miércoles, 27 de enero de 2010

CHARLOTTE GAINSBOURG: IRM


La búsqueda de nuevos registros, está llevando a los cantantes actuales a explorar más allá del universo sonoro hasta ahora conocido, o eso es lo que debió pensar Charlotte Gainsbourg a la hora de afrontar la creación de sus nuevas canciones, cuyo sonido dice, y en alguna de ellas así es, se quieren acercar a la sinfonía sonora que producen las máquinas que nos realizan las resonancias magnéticas. Este viaje, que en sí mismo es extraño a la vez que arriesgado, necesitaba de la compañía de alguien que tuviera la suficiente experiencia en sonidos experimentales y atrevidos; y Charlotte debió pensar que quien mejor que Beck, para plasmar en música sus obsesiones debidas al grave accidente de esquí naútico y sus consiguientes y continuas visitas a la máquina de las resonancias magnéticas.

IRM se grabó mientras la cantante estaba rodando Anticristo, su última película a las órdenes de Lars Von Trier, lo que también queda reflejado en la cacofonía de sonidos, tan estridentes como estremecedores, de las canciones de este IRM. Su primer single Heaven can wait así lo demuestra.

Pues eso, que la actriz-cantante anglo-francesa, nos intenta convencer con su tercer álbum (IRM) que sus metas musicales van más allá de los leves susurros que la acompañaban en sus anteriores trabajos.

martes, 26 de enero de 2010

QUÉ VERDE ERA MI VALLE



En la actualidad, el espacio reservado al cine clásico en la televisión es totalmente residual. No obstante, el fin de semana pasado, al volver a casa precisamente de ver una película en el cine, pude disfrutar de este clásico del cine en blanco y negro, que narra la epopeya familiar de los Morgan y el pueblo minero donde viven, a la que John Ford retrata con grandes tintes melodramáticos y épicos a partes iguales.

Qué verde era mi valle, es una historia relatada en flashback por Huw (Roddy McDowell), el pequeño de los Morgan, y el recuerdo que su mirada de niño todavía retiene en su memoria, cuando al volver al pueblo, contempla en lo que se ha convertido éste (si acaso un fantasma de sí mismo). La montaña y el campo que circundaban a la villa, han desaparecido por una inmensa montaña de carbón.

El inicio de la sociedad industrial le sirve de excusa al gran John Ford, para trasladar a esta época de la historia su particular universo fílmico, en el que una vez más, podemos ver reflejados aquellos temas que siempre le han obsesionado, como son: la desintegración de la familia, el amor imposible y la heroicidad de unos personajes ante las circunstancias adversas que les han tocado vivir. En este sentido, la acción de la película se va desarrollando en una sucesión de imágenes que retratan, e intentan mostrar las costumbres del pueblo minero, mediante escenas que muy bien podrían ser tratadas como pequeños escenarios independientes, sin otra conexión que el relato de unos acontecimientos en lo que se ven inmersos sus personajes sin que éstos puedan hacer nada por librarse de ellos.

El reparto está encabezado por Walter Pidgeon, y una jovencísima Maureen O’Hara, que junto a Roddy McDowell y Donald Crisp, encabezan un reparto coral en el que se dota de gran protagonismo a los números musicales del cancionero popular galés.

Cabe recordar, que este magnífico relato, se llevó el Óscar a la mejor película en el año 1941, imponiéndose entre otros, a títulos como: La Loba, de William Wyler; El Halcón Maltés, de John Huston; Sospecha, de Alfred Hitchcock; De Corazón a Corazón, de Mervyn LeRoy; Sargento York, de Howard Haws y Ciudadano Kane, de Orson Welles, lo que eleva a la categoría de mito, a este retrato en blanco y negro de la vida minera en el País de Gales.

domingo, 24 de enero de 2010

UP IN THE AIR


La última película del realizador Jason Reitman utiliza el grave problema del desempleo como reclamo para exponer lo que sin duda es una de las características de la sociedad actual, la falta de comunicación entre las personas. Algo que parece querer expresar desde los bellos títulos de crédito, donde unas impactantes imágenes desde el aire, nos muestran la distancia que separan al avión de la tierra firme, como parábola entre la distancia que ha separado al mundo actual entre realidad y ficción.


