lunes, 14 de noviembre de 2016

POEMA, CASI NADA, QUE PAUL BOWLES ESCRIBIÓ EN 1975, Y QUE DEDICÓ A SU MUJER, JANE BOWLES, FALLECIDA EN MÁLAGA EL 4 DE MAYO DE 1973



Al principio había barro, y el sonido de la respiración,
Y nadie sabía dónde estábamos.
Cuando lo averiguamos, era demasiado tarde.
Nada puede ocurrir ya salvo como ha de ocurrir.
Y además, estaba solo y no importaba.
Sólo porque entonces nada podía importar. 


*** 


Creíamos que había otros caminos.
La oscuridad quedaba fuera.
Nosotros no somos eso, decíamos. No está en nosotros (…) 


*** 


Hubo un tiempo en que la vida era más alegre.
Bebíamos aún el agua del lago,
El cubo salía fresco
y fragante con el olor a agua profunda.
La canción se oía en todas partes aquel año, un absurdo estribillo:
Parece tanto tiempo, y no lo es.
Parecen tantos años,
y tal vez sea uno.
Cuando los árboles estaban allí me preocupaba que estuvieran allí,
y ahora han desaparecido.
Para salir tomamos la senda que rodea el pantano.
Cuando emprendimos el viaje de regreso la marea había subido.
Había otro camino pero quedaba muy arriba y era difícil llegar.
Así que esperamos aquí, y todo sigue igual. 


*** 


Había muchas cosas que quería decirte
antes de que te fueras, y ya nunca te las diré.
Aunque el sol inunda la terraza
formando las mismas sombras en los mismos sitios,
sólo lo veo yo, sólo yo oigo el viento
y es demasiado fuerte.
El mundo hierve de palabras. Perdóname…


Poema, Casi nada, de Paul Bowles.

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