miércoles, 27 de enero de 2016

TEATRO TRIBUEÑE: PROGRAMACIÓN DE FEBRERO 2016

“Montaje vigoroso, contundente y esencial, de textura coral y solemnidad casi litúrgica […]”
Juan Ignacio García Garzón en ABC


“Montaje sorprendente en la pequeña y exquisita Sala Tribueñe”
Rosana Torres - El País



“Irina Kouberskaya, ha firmado una de las revisiones más potentes vistas por estos pagos del Retablo de la avaricia, la lujuria  y la muerte”

El mundo



“Irina Kouberskaya, nos invita a disfrutar de momentos para la reflexión a través de las palabras de grandes autores rusos.” 


“Un montaje lírico y existencial” 
Javier Villán - El Mundo



martes, 26 de enero de 2016

CUÉNTALAS, EXPOSICIÓN DE RETRATOS DE LA FOTÓGRAFA VAN GARCÍA: MÁLAGA, DEL 5 DE FEBRERO AL 4 DE MARZO


El próximo 5 de febrero es la inauguración de la exposición de retratos que organiza La Asociación de Mujeres por la literatura y las Artes (ALAS), en colaboración con la Red Municipal de Bibliotecas de Málaga.

ALAS celebra sus 16 años de recorrido con esta exposición CUÉNTALAS -galería de retratos de la fotógrafa Van García.
 Formo parte de dicha galería de retratos y me gustaría contar con vuestra presencia. 

Sala MORENO VILLA, antiguo Mercado de la Merced. (Junto al Teatro Cervantes).
Hora: 19:30
Del 5 de febrero al 4 de marzo 
http://www.alasescritorasyarte.com/index.html

lunes, 25 de enero de 2016

LA GRAN NOVELA AMERICANA. Por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz

La gran novela americana” es una calificación que se aplica a toda obra literaria que pretende divulgar la cultura de los Estados Unidos en un momento determinado de su historia. Es una apropiación indebida del término “americano”, una sinécdoque que pretende reducir lo americano a lo que procede tan sólo de Estados Unidos, como si Canadá, México y los países centro y sudamericanos perteneciesen a otro continente.

Las primeras creaciones aparecen en el siglo XVIII ―si bien en el XVII ya existía una literatura colonial―, cuando todavía no existían “Los Estados Unidos de América” y las trece colonias inician el camino a su separación de la Corona Británica. Es un periodo en el que aparece un relato épico capaz de crear los mitos que toda nación necesita para tomar conciencia de su identidad, que culmina con la formación de un nuevo estado, al acabar la Guerra de Independencia (1775-1783), aunque no con la dimensión que tiene en la actualidad.

La locución “Great American Novel” la acuñó el escritor John William De Forest (1826-1906) en un ensayo del mismo título publicado por el periódico The Nation en 1868, tres años después de haber terminado la Guerra Civil, en el que recomendaba el fomento de una literatura que resaltara los valores distintivos del país, y sirviera para acelerar el largo proceso de reconstrucción que tuvo lugar a continuación. De Forest escribió unos pocos poemas, alrededor de cincuenta relatos cortos y una novela sobre la guerra civil estadounidense La conversión de la señorita Ravenel. De la Secesión a la Lealtad (1867), pero hoy nadie se acordaría de él  si no hubiera escrito ese artículo.

El concepto de “gran novela americana”, tal y como lo definió De Forest, es tan amplio que cualquier novela escrita en inglés por un autor estadounidense, que describa la realidad social del país norteamericano, podría entrar dentro de esta etiqueta, independientemente del momento en que se haya escrito. Sin embargo, algunos críticos son más restrictivos y limitan el término a los cultivadores que cumplen una serie de requisitos. Eduardo Lago señala tres, además de su calidad literaria: afán de totalidad, considerable extensión, capacidad de reflejar en toda su complejidad la realidad social y las costumbres de una encrucijada histórica concreta.

Pero para que esa literatura fuera realidad, había que hacer un trabajo previo. Y fue lo que hizo el lexicógrafo Noah Webster (1758-1843), al establecer una normativa nueva para escribir, un estilo más estadounidense, una jerga propia y una ortografía no británica, además de promover la escolaridad en todo el país.

El primer escritor norteamericano conocido internacionalmente fue Washington Irving (1783-1859). Tras viajar por varios países europeos, aterrizó en España en 1826 para estudiar los documentos relativos al descubrimiento de América. Más tarde fue nombrado secretario de la legación norteamericana, y finalmente ascendido a embajador de los Estados Unidos en Madrid (1842–1845), llegando a ser un hispanista de reconocido prestigio. En 1829 marchó a Granada y vivió tres meses en el palacio de Boabdil, donde escribió sus celebérrimos Cuentos de la Alhambra, que se publicaron por primera vez en 1832, aunque su obra más meritoria sea Rip Van Winkle (1819), un relato corto ambientado en la Guerra de Independencia.