George Clooney interpreta a un ejecutivo que recorre los EE.UU. despidiendo a los trabajadores de las empresas que contratan a la suya para hacer el trabajo sucio. Un empleo lleno de grandes dosis de psicología aplicada, que la frialdad del personaje que interpreta (Ryan) desempeña a la perfección, con artimañas muy estudiadas, que hacen frente a cualquier situación adversa, e incluso para que el perjudicado vea el despido como una oportunidad, versión ampliamente extendida en las Escuelas de negocios anglosajonas.


Pero Up in the air no va sobre esta parte oscura de la realidad de nuestros días, Jason Reitman ha trabajado en esta ocasión sobre el problema de las relaciones humanas, para lo que se ha servido de la novela homónima de Walter Kirn, escribiendo el guión de la misma, y por el que recientemente ha recibido el Globo de Oro en dicha categoría. A lo que hay que unir, una excelente realización y montaje, cuya máxima expresión es la trepidante acción inicial del film, donde se nos muestra de una forma magistral el ir y venir de los aeropuertos y toda su idiosincrasia en forma de coreografía de movimientos e imágenes (mención especial se merece la forma en que Clooney hace una maleta y lo que mete en ella).

Todo parece que va como quiere Ryan, camino de conseguir su sueño dorado, que no es otro que llegar a una cifra mágica de millas voladas por las que conseguirá la tarjeta de cliente super VIP de la compañía aérea y que tan sólo tienen seis personas antes que él, cuando en primer lugar aparece en escena Alex (Vera Farmiga), una ejecutiva que como él, pasa buena parte de su vida volando, y que su belleza y forma de vida, harán temblar los cimientos sentimentales de Ryan; y en segundo lugar, cuando su jefe le dice que una nueva ejecutiva Natalie (Anna Kendrick) ha implantado un sistema informático en la empresa que ya no hará falta que vuelva a seguir volando, lo que derrumba su sueño por un lado, y su forma de entender el trabajo por otra.
¿Encontrar a la persona adecuada, puede cambiar la filosofía de vida de los solitarios? en el caso de Ryan parece que sí, pues su relación con Alex le va transformando en una persona más cercana, incluso en su trabajo, cuando dentro de la hecatombe del despedidor aparece su lado más humano, herramienta que utilizará también con sus hermanas. Pero cuando todo parece que va tal y como Ryan quiere, la realidad que el distribuye cada mañana en su trabajo, al final le paga a él con la misma moneda, y le deja huérfano de un final feliz. Hecho que queda reflejado en una última frase final, donde nos dice, que si se le quiere buscar, sólo hace falta mirar a las estrellas, pues la punta de una de ellas, es el pico de las alas del avión donde el va viajando.
Up in the air, es una buena película a medio camino entre el melodrama y la comedia, con un George Clooney que borda su papel, y que con una sonrisa maliciosa, se lleva de calle a los espectadores, a lo que contribuyen sus compañeras de reparto con unas más que solventes interpretaciones (cabe resaltar la belleza de Vera Farmiga).
Up in the air, es una candidata clara al Óscar a la mejor película, si no fuera por el furor desenfrenado de las aventuras interestelares de mounstruos y guerreros que tanto gustan al gran público.
¡Ah! como nota final, decir que hacía mucho tiempo que no esperaba una cola tan larga para entrar a ver una película y no veía una sala llena, pues eso, bienvenidos de nuevo al cine.

viernes, 22 de enero de 2010

BOAT BEAM: PUZZLE SHAPES


¿Es posible partir de la fusión de una guitarra, una viola, un chelo y un piano para formar un grupo de música pop? Josephine Ayling debió pensar que sí, cuando harta de probar suerte en su Australia natal y de pasar después por Londres, llegó a Madrid con la necesidad de dar rienda suelta a sus ansias musicales, y de una forma accidental y pintoresca, primero se tropezó con Alisha Buttke, una norteamericana que toca la viola, y a continuación con Aurora Aroca, una madrileña que se encarga del chelo y el piano, a los que se une un batería.


