Ahora que, por fin, el grupo
murciano ha entrado en el top 5 de ventas con su nuevo trabajo, Viaje
iniciático, lo que demuestra que su valiente campaña de crowdfunding ha
sido todo un éxito, es más difícil expresar opiniones que no coinciden con esa
gran cantidad de seguidores que, cada vez más, les acompañan. Sin embargo, este
último disco de Second no despeja ninguna de las dudas que en algunos momentos
ya nos dejó su anterior Montaña rusa. Igual que un tobogán
que sube y baja, han colocado las once canciones de este disco para iluminar y
apagar las sensaciones que el mismo nos produce. No obstante, no es casualidad
que hayan elegido Primera vez como
primer single, lo que ya nos da una clara pista de por dónde quieren enfocar su
camino Los Cinco de Murcia, pues es un tema que continúa la estela de
la mayoría de canciones presentes en Montaña rusa. Esta canción, que
también abre el disco, es una clara concesión al ritmo alto y percutor de oscuridades
poco recomendables de los numerosos festivales que ya existen, y que cada vez
más, se multiplican por toda la geografía española. Con ello, Second
se aleja del tipo de asistentes a sus conciertos que disfrutaban de sonidos
cercanos a los grandes grupos ingleses de los ochenta como The Smith, The Cure, Depeche Mode
o New Order. La apuesta actual es otra y, en ocasiones se parece más a
una turbia concatenación de sonidos a los que le falta mucho brillo. Second
alcanzó la perfección con el Lp que grabaron en directo, y al que llamaron 15,
como los años que en ese momento llevaban en el mundo de la música como banda,
y siguieron en ascenso hasta culminar su mejor canción con El eterno aspirante, inexplicablemente desterrada de todos sus
discos. Aquí, las sensaciones que eran capaces de producir eran grandes,
limpias y sobre todo, auténticas. Sean Frutos nos demostró que, aparte
de ser uno de los grandes cantantes de la música indie española, era un grandísimo
letrista, sin embargo, en los últimos tiempos uno siempre le ha visto sin chispa
(cansado) en los conciertos a los que ha asistido, y como letrista, en este Viaje
iniciático solo encadena, en la mayoría de las ocasiones, una
concatenación de viejas experiencias.
En este juego de claroscuros al
que nos invita Second, como si unos Caravaggio de la música se trataran,
enseguida advertimos la intencionada alternancia de las canciones; una
disposición con la que parece que quieren contentar a todos, pero sin
conseguirlo. Sin duda, el corte número dos del disco es el mejor de todo el
álbum, Nivel inexperto es una clara
reconciliación con los grandes temas del grupo, pues las guitarras son limpias,
la melodía es certera y las sensaciones suben y suben a medida que avanza la canción
hasta alcanzar un clímax perfecto, lo que nos congratula, pues afortunadamente comprobamos
que no se les ha olvidado hacer aquello que mejor saben a Los Cinco de Murcia; una
gran canción que, sin embargo, no es el símbolo de este disco. Lo único (corte número 4) sigue esa
estela donde las argumentaciones musicales del grupo murciano son más que
solventes, y en las que las imágenes que crea Sean Frutos son de nuevo
convincentes con destellos que nos hacen volar lejos, muy lejos. No obstante, para
llegar a una nueva zona de claros en el disco, nos tenemos que desplazar hasta
el corte número 7, Pueblo submarino, una
canción que, poco a poco, nos lleva hacia esos terrenos que tan bien manejan el
grupo murciano donde a la hora de descubrir matices a los ritmos que trabajan.
Un buen inicio que les sirve de presentación a una de las mejores canciones del
disco, situada en el corte 8, y titulado como Julia Ladouce, donde la historia de Julia es otro de los aciertos
narrativos de Second. Perfectas la letra y el ritmos sinuosos que impregnan
de grandes momentos a esta canción. Acertada por lo directa, y grande por lo
pulcra y bien ejecutada que está. Esta es una las mejores muestras de la gran
armonía musical que existe entre los componentes del grupo, pues todos ellos
están a gran nivel. Algo similar ocurre con Millones
de habitantes, otra magnífica canción que, esta vez, sí cierra el disco como
se merece el grupo murciano, pues las sensaciones son inmejorables y nos hacen
pensar que, a lo mejor, en próximas citas, tengamos más suerte en cuanto a la
orientación que toma la carrera de Second, que en su nueva etapa, nos
transiten un amargo juego de sonidos y colores llenos de claroscuros.
Ángel Silvelo Gabriel.
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