En la primera mitad del siglo XIX, surgió un movimiento conocido como Trascendentalismo, una síntesis entre la religiosidad puritana y el idealismo romántico que desemboca en la Autoconfianza, base teórica del individualismo democrático, tan arraigado en la cultura norteamericana. Su fundador fue Ralph Waldo Emerson (1803-1882), autor de un libro sorprendente titulado Nature (1836) a quien siguió Henry David Thoreau (1817-1862), un inconformista de carácter místico cuyos escritos radicales no hacen más que ratificar el individualismo defendido por Emerson. Ambos tuvieron una notable influencia en los escritores que vinieron a continuación.

Quizá la primera obra que cumple los requisitos de “gran novela americana” fue Wieland o La Transformación publicada en 1798, escrita por Charles Brockden Brown (1771-1810) al estilo de la novela gótica que se hacía por aquella época en Inglaterra. Con el referente de esta obra, los escritores de la primera mitad del siglo XIX se inspiran en lo que se hace en ese momento en Europa y lo que allí está de moda es el Romanticismo, una corriente que trae deseos de ahondar en el folclore, en las costumbres, en lo auténtico. Es un modelo que conlleva aires de nacionalismo y es aquí donde un país recién creado tiene todo por hacer. Tiene que ir en pos de su esencia, de su alma; en definitiva, de su personalidad.
La siguiente fue El último mohicano, publicada en 1826, la más célebre de las escritas por James Fenimore Cooper (1789-1851). La historia se desarrolla en el año 1757, durante la guerra entre Francia y Gran Bretaña por el control de las colonias en América del Norte, al rebufo de la “Guerra de los Siete Años” (1756-1763) que se desarrolla en Europa.

Vino luego Edgar Allan Poe (1809-1849), reconocido como uno de los maestros universales del relato corto y creador de la novela detectivesca, junto al francés Émile Gaboriau (1832-1873). Fue el primer escritor norteamericano que renovó la novela romántica incorporando a la ficción, el misterio, el terror y la fantasía.

Hay que esperar a mediados del siglo XIX para que aparezcan las tres primeras novelas acreedoras al título que nos ocupa: La letra escarlata (1850) de Nathaniel Hawthorne (1804-1864), la epopeya Moby-Dick (1851), de Herman Melville (1819-1891) y La cabaña del tío Tom (1851) de Harriet Beecher Stowe (1811-1896), tres obras maestras que patrocinan la ilustre producción que va a florecer en el siglo XX. Y de las tres, la segunda, es la que tiene el honor de representar esa esencia, aunque no esté ambientada en las llanuras del Oeste, sino en una colosal llanura marítima. La mayoría de los críticos literarios coinciden en afirmar que Moby Dick es la novela que representaría el alma de esa Gran Novela Americana.

Aunque el Romanticismo siguió ejerciendo su influencia a lo largo de todo el periodo decimonónico,  como consecuencia de la transformación social que se produjo en Europa tras la Revolución Francesa, surgió un movimiento artístico opuesto que trata de ofrecer un retrato objetivo de la realidad y mostrar la naturaleza del hombre, sus motivaciones personales y las costumbres que practica. Es el Realismo literario ―y su derivación, el Naturalismo―que se inició en Francia en la primera mitad del siglo XIX, con Stendhal (1783-1842) y Balzac (1799-1850) y se prolongó hasta el final de la centuria con Flaubert (1821-1880) y Zola (1840-1902), que tuvo tres grandes artífices a finales del siglo XIX en Estados Unidos.

Mark Twain (1835-1910), escritor ingenioso y dotado de un sentido del humor que le dio celebridad universal, aprovechó su fina ironía para exhibir un cierto pesimismo y su desencanto con el hombre que surge en la “era dorada” que sigue a la guerra civil. Sus dos obras más famosas son: Las aventuras de Tom Sawyer (1876), una historia en la que la inocencia y la rebeldía de su protagonista nos transportan a nuestra infancia y Las aventuras de Huckleberry Finn (1884), una novela que, con el sarcasmo que caracteriza a su autor, condena el racismo y la violencia y ensalza la libertad y la amistad en la adolescencia.

Henry James (1843-1916) nació en Nueva York, pero se fue a vivir a Inglaterra a los 26 años, adquiriendo la nacionalidad británica al final de su vida. Es autor de una extensa obra en la que acomete temas tan variados como el análisis psicológico de los personajes (Retrato de una dama, 1881), la defensa del movimiento feminista (Las Bostonianas, 1886) o una historia de fantasmas que marca un antes y un después de dicho género (Otra vuelta de tuerca, 1898).

Walt Whitman (1819-1892) está considerado como uno de los escritores que mejor han sabido interpretar el canon estadounidense, en la transición entre el trascendentalismo y el realismo filosófico. Su trabajo fue muy controvertido en su tiempo, por su libro Hojas de hierba, una colección poética que empezó a escribir en 1850 y que fue vilipendiada por su abierta sexualidad.