De una mezcla tan inusual, no podría salir sino una música ecléctica a medio camino entre el pop armónico unas veces, el lirismo interpretativo de Alondra (con su voz de registros parecidos en ocasiones a Suzanne Vega), y la música de verbena, fiesta o de club en otras. Boat Beam son una singular mezcla de intenciones, estilos y formas de entender la música y los idiomas, que sorprendentemente responden con una perfecta sincronización tanto encima de un escenario, como cuando se ponen a componer.

Puzzle Shapes, su primer EP, cuenta con ocho canciones que sus fans podrán ver y escuchar próximamente en ciudades como Zaragoza, Barcelona o Cádiz (www.myspace.com/boatbeam). De entre todas ellas, resaltar el ritmo atrevido y la forma de interpretar el tema Falling Over (uno de los más escuchados en su página de myspace), o el remix del título que abre este cd, The Rain Pauly remezclado por Norton, o esa pequeña maravilla en forma de balada que cierra este Puzzle Shapes, Shadow Pool.

jueves, 21 de enero de 2010

TULSA: ESPERA LA PÁLIDA


Si te acercas a las composiciones de este grupo, te encontrarás con acordes sin estridencias, que contrastan con letras sencillas cargadas de desamor y desasosiego a partes iguales. Una música que podríamos tildar como de folk-rock intimista que no te deja indiferente.

Si a los nuevos grupos se les pide que sean originales y diferentes, Tulsa lo ha conseguido, tanto en la faceta acústica de sus composiciones, como en la parte de las letras. Espera la pálida es su segundo trabajo (y primer larga duración), que presentarán el próximo 2 de marzo en la Sala El Sol de Madrid junto a Cristina Rosenvinge (para más información consultar www.myspace.com/lavenganzadetulsa). Este nuevo CD, es un disco grabado en directo y más elaborado que su primer EP, y que incide en la búsqueda de un sonido propio, en el que vuelven a resaltar las letras de Miren Iza (que va camino de convertirse en un icono de la música indie española), y que como muy bien expresa ella misma, Espera la Pálida es un compendio de canciones más compacto y no tan disperso en el tiempo (en cuanto a su composición), como su primer y afamado Sólo me has rozado. Once canciones lo conforman, de las que Miren Iza se siente especialmente orgullosa de Te ofrecí, Araña y Tus flores.

Pero esta compositora del desamor y las adversidades, también está de actualidad por la colaboración en tres de las canciones del nuevo álbum de Bunbury, una actividad de la que se encuentra muy satisfecha, una vez superados los miedos e inseguridades iniciales, lo que no hacen, sino aumentar su estela de mito entre sus muchos seguidores. Incluso, se la puede ver en el videoclip del tema Frente a Frente (versión del tema de la conocida Jeannette), y que forma parte de Las Consecuencias, el nuevo trabajo de Bunbury.

martes, 19 de enero de 2010

TOBY

Mi perro me lleva a la carrera. Hoy está especialmente contumaz y tira de mí hasta que llegamos a la estación. Me obliga a entrar en el vestíbulo. Se para y observa. Si la policía lo viera, no dudaría en incluirlo en su nómina. Mi olfato de leguleyo me dice que algo va a ocurrir y empiezo a establecer la estrategia de nuestra defensa. Toby comienza a andar detrás de un señor con chaqueta azul. Le sigue, pero no le ladra. Espera a que abandone el vestíbulo, sabedor de nuestro exiguo éxito si el altercado se produce en un lugar público. Su arbitraje fue nefasto y Toby no se lo perdona. No me cuesta identificarme con su forofismo incontrolado, y por eso, cuando se avalanza sobre él y le tira al suelo, sólo pienso en la cara del juez cuando sepa la verdadera razón de la querella.

