbles. Y como hice ya en la crónica de su concierto en Madrid, recojo aquí frases de sus canciones: refugiarme en las estrellas, de Palabras; o un soplo de amor a nuestros cuerpos, de Rodamos.
Después llegó Maria Villalón y su banda, que nos ofrecieron un concierto no acústico cargado de fuerza y rabia, que sirvió para levantar el ánimo de todos los jóvenes ahújos. Cabe citar, que María se quedó sin micrófono en la interpretación de su tercer tema, e hizo bajar el volumen a todos los instrumentos del grupo y se marcó un acapalea de lo más emotivo. Finalizando su actuación con el single La Lluvia, de su último trabajo.
El Festival acabó con la actuación del grupo Calle París, que interpretaron temas de su último trabajo, y por el que recibieron el Premio 40 Principales al Mejor Artista Nuevo en la edición del 2009.
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