Y así entramos en el siglo XX, con la llegada de lo se ha dado en llamar “Generación perdida” ―expresión utilizada originariamente por la escritora Gertrude Stein―, un grupo de notables escritores modernistas, como Scott Fitzgerald (1896-1940), John Dos Passos (1896-1970), Ernest Hemingway (1899-1961), William Faulkner (1897-1962) y John Steinbeck (1902-1968), entre otros, que vivieron en Europa el horror de la Primera Guerra Mundial y más tarde los efectos que la Gran Depresión de 1929 causó a la población estadounidense, amenazada además por la inseguridad que creaban las organizaciones criminales que nacieron con la entrada en vigor de la Ley Seca en 1920.

La mayoría de estos escritores utilizaron una nueva técnica narrativa que proviene del cine y que se ha llamado escuela behaviorista o conductista. El narrador se limita a describir lo que pasa y deja que el lector interprete cómo es el personaje, a través del diálogo y de su comportamiento en la historia. Es lo que se llama “narrador observador” o “narrador cámara”, cuya única preocupación es registrar el estado de ánimo de los protagonistas de un modo fotográfico, despojándose de toda subjetividad y evitando así el peligro de la manipulación.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, surge una nueva camada de escritores postmodernistas que, más que conformar un grupo con unas ideas definidas, se inspiran en corrientes anteriores, renovándolas con aportes propios. Según el crítico Harold Bloom, los más importantes son: Philip Roth (1933), Cormac McCarthy (1933), Thomas Pynchon (1937), Don DeLillo (1936), todos ellos vivos todavía.

En la misma época, aparece otra corriente literaria que se ha denominado “realismo sucio”, caracterizado por “una prosa sobria y medida, escasa en descripciones y de un tono sobrio y minimalista. Sus protagonistas son personajes que llevan vidas rutinarias y generalmente de baja condición social, con pocos lujos y que deben ingeniárselas para conseguir empleo o dinero”. En este movimiento pueden entrar autores como John Fante (1909-1983), Charles Bukowski (1920-1994), Raymond Clevie Carver (1938-1988), Richard Ford (1944), Tobias Wolff (1945) y Chuck Palahniuk (1962).

Y llegamos por fin a la actualidad, en la que han aparecido numerosos autores que han escrito novelas de calidad como Trampa 22 (1951), de Joseph Heller (1923-1999), ganadora del premio Pulitzer en 1991, Amada (1987) de la afroamericana Toni Morrison (1931), ganadora del Premio Nobel en 1993, y La broma infinita (1996), de David Foster Wallace (1962-2008), considerada por la revista Time como una de las cien mejores novelas escritas en inglés desde 1923 a 2006.

En cuanto a los contenidos, la gran novela americana se ha ocupado durante largos años de mostrar la cara más amarga del sueño americano: el desencanto y la desilusión experimentada por personajes de la clase media que se han sentido traicionados por ese sistema de valores americano. En un principio fueron los sinsabores de la conquista territorial y la imposición de la ley y el orden por un territorio inabarcable, después llegaron las ciudades, verdaderas junglas, que marcaban las fronteras de la exclusión social y económica de la persona.

Y uno de los temas preferidos de los escritores norteamericanos  ―Yates, Roth, Bellow, Carver o Cheever― es la institución familiar. La incomunicación, la soledad, el fracaso… son los achaques habituales de la vida familiar. Un ejemplo de esta temática lo encontramos en las dos extensas y controvertidas novelas del último genio de la literatura norteamericana, Jonathan Franzen (1959), Las correcciones (2002) y Libertad (2010) ―algunos la señalan como la gran novela americana del siglo XXI― que se centran en familias dislocadas y representan la agonía de una época.

Con la ayuda de Wikipedia en inglés, nos hemos atrevido a construir una relación de obras que podrían estar en el ranking de La gran novela americana―seguro que habremos olvidado alguno― desde su independencia en 1783 hasta hoy. Aunque la mayoría de las obras responden a ese término suntuoso de “gran novela americana”, de carácter claramente mercantilista, hemos preferido incluir otras que no se ajustan al canon, pero que tienen la calidad suficiente como para figurar en este repertorio mínimo de autores norteamericanos.

Pero no podemos concluir este paseo literario sin mencionar la ”novela negra”, una creación típicamente norteamericana, que descubre la verdadera realidad del mundo criminal, la podredumbre del poder, la corrupción y la violencia que se originó en Estados Unidos con la aprobación de Ley Seca en 1919 hasta su abolición en 1933. Los padres del invento fueron Carroll John Daly (1889-1958), Dashiell Hammett (1894-1961) y Raymond Chandler (1888-1959), a los que siguieron otros muchos, que nos han hecho disfrutar de su lectura, a pesar de que algunos puristas estiman todavía que se trata de un género menor dentro de la literatura.