Microrrelato de Ángel Silvelo Gabriel.

lunes, 18 de enero de 2010

ANGELINA O EL HONOR DE UN BRIGADIER, DE ENRIQUE JARDIEL PONCELA


Una novísima y moderna sala (teñida de un difuminado color verde que le da nombre), y que muy oportunamente Juan Carlos Pérez de la Fuente en la presentación de la obra aprovechó para pedir ante las autoridades presentes, que se cambiara el nombre por el de Jardiel Poncela, daba cobijo el pasado domingo en su última representación, a un elenco de doce actores que linterna en mano, y de una forma tan sencilla como eficaz, se presentaban ante el público, dándonos pistas de que estábamos ante una nueva y arriesgada apuesta de este genial director teatral que derrama ansias y ganas de teatro por todos los poros de su piel.

De Angelina o el honor de un brigadier se pueden decir muchas cosas, casi todas buenas, y una de ellas, que es una magnífica ocasión para que se acerquen al teatro aquellos que no son asiduos a esta rama del arte con mayúculas. Obra en verso que pone de manifiesto el genio sin límites de un autor injustamente denostado durante mucho tiempo en su país, y que arranca en muchas ocasiones una carcajada sincera y sin esfuerzo, y en otras, deja notas mayúsculas de un ingenio y una gran altura a la hora de crear diálogos y situaciones como la del Brigadier cuando intenta hallar el tiempo adecuado del verbo corroer, lo que nos hacen ver, que estamos ante un gran dominador de la lengua y el lenguaje, aupándole a ser uno de los grandes de la comedia.

Juan Carlos Pérez de la Fuente, otra vez rompe los moldes prestablecidos en su concepción de lo que hoy debe ser una obra de teatro, y lo pone de manifiesto en primer lugar, no tanto en la elección de los actores como en la de los personajes que asigna a cada uno de ellos, pues algunos son muy populares para el gran público y nos los presenta en otros registros, lo que sin duda enriquece la obra. Del mismo modo, que en la escenografía recupera las telas pintadas y soluciones sencillas como la flexible tapia de cementario, y ese guiño al autor con sendos candelabros a cada lado del escenario.
En cuanto a la interpretación, a resaltar un magnífico Jacobo Dicenta, con un monólogo al inicio de la obra en el que compara a la mujer con la ceniza de su cigarro. Escena que nos coloca en antecendentes de este gran actor, que obtiene su réplica en el Brigadier (Chete Lera) muy convincente en su papel de marido y padre deshonrado.

Angelina nos sitúa en la España de 1880, a un paso del gran desastre del 98, pero los temas que trata son universales: el honor, el amor, la pasión, la infidelidad, las relaciones de matrimonio y las relaciones padre e hija.

En definitiva, una excelente obra de teatro magníficamente dirigida.

domingo, 17 de enero de 2010

LA CINTA BLANCA: UN FILM DE MICHAEL HANEKE.


Las consecuencias de una educación basada en en el rigor extremo y la crueldad sin límites, nos traerá graves consecuencias en las generaciones futuras. Ese es el axioma del que parte Michael Haneke para situar la génesis del nazismo que representa su última película, La Cinta Blanca. Todo parte de una Alemania con profundas convicciones protestantes, y en donde el odio, la desconfianza, el resentimiento y el miedo a poder expresarse, configuran el peor de los escenarios posibles de los que partir para poder dar un rayo de esperanza a las próximas generaciones de un país que tendrán en sus manos el destino de su nación y del mundo.


