La caseta número
13, la más solidaria de la Feria del Libro de Madrid, en la edición de este año
2016, acogerá las firmas de Ángel Silvelo Gabriel, autor del
libro Fanny Brawne, La Belle Dame de Hampstead.
El miércoles 1 de
junio de 19,30 a 21,30 horas; y el sábado 11 de junio de 11 a 13 horas son las
citas previstas para que todos aquellos seguidores de esta famosa historia de
amor entre el poeta romántico inglés, John Keats, y su amada Fanny
Brawne, puedan hacerse con un ejemplar dedicado por su autor que, hace
justo dos años antes, presentó la novela titulada Los últimos pasos de John Keats, donde se narran los tres últimos
meses de la vida del poeta en Roma, una ciudad que le vio morir y donde reposan
sus restos en el cementerio de Campo Cestio, bajo la sombra de la pirámide de
Cayo Cestio y el famoso epitafio: “Aquí yace uno cuyo nombre estaba escrito en
el agua”.
Con este libro,
que tiene forma de texto teatral, su autor, Ángel Silvelo explora en
esa última necesidad que todos tenemos de mirar a las estrellas y pedir ese
deseo que nos saque del ensimismamiento que nos produce el pasado. De ahí que,
vivir a través de los recuerdos, se pueda convertir en una obsesión enfermiza
si no somos capaces de encontrar la salida al laberinto. En este sentido, la
juventud, la búsqueda de la felicidad, los recuerdos y el amor son las excusas que
Fanny necesita para llegar a su destino final: la poesía.
Fanny
Brawne, la amada del poeta británico John Keats —poco antes de su muerte—,
iniciará ese viaje iniciático a través de las huellas del tiempo, para de esa
forma, reencontrarse a sí misma y, de paso, llegar a donde intuye que se
encuentra el alma de un poeta que definió la poesía mediante el concepto de capacidad negativa: «esa posibilidad de
pérdida de la identidad real y de convivencia con el misterio». Fanny quiere
reencontrarse con él en las encrucijadas del tiempo y, de esa forma, volver a
pasear juntos de la mano bajo la sombra de los árboles del bosque de Hampstead.
Esa búsqueda en ayer, sin embargo, nos llevará a otro lugar, en el que
asistiremos al nacimiento de una nueva Fanny. En este sentido, igual que Byron,
Percy B. Shelley y el propio Keats, murieron siendo muy jóvenes y
explorando las entrañas del ser humano colándose por las grietas de la poesía —ese
arma en apariencia no dañina, pero que, como una daga, es capaz de atravesarnos
el corazón y partírnoslo en dos—, Fanny Brawne, al final de su vida, hará
lo mismo, pues cuando llegue a la orilla del lago que, definitivamente la
llevará al otro lado, será consciente de que los poemas sólo se entienden con
los sentidos. De ahí, que se pregunte una y otra vez: ¿hay vida después del
amor?
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