Un artículo de Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz


miércoles, 20 de enero de 2016

ARCANA HAS SOUL, THE IMPORTANCE: FILTRANDO SUEÑOS Y CANCIONES A TRAVÉS DE LOS INFINITOS RAYOS DEL SOL


Cuando las gotas de lluvia chocan con ímpetu sobre los rayos del sol, la luz se descompone y surge de una forma milagrosa un arcoíris que viene a representar esa otra posibilidad de ver y sentir la vida. Esa transformación casual que, apenas dura un instante, es en la que se asientan las trece nuevas canciones del grupo saguntino Arcana Has Soul, pues las mismas son el resultado de una destilería sonora única, por armoniosa, cálida, tenue e imponente. Desde la portada del disco, que nos recuerda en algún sentido a la de Alicia en el país de las maravillas, nos invade una ráfaga de sensaciones que nos anuncia que estamos ante un trabajo en el que el mundo de los sueños es su eje principal, pues no hay mayor anhelo que aquel que surge de la importancia del deseo en la búsqueda de aquello que en verdad queremos. En este sentido, el grupo valenciano, más allá de las modas, ha centrado su trabajo en un conjunto de canciones que combinan a la perfección los estilos y los ritmos que tan bien manejan, y así, el soul, el pop más plácido y luminoso, las melodías góspel y jazzies, y la fusión de unas y otras, recrean un caleidoscopio mágico que convierte a su música en una suerte de arcoíris sonoro no exento de ese alma —soul— con el que nos conducen por territorios llenos de magia. Esta nave, llamada Arcana Has Soul, está muy bien dirigida ya desde el timón, pues se trata de una guía llamada, Lourdes Trujillo, que surca los mares con sus cuerdas vocales de una forma majestuosa, única, irreverente, portentosa y sublime. Uno ya no sabe cómo adjetivar esa voz, tan bien cuidada en el conservatorio, que la encumbra a lo más alto de las front woman nacionales: indies y de las otras, pues pocas cantantes en este país alcanzan los registros vocales de Lourdes Trujillo, una joven diva del mejor soul nacional de siempre. Tras ella, una magnífica tripulación (Pablo Campos, Paco Domènech, José Rodríguez, José Antonio Mellado y Toni Benedito) que a través de la percusión y las cuerdas de los múltiples instrumentos que tocan, empujan a esa nave como el mejor de los vientos del Mediterráneo, dotando a sus composiciones de una luz única y llena de infinidad de matices. Las guitarras tienen el sabor de la mejor Tamla-Motown, y el violín y el violonchelo, crean esa necesaria sensación que nos lleva a ser capaces de interiorizar el más profundo de los sentimientos. Con todo ello, Arcana Has Soul, a través de su último trabajo, The importance, se reivindican con ese raro poder que es el de la propia fe en aquello que uno hace, y los componentes del grupo, sin que parezca que se note, han huido de todo aquello que es superficial, para quedarse con la esencia de las cosas, en este caso, de la música; una sintonía con la que pretenden quedarse a vivir dentro del corazón de cada uno de sus seguidores u oyentes, pues quizá, no hay mejor manera de hacerlo que filtrando sueños y canciones a través de los infinitos rayos del sol.


Para abrir boca una Intro con la que situarnos en esta ópera de resonancias únicas, clásicas y aterciopeladas por la fuerza de una razón que busca la belleza y la verdad, y que se funde con Worldspel, una contracción entre el mundo y el góspel que ya nos proporciona las pistas suficientes para seguir a este segundo tema, donde la voz de Lourdes ya empieza a jugar con nuestros sentidos. Hay una programada desnudez en las composiciones de este The importance, donde el verdadero juego de artificio es la esencia en sí misma. Una cualidad que está presente en 98 people, un corte del disco que nos recuerda a sus anteriores composiciones, sin que por ello desmerezca su presencia en este nuevo trabajo, pues la fusión de ritmos, melodías y voz siguen intactas. Un mestura que nos lleva a una de las mejores canciones de este LP, Birds, donde la secuencia musical deriva un poco hacia narraciones más ambient presentes dentro de la música electrónica, pero que Arcana Has Soul reinterpreta bajo el signo de una desnudez enternecedora, por lo bien ejecutada que está. Si el violín en este caso casi nos hace llorar, la voz de Lourdes nos acaricia para que no nos dejemos llevar por el mayor de los abismos hasta el más oscuro infinito. Precisa en la ejecución y profunda en el sentimiento, Lourdes nos arrastra con la mágica fuerza de su voz; una composición a medio camino entre el pop y la música jazzie, que nace espolvoreada con una pequeña dosis de soul que nos deja con ganas de volver a escucharla una y otra vez. Sin bajarnos de esos ritmos hipnóticos, nos vamos hasta So sad, sin por ello permitirnos caer en ninguna aflicción, más bien todo lo contrario, pues estamos ante un medio tiempo de cadencias claro oscuras que, sin embargo, nos invita a mirar a la luz, como una mirada al sol es Rey sol, una canción interpretada en español y que nos sumerge en esas baladas intensas y únicas que sirven para reconciliarnos con aquello que en verdad importa (otra de las grandes canciones del disco, sin duda).