El argumento de la película, se basa en una serie de accidentes y desgracias, en apariencia fortuitas, que trastocan la paz y tranquilidad de un pequeño pueblo del norte de Alemania en los años de 1913 y 1914, justo antes de que se iniciara la Primera Guerra Mundial. Todo empieza, cuando el doctor del pueblo se cae de su cabello y se fractura la clavícula como consecuencia de un cable de acero puesto entre dos árboles, un suceso del que nadie sabe nada. A partir de ahí, la voz en off del maestro del pueblo (Chistian Friedel) nos va narrando los acontecimientos que se suceden, pero no sólo eso, sino que su personaje representa a aquellas personas que son capaces de desarrollar argumentos racionales y que poseen la capacidad de amar dentro de una sociedad enferma. Lo que parece traslucir de una forma cristalina, el peligro de cualquier tipo de fanatismo, ya sea éste religioso o político.

No obstante, Haenke trata de poner una cierta distancia entre la historia que nos cuenta y su particular punto de vista, no sólo a traves de la voz en off del maestro, sino también con el empleo, una vez más en la Historia del cine moderno, del blanco y negro, lo que sin duda nos acerca más a la época en la que se desarrolla la película.

Por otro lado, el lenguaje fílmico empleado, enfrenta la blancura de las gamas cromáticas de los exteriores con sus grandes campos de trigo, con el oscuro interior de las viviendas sólo interrumpido por el color blanco de unas puertas que se abren y cierran y los rostros de los personajes a los que sigue la cámara. Asimismo, hay una preeminencia del primer plano, lo que da un gran protagonismo a las expresiones no verbales, tan importantes como los escuetos diálogos entre los protagonistas. Lo que en ocasiones nos proporciona una puesta en escena muy teatral y llena de una pulcritud no exente de un miedo soterrado.

En principio, el único pero a toda esta historia de dos horas y media de duración sea el final, donde el relato de los hechos en sí mismo no se cierra, tal vez, porque la historia de la humanidad en uno de sus períodos más oscuros se inició ahí, y no cabe sino dejar solo al espectador con su particular forma de cerrar esta historia, que entre otras cosas, representa la falta de inocencia en unos niños de tez blanca, pelo rubio y ojos azules que desde muy pronto interpretan y actúan de acuerdo con las normas en las que han sido educados.

Quizá, estemos ante una de las películas del año, que esta noche puede que se lleve el Globo de Oro a la mejor película extranjera y que no haría si no engordar los ya conseguidos en el 2009, como: la Palma de Oro de Cannes y el Galardón a la Mejor Película Europea del año. Recorrido que tal vez acabe con el Óscar a la Mejor Película Extranjera.

viernes, 15 de enero de 2010

ELLA BAILA SOLA (EBS): GIRA 2010


Después de nueve años de silencio, vuelve al panorama musical español Ella Baila Sola o como ahora se han dado en denominar EBS, siglas que conforman el nuevo dúo formado por Marta Botía (antigua componente del grupo) y Rocío Pavón la nueva integrante de la formación, y que según manifiesta ella misma, fan incondicional del grupo desde sus inicios. Un encuentro fortuito en la red a traves de MySpace, donde Rocío tenía colgadas algunas de sus canciones, hicieron que Marta se fijara en ella a la hora de recuperar el proyecto EBS. Fruto de todo ello, es su nuevo CD Despierta, que ya salió a la venta en el pasado mes de octubre y que ha traído consigo el inicio desde hace unos días de su gira 2010, que las llevará a presentar este trabajo por todo el suelo patrio, y que recalará en Madrid, el próximo martes 19 de enero en el Teatro Bellas Artes a eso de las 20,30 a un precio de 8 € (para el resto de fechas consultar http://www.ebs-blogd.com/).

Despierta lo forman once canciones compuestas a partes iguales por Marta y Rocío (cinco cada una de ellas) más una adicional que corre a cargo de su productor Gonzalo Benavides. Esta vuelta al trabajo de EBS se caracteriza por recuperar el sonido pop de antaño, aunque con los nuevos matices que aporta Rocío tanto a nivel compositivo como vocal, y donde las letras una vez más, hablan sobtre lo cotidiano con ligeros toques de ironía y humor.

