viernes, 3 de junio de 2011

CONCIERTO PRESENTACIÓN DE DAN MATHEWS EN LA SALA ORANGE DE MADRID: BAJO EL PUENTE DE LAS BUENAS VIBRACIONES MUSICALES.

Las buenas vibraciones musicales que la música de Dan Mathews te produce nada más ponerte a escucharla, ayer se dejaban traslucir en la sonrisa sincera y serena que tuvo durante todo el concierto. Cercanía en su verbo, sencillez en la puesta en escena, buen rollo general por parte de músicos y público, y sobre todo, buena música. Esos fueron los ingredientes que ayer pudimos observar encima del generoso escenario de una remozada y atractiva Sala Orange de Madrid. Dan Mathews se limitó, en este concierto, a presentarnos los temas de su Do it All, salvo una propina en formato acústico en el bis, lo que nos demuestra la seguridad de este músico medio inglés, medio español, que ayer sedujo sin ambages a los allí presentes, con un uniforme y directo rasguño de las cuerdas de sus guitarra, de las que Dan es capaz de extraer el alma de una música que sale del corazón. En nuestro país no estamos acostumbrados a saborear música de autor como la que Dan compone, porque en ella, busca las raíces del soul, el blues, el pop, o el rock californiano de los ochenta, a la que incluso le añade unos toques jazzies. Todo ello, en una mezcla de sonidos a los que hace propios, y que nos dan un resultado más que notable. Lo que nos lleva a plantearnos una vez más el mismo interrogante, ¿dónde está toda esa gente que presume de disfrutar con la música? Es una lástima que en esta ocasión, como en tantas otras, a lo largo de este año, los furiosos y fervorosos indies patrios, se concentren única y exclusivamente en la masificación de los Festivales para hacerse ver, cuando muy cerquita de sus casa tienen muestras de buena música sin aglomeraciones.

Under the Bridge fue el inicio de este idilio con la buena música, bajo un puente de ritmos tranquilos con claros toques del rock californiano más clásico, y que el punteo de un gran guitarrista como es Carlos Otero (¡qué gran descubrimiento!) convirtió a We Stay for a While en un ejemplo de los grandes ritmos sonoros de un medio tiempo intenso y preciso que contiene este primer trabajo de Dan Mathews. Un preludio de la liturgia sonora que adornó con unas gotitas de blues en Lopsided, donde al final del tema se produjo el primer reflejo a lo Twin Peaks (matiz profundamente americano más allá de David Lynch), donde ahora sí, la herrumbrosa voz de Dan nos mece los sueños musicales por primera vez, y le permite presentarnos el disco como: “el colofón de un viaje muy largo”, y que le sirve para tocar Do it All (tema homónimo del disco). Una canción, que se comporta como un homenaje a todos los músicos de su banda, que tras la guitarra acústica de Dan, se funden en un manto protector de ese tipo de country-rock que Dan Mathews tan bien interpreta, y que una vez más, su guitarra funde con Giving it to You, que se inicia con un potente bajo que se regenera en una melodía impulsiva de retazos clásicos, donde los recuerdos a tiempos pasados recalan en nuestros oídos.

Letting Go nos lleva hasta la potencia onírica del oeste americano y nos deja arrinconados en una cuneta a la espera que alguien llegue a recogernos. En esa tensa espera, las guitarras de Dan y Carlos, vienen a rescatarnos y nos invitan a subirnos en un viaje pleno de blues y folk, que de nuevo acaba en un eco de Twin Peaks. Con See the Lights, Dan aprovecha para dar las gracias a Manuel Colmenero (el productor del disco) y a los músicos que han intervenido en él (alguno de ellos estaban presentes en el concierto), y apenas sin apearnos de ese vehículo musical que ayer nos propuso Dan Mathews, seguimos inmersos en sonidos de ese rock californiano que deja las palmeras fuera del local de ensayo, para resurgir en los intensos medios tiempos apoyados por el pulso de Carlos Otero, que consiguen llevarnos a una luminosa senda repleta de de reflejos sonoros muy convincentes. What do I Really Want comienza con ese suave deslizamiento de los dedos de Dan por las cuerdas de su guitarra, incitando al público a que se arranque a cantar, hasta que en un impulso, el resto de la banda le sigue para exponernos el sonido más genuinamente comercial del disco, que para nada hace resentir la calidad de su música, y que Dan con el gesto de su cara, parece decirnos que estamos en lo cierto (que gran trabajo del Sr. Otero a la guitarra toda la noche), y que nos lleva al último tema de la noche, Call me Up, un atrayente blues rociado de una lluvia de sentimientos a cual más intenso, lo que eleva la música de Dan Mathews un palmo por encima del escenario.

El bis comienza con la balada In My Head en un formato acústico, con Dan y Carlos sobre el escenario, y donde la voz del anglo español, va subiendo de tono hasta culminar su escalada por encima de nuestros encantados sentidos, lo que nos lleva a la canción extra que también interpretan en formato acústico. Aquí, Dan pide la colaboración del público con un chasquido de los dedos, que se traduce en una secuencia emotiva, donde los músicos nos intentan inculcar el sentido el ritmo y el valor de las cosas sencillas, hasta llevarnos al final del concierto con Cut Your Ropes, que sin abandonar esos toques íntimos y cercanos, nos sumergen en otro de sus temas más pegadizos que se entremezclan y funden a la perfección entre los sonidos pop y rock más genuinamente americanos, lo que nos deja suspendidos bajo el puente de las buenas vibraciones musicales.


Crónica de Ángel Silvelo Gabriel

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