Con School days, el grupo nos propone navegar por aguas soleadas, acompañados por ese mestizaje casi salvaje que supone el regresar al pasado. Otra magnífica muestra de lo bien que ejecuta el grupo saguntino los ritmos jazzies. Un tema que da paso al homónimo del disco, The importance, en el que las notas musicales sosiegan su transcurso por las manos de quienes las interpretan. Es es, quizá, el gran valor de este disco, la armonía que el grupo nos muestra en cada una de sus composiciones; un equilibrio único. A ritmos de tambores nos saluda Iaia, para avisarnos de que todo es posible, hasta que AHS visite ritmos cercanos al trópico. Una alegría que es atemperada en Inside out, donde Lourdes, con voz profunda, nos sitúa en la senda de los clásicos de nuevo, hasta que llegamos a The next floor, donde el grupo nos invita a revisitar esas composiciones que, en el medio tiempo, refuerzan nuestro cercanía con aquello que estamos escuchando. Coming home es ahondar en esas canciones que ya conocemos de AHS de anteriores trabajos, y que tan bien les han funcionado, pues en ellas, siguen buscando con acierto el valor de un mestizaje que nos lleva a Let me know, otra balada teñida con una soberbia guitarra que no necesita otra presentación que el placer de escucharla fundida con la voz de una portentosa Lourdes Trujillo. Magnífico colofón para este caleidoscopio mágico y musical que es The importance, el último disco del grupo Arcana Has Soul.



Ángel Silvelo Gabriel.

viernes, 15 de enero de 2016

VLADIMIR NABOKOV, LA VENEZIANA: EL SENTIDO DE LAS APARIENCIAS


La destreza de los narradores se nos muestra de maneras muy variadas, como si cada uno de ellos representara a un dios del Olimpo, en este caso, del Olimpo de las Letras. Enigmáticos unos, caprichosos otros, todos tienen, sin embargo, un punto en común, y ese, sin duda, es el valor que atesoran a la hora de representarse a sí mismos y al mundo que sólo ellos entienden a través de las historias que crean. ¿Qué hay detrás de cada una de las obras de un escritor? Pregunta imposible de responder, tanto o más que querer encontrar una única verdad en la vida, pues las grietas por las que se cuelan las ideas y las imágenes en cada uno de ellos son infinitas, al estilo de las innumerables combinaciones de las notas musicales de los millones de canciones que pueblan el universo. Por ejemplo, en el caso de Nabokov, asistimos a la destreza de aquel que basa su obra literaria en la provocación, pero no sólo eso, porque también, y esta es su singularidad más importante como narrador, en la estética que busca su fuerza expresiva en un cuidado estilo que se recrea en las voces de sus personajes y en sus acciones, dejando al lector un gran margen de interpretación y reinterpretación. Esteta, pero también gran observador de la naturaleza humana, el escritor ruso nos muestra en el relato titulado La Veneziana, como si de un cuadro se tratara, la importancia que tiene en la vida y en la literatura el sentido de las apariencias. Tonos claros y transparentes recorren sus palabras para enseñarnos en un doble plano de ficción: realidad-fantasía —tan presente por ejemplo en el relato El Aleph de Borges—, las auténticas razones que mueven a cada uno de los personajes que concurren en esta historia. Relato coral que, no obstante, remarca el poder que puede llegar a tener —si se maneja bien— la multiplicidad de puntos de vista a la hora de crear y cerrar una historia. Nabokov deja marchar libremente a sus personajes, como a sus lectores, hasta que los introduce en ese enigmático cuadro (La Veneziana) de Sebastiano Luciani que, casualmente —o no— guarda una inusual similitud con el único personaje femenino de esta historia, Maureen. Hasta aquí todo es normal, si no fuera por ese remarcado estilo propio que emplea Nabokov para envolvernos en una narración que poco a poco se tensa, y que culmina, en una magnífica e irónica vuelta de tuerca que nos descompone los juicios previos. Nabokov, consciente de la importancia del sentido de las apariencias en la literatura nos deja una nueva muestra de su talento a la hora de apreciar aquello que la vida se empeña en ocultarnos, igual que si fuera un dios del Olimpo al que de vez en cuando tuviéramos que acudir, sobre todo, cuando el día a día nos deja a oscuras.