El disco se abre con el tema Baldosas, alegre tema con toques country, que yo calificaría como de country latino o hispano, que tiene reminiscencias del sonido anterior, pero que cumple a la perfección con su misión de abrir boca. La gran sorpresa de este trabajo sin embargo viene con el segundo tema Sentir, una canción pop (a medio tempo) que posee una melodía de esas que se quedan en nuestra cabeza nada más oírla, y que sin duda, una vez ya hecho su correspondiente videoclip, va a ser uno de los grandes temas de este trabjo.

Tampoco faltan en Despierta canciones en calve de bosanova como Tequila, o una ranchera con el título de Como un Narco. No obstante, EBS alcanza sus mejores cotas musicales con aquellos temas más rápidos, como por ejemplo, el que cierra el disco: Confianza.

martes, 12 de enero de 2010

ERIC ROHMER: ENTRE LA BANALIDAD DE LO COTIDIANO Y EL MORALISMO INTELECTUAL

Acercarse al cine de Eric Rohmer supone atreverse a traspasar la aparente banalidad de sus personajes, a aguantar en ocasiones el escaso atractivo de sus diálogos, y a superar el simbolismo de las localizaciones de sus películas, que para nada son inocentes. Todo en su cine está cargado de un sentido de la trascendencia que intenta mostrar de una forma aparentemente banal, aquello que hay de destructivo en la perturbadora apisonadora que representa la cotidianeidad de nuestras vidas. Una fuerza que nos aleja cada vez más de esos pequeños instantes que merecen la pena ser recordados a lo largo de nuestra existencia.

Ese afán de buscar más allá de lo cotidiano, me llevó a acercarme al cine de este maestro de la Nouvelle Vage con El Amigo de mi Amiga en el año 1987 y 4 Aventuras de Reinette y Mirabelle en el año 1988, ambos films de su ciclo de Comedias y Proverbios, y que posteriormente completé con Pauline en la playa en una sesión de madrugada de la 2 de Televisión Española.

Pero cuando me enteré del fallecimiento del director de cine francés (en internet), mi primer recuerdo fue el de un joven que hace ya muchos años iba a ver películas al cine Alphaville de Madrid. Allí vi, entre otras muchas películas, Cuento de Invierno en el lejano año de 1992, de ahí, que tenga un vago recuerdo de la película y del cine de Rohmer. No obstante, de entre los cajones desordenados de mi memoria extraje la imagen de aquellas fichas técnicas y sinopsis que leíamos antes del inicio de la proyección de la película, sutil y maravillosamente acompañadas por una espléndida selección de música de sala, que en el caso de Cuento de Invierno fue Jacques Dutronc: Grandes Éxitos.

Este cineasta del azar meditado, y que como él mismo expresó: “paradójicamente, en mis películas todo es fortuito… menos el azar”, para mí, fue el director de la luz, con esos largos planos secuencias en plena naturaleza (playas, bosques, parques) un escenario idóneo para los largos y nada inocentes diálogos de sus personajes. En concreto, en Cuento en Invierno, la protagonista Félice conoce a Charles durante el verano y ya no vuelve a verle por una mala pasada del azar, a pesar de que nueve meses después nacerá una hija de ambos. La foto y el recuerdo de Charles persigue a Félice durante toda su vida y en cada hombre buscará una y otra vez aquella dulce aventura de verano (paradójicamente en un cuento de invierno) hasta que de nuevo el azar le hace encontrarse con su amado en un autobús del extrarradio acompañado por otra mujer, lo que le provoca la necesidad de huir de esa imagen real que en nada se parece a la imagen imaginada por ella durante tanto tiempo. Como nos dice Laurence Giavarini en la sinopsis de la película que hizo para Cahiers Du Cinema en febrero de 1992: “Félice está predestinada a la felicidad, pero sólo en la medida en que ya la ha vivido. La felicidad sólo advendrá porque ya ha tenido lugar”, lo que nos sitúa en otra de las características del cine de Rohmer donde según sus propias palabras: “yo no digo cosas en mis películas, yo sólo muestro”.