Ángel Silvelo Gabriel.

martes, 12 de enero de 2016

FERNANDO PESSOA, LOS DIOSES DESTERRADOS (ANTOLOGÍA POÉTICA) SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE CARLOS CLEMENTSON: LA SOLEDAD DEL CREADOR RECONVERTIDA EN POEMAS


Dioses desterrados que caminan en nuestro interior como esos hijos a los que nunca vimos nacer, y que se comportan como las sombras de nuestros sueños. Ecos de nuestros pensamientos que una vez formaron parte de nuestras entrañas, pero que se volatilizaron en el instante en el que quisimos hacerlos de carne y hueso. Dioses desterrados que se transforman en dioses perdidos de una cultura clásica que no existe. Dioses de la nada, de un olimpo irreal y desbaratado, de un olimpo sin pena ni gloria en el que ya no nos resulta difícil comprender que, si no fueron hechos carne, al menos sí se quedaron en ese íntimo y particular Olimpo que a nadie más que a nosotros pertenece, pues es un espacio donde las deidades no son tales, sino meras recreaciones de nuestros más íntimos deseos. La facilidad a la hora de crear esa especie de jardín de monstruos propios, es directamente proporcional a nuestra imaginación, y que en el caso de Pessoa, se tradujo en una vasta y majestuosa capacidad intelectual y sensorial que le llevó a crear infinidad de dioses desterrados en las vírgenes tierras de su mente, donde el mundo, su mundo, se resquebrajó en micro universos con los que poder crear su drama en gente. El creador de la paradoja, el escritor de las mil y una caras, no renunció a nada, salvo a trabajar lo mínimo para subsistir, y al amor…, al amor que sabía que le apartaría de su principal tarea en el mundo de los vivos: la creación. Haciéndonos eco de sus palabras, decimos: «Vivir no es preciso, lo que es necesario es crear». Y en ese manantial polifónico de voces y ecos, recreó y creó un universo: el pessoano, y lo hizo de la mano de heterónimos como Alberto Caeiro, Álvaro de Campos y Ricardo Reis, que junto a su ortónimo, es decir a su propia voz, son el objeto de la selección, traducción y prólogo de Carlos Clementson para la Editorial Eneida.



La obra de Pessoa, y sobre todo, sus poemas, han sido objeto de mil y una interpretaciones y reinterpretaciones, lo que nos permite acercarnos a la creación del escritor lisboeta de una forma tan cercana como extensa, porque también han sido numerosas las traducciones al español de su obra; un campo donde sin duda destaca Ángel Crespo como pionero y faro de muchas de las traducciones que vinieron después. No obstante, el acierto de esta antología poética seleccionada a cargo de Carlos Clementson es, sobre todo, cómo está estructurada, pues nos permite abordar con un cierto orden la vida y la obra de Pessoa. En este sentido, la introducción biográfica que precede a los diferentes bloques poemáticos de cada uno de los heterónimos, antes mencionados, nos permite evaluar y equilibrar de una forma más acertada el conjunto de voces que componen esta selección. Ya, en la introducción, donde Clementson aborda de una manera muy acertada los principales hitos vitales del poeta, haciéndose eco, por ejemplo, y como no podría ser de otra manera de su drama en gente y de la famosa noche del ocho de marzo de 1914, noche donde nace el heterónimo Alberto Caeiro, pero sin por ello, dejar de lado a Álvaro de Campo y Ricardo Reis. Gracias a estas referencias bio-bibliográficas logramos introducirnos con mucho más sentido y concierto en el caótico universo del rey de la paradoja, lo que nos lleva a entender y comprender mejor su obra.



De la voz del propio Fernando Pessoa emergen de su De Cancionero un conjunto de poemas más bucólicos unos, y más existencialistas otros. Entre ellos, se encuentra el conocidísimo Autopsicografía: «El poeta es un fingidor./ Finge tan completamente/ que llega a fingir dolor/ el dolor que en verdad siente…», pero también podemos disfrutar de este otro más melancólico, Cuando los niños juegan: «Cuando los niños juegan/ y los oigo jugar,/ algo siento en mi alma/ que se empieza a alegrar./ Y toda aquella infancia/ que no alcancé a tener/ me viene: ondas de gozo/ que nadie tuvo ayer./ Si el que fui es un enigma,/ y quién seré visión,/ quien soy al menos sienta/ esto en el corazón». De ahí saltamos a Mensagem, un espacio poético dedicado a la historia de Portugal, donde el poeta expresa el sentir que le produce cada uno de los Infantes, Reyes y Reinas de su patria. Exaltación patriótica que representa a su época monárquica, y donde se encuentra uno de sus poemas más representativos, Mar portugués: «¡Oh mar salado, cuánta de tu sal/ son lágrimas de Portugal!/ Para que te cruzáramos, ¡cuántas madres lloraron,/ y cuántos, cuántos hijos en vano rezaron!/ ¡Y cuántas novias, ay, quedáronse sin casar/ para que, al fin, fueras nuestro, mar!/ ¿Valió entonces la pena? Todo vale la pena,/ si el alma no es pequeña./ Quien quiera pasar allende el Bojador/ también ha de pasar más allá del dolor./ Dios al mar el peligro y el abismo dio,/ pero también el cielo en él reflejó.» Mensagem lo componen cuarenta y cuatro poemas con los que ganó el segundo Premio Antero de Quental en 1934, justo un año antes de su muerte.



A través de su heterónimo Alberto Caiero, al que Clementson define como «postulador de un paganismo elemental y primario, tan simple y natural como un árbol…», nos acercamos a la versión más natural de un poeta que reivindica la presencia de la Naturaleza como el álter ego que mueve el mundo interior y exterior de nuestro alma. El largo poemario El guardián de rebaños, que escribió de pie en esa famosa noche del ocho de marzo de 1914 en una de las habitaciones alquiladas en las que vivió, y que se compone de cuarenta y nueve poemas, nos da muestra de esa fiebre inspiradora que le acogió para llevarle a un lugar del que nunca más regresaría. «Yo nunca guardé rebaños,/ mas es como si lo guardase./ Mi alma es como un pastor,/ conoce el viento y el sol/ y anda de la mano de las Estaciones/ siguiendo y mirando.» nos dice Pessoa a través de Caeiro al inicio del poemario. En este bloque dedicado al padre de sus heterónimos, se da la casualidad que el mismo acaba con el poema titulado Last poem, dictado por el poeta el día de su muerte y que dice así: «Tal vez sea éste el último día de mi vida./ He saludado al sol, levantando la mano derecha,/ pero no para decirle adiós,/ sino como un gesto de que gustaba verlo así todavía: nada más».



A esta elementalidad, que busca su esencia en las entrañas de la Naturaleza, se contrapone el futurismo mecanicista de un Álvaro de Campos, que mediante su composición poética nos sitúa en el mundo industrial y de la máquina, donde por ejemplo, las extensas y profusas descripciones de los elementos que componen el armazón y la naturaleza de un barco, toman cuerpo a través la palidez de la luz del amanecer que se perfila sobre la desembocadura del río Tajo a su paso por Lisboa. Esa visión contrapuesta al entrar y salir de Olissippo, se descompone en largos versos y prolongados poemas en, por ejemplo, Oda marítima, donde la repetición de las palabras se asocia con los sonidos onomatopéyicos en una sinfonía escandalosa de la modernidad, por lo ruidoso y aparatoso en sus planteamientos poéticos. Sin embargo, en la voz de Álvaro de Campos también tenemos la opción de llegar a la esencia pessoana con el poema Lisbon revisited: «No: no quiero nada./ Ya os he dicho que no quiero nada./ ¡No me vengáis con conclusiones!/ La única conclusión es morir».



Clementson deja para el final las Odas de Ricardo Reis, al que define como de sabio epicureista estoico, pues renuncia a la vorágine sin sentido de la vida, y pone su mirada en la sabiduríia clásica en su búsqueda de la ataraxia y la quietud. Una huida hacia el mundo clásico que queda muy bien retratada en el poema que da título a esta selección, Los dioses desterrados: «Los dioses desterrados/ y hermanos de Saturno,/ a veces, al ocaso/ acechan nuestras vidas…»

Dioses, mares, el hombre y su tierra, igual que una secuencia mágica con la que darle cuerpo a un sueño: el de los dioses perdidos…, y no encontrados, igual que si Pessoa y sus heterónimos no hubiesen existido nunca y todo fuese producto de la imaginación de un fantasma.


Ángel Silvelo Gabriel.

lunes, 11 de enero de 2016

IV CERTAMEN LITERARIO INTERNACIONAL DE BILBAO ASTE NAGUSIA: BASES


Bases IV Certamen Literario Internacional Bilbao Aste Nagusia

La Asociación literaria Plaza Nueva Idazleak, en colaboración con el Hotel Abando y la editorial de autoedición y comunidad de escritores  mundopalabras.es, convoca el IV Certamen Literario Internacional Bilbao Aste Nagusia, con arreglo a las siguientes bases:
 
1. Podrán participar en el certamen todos los autores, de cualquier edad, nacionalidad y país de residencia, con obras escritas en castellano y en euskera.

2. El tema será libre. Las categorías son relato y microrrelato.

3. Sea cual sea el tema elegido por el autor, la acción debe transcurrir, ineludiblemente, en Bilbao durante las fiestas de la Aste Nagusia bilbaína (Semana Grande de Bilbao). Animamos a los participantes que no la conozcan a que recopilen por Internet o cualquier otro medio información sobre este gran evento que todos los años recibe visitantes de distintas regiones y nacionalidades.