Esa capacidad de mostrar y no decir, deja un gran margen de libertad al espectador para extraer sus propias conjeturas de las grandes dosis de moralidad que fluyen por las películas del cineasta francés, que entre sus objetivos, siempre tuvo un claro acento intelectual en todos sus trabajos. Lo que contrasta con su carácter reservado en lo personal y conservador en lo ideológico.

lunes, 11 de enero de 2010

GINO VANELLI



Mi primer recuerdo de este gran artista italo-canadiense se remonta al año 1980, cuando un compañero de clase (Ricardo) nos colocaba los cascos de su walkman en nuestros oídos para hacernos partícipes de su música. Reconozco que en aquellos días su música no me decía nada, pues yo andaba más bien perdido a medio camino entre el pop de la movida madrileña y la música anglosajona. Un poco más tarde, descubrí que el grande de Antonio Fernández, en su programa Área Reservada de Radio 3, no dejaba pasar un solo día sin pinchar al menos un tema de Gino Vanelli. Yo creo que fue esa cotidianeidad la que por fin me hizo apreciar la música de este gran compositor, desconocido por el gran público español.

Vanelli no es un artista típico, y su inquietud compositiva ha ido desde el jazz al pop, convirtiéndose en uno de los iconos del jazz-rock. Sin duda, sus estudios universitarios sobre la teoría de la musica, armonía y composición han sido los culpables, junto con su padre, de la riqueza compositiva y variedad musical de su carrera, que inició en el año 1973 con su primer LP Crazy Life (producido por Herb Alpert), al que seguirían éxitos y grandes canciones como: Brother to Brother, I Just Wanna Stop o Hurts to be in love.

Gracias a Antonio Fernández pude disfrutar de la elegancia de una música llena de matices, con saxos infinitos, bajos omnipresentes y voces de grandes registros, lo que me permitió disfrutar de otros artistas como: Boz Scaggs, Michael Franks, Robert Palmer o de grupos como Toto o The Dobbie Brothers.

Yo le perdí la pista con su éxito pop: Black Cars (1985). Sus últimos trabajos han estado relacionados con el pianista de jazz Michiel Borstlap (2007) y con el también pianista Bert Van der Brink (2008).

Aquí os dejo la letra de su canción Crazy life:

It’s a crazy life a hazy life
A mixed up jumbled phasy life
A crazy life for people who want to smile
I just don’t understand
Why so hard to say hello before goodbye
It's a coocoo life a lulu life
A moody magic voodoo life
A coocoo life for people who want to love
I just don’t understand why so green
That it’s been hang ups day to day
I gotta pack up get away
Cause it’s a crazy life
Yes it’s a crazy life
Crazy lifeIt’s a stupid life elusive life
A lonely stuck secluded life
A stupid life for people who want to fly too high
I just don’t understand why so blue
What to do
I’m gonna kiss my sky goodbye
I’m gonna jump way down and die
Cause it’s a crazy life
Yes it’s a crazy life
Crazy life

miércoles, 6 de enero de 2010

ECOS EN EL TIEMPO

La lluvia vino y nos dijo adiós. Las gotas de agua se pelean contra el cristal y mi cara se rebela contra su eco. Necesito unir sonidos y palabras. El vaho lo inunda todo y no puedo ver nada. Las cuerdas con las que te sustento yacen abandonadas en mi pasado… El tiempo se detiene... Veo gente corriendo al otro lado de la calle. Reflejos perdidos en el tiempo. Corazones rotos en calles solitarias. Las luces se oyen y las palabras se tocan.

El vaho se fugó con tus zapatos y tu recuerdo se quedó solo. Las gotas de agua han abandonado la batalla y yo me pregunto todavía por qué no estás aquí.


Microrrelato de Ángel Silvelo Gabriel