4. Las obras serán inéditas (incluido Internet) y no premiadas ni pendientes de fallo en otro certamen. 

5. Cada autor podrá participar con el número de obras que desee.

6. La extensión de los relatos será de un máximo de 6 páginas (tipo de letra Times New Roman, tamaño 12, interlineado 1,5).

7. La extensión de los microrrelatos será de un máximo de 100 palabras (título no incluido). A partir de 101 palabras, será considerado relato.

8. El envío de los trabajos será telemático, exclusivamente a través de la página web mundopalabras.es mediante un formulario habilitado para tal fin. No se admitirán textos recibidos por ningún otro medio. 

9. Las obras se enviarán en formato Word. No se admitirá ningún otro formato. 

10. Los datos recibidos a través del formulario quedarán archivados en un fichero al que sólo tendrán acceso los responsables de la web y de organización del certamen, que en ningún caso podrán participar en el presente certamen. Dichos datos serán exclusivamente utilizados para la correcta marcha del certamen. 

11. Para poder efectuar el envío telemático del trabajo es necesario ser usuario registrado de mundopalabras.es (registro gratuito y no supone compromiso alguno más allá de la mera participación en él).

12. El plazo de envío de las obras comienza el 12 de enero de 2016 y termina el 29 de febrero del mismo año a las 23:59. Las obras que lleguen fuera de este plazo quedarán excluidas.

Premios y publicación

1. Primer premio al considerado mejor relato, cualquiera que sea el género narrativo empleado por el autor.

2. Premio especial otorgado por la Compañía de Gargantúa al relato o microrrelato que mejor plasme las tradiciones botxeras en Aste Nagusia. 

3. Premio especial al mejor microrrelato.

4. Además, se podrán otorgar hasta dos accésits a los dos mejores relatos finalistas y otros dos a los dos mejores microrrelatos finalistas.

5. Los accésits podrán quedar desiertos por decisión del jurado si éste estima que no se alcanza un nivel para tal reconocimiento.

6. Cada autor solo podrá optar a un premio, independientemente del número de obras con que haya participado.

7. La Asociación Literaria Plaza Nueva Idazleak publicará un libro con el relato y microrrelato ganadores, los accésits concedidos y, si procede, una selección de relatos y microrrelatos que, a juicio del jurado, sean merecedores de publicación.

8. Tanto el primer premio, el especial al mejor microrrelato, así como los accésits recibirán un trofeo acreditativo. 

9. Además: 
a. Para el primer premio: 300 euros (de los que se descontarán las retenciones que estipula la ley), estancia de una noche con desayuno incluido y comida para dos personas en el HOTEL ABANDO de Bilbao durante la Aste Nagusia 2016. 
b. Los premiados y accésits podrán disfrutar, junto a un acompañante, de la comida que se celebrará en el Hotel Abando de Bilbao el mismo día de la entrega de premios. 

10. El ganador del primer premio, los autores galardonados y el resto de autores seleccionados recibirán un ejemplar gratuito del libro resultante. 

11. El ganador del primer premio y autores galardonados deberán asistir a la entrega de premios, que tendrá lugar el 22 de agosto de 2016 a las 12:00 horas, durante un acto público en el Hotel Abando de Bilbao. De lo contrario, perderán su derecho al premio, salvo que justifiquen con tiempo y debidamente su ausencia. 

Jurado:

1. El jurado estará compuesto por un selecto grupo de personas vinculadas al ámbito literario y su composición se dará a conocer al presentar el certamen.

2. Su fallo será inapelable y se dará a conocer entre los meses de mayo y junio de 2016.

3. A los ganadores y seleccionados para la publicación de su obra se les comunicará personalmente el fallo del jurado.

4. Tanto ganadores como finalistas y seleccionados para la publicación de sus relatos aparecerán en la página web mundopalabras.es en los días posteriores al fallo del jurado.

Publicación:
1. El ganador, galardonados y demás autores seleccionados para la publicación de sus relatos, disfrutarán de descuentos especiales para la adquisición de ejemplares del libro. 

2. Los autores ceden los derechos de las obras a la Asociación Literaria Plaza Nueva Idazleak para la publicación del libro Bilbao cuenta mucho, en esta primera edición y cuantas posteriores se pudieran hacer, así como posibles recopilatorios del certamen que se realicen con posterioridad. 
Excepto en este supuesto, los autores son propietarios de sus textos y tienen libertad para disponer de ellos como quieran.
  

Sobre las bases:

1. La participación en este certamen implica la aceptación de las presentes bases. Los organizadores se reservan el derecho de eliminar automáticamente aquellos envíos que no cumplan alguno de los requisitos expuestos en las mismas.

2. Los organizadores del certamen se reservan el derecho de tomar las decisiones que consideren oportunas, según se desarrolle el mismo, tales como anularlo en caso de que no haya una participación que se considere mínimamente aceptable o aumentar el número de autores publicados en el caso de que la calidad de los mismos así lo aconseje. Cualquier decisión será inapelable.