sábado, 4 de septiembre de 2010

A SACO DE JOE ORTON: DISPARATADA Y EXTRAVAGANTEMENTE DIVERTIDA


La escena teatral una y otra vez nos sorprende con su capacidad para reponerse a los múltiples avatares económicos y artísticos a los que parece estar condenada. En esta ocasión, un polifacético Teatro Arenal, reconvertido en un espacio de multisalas teatrales, ha servido de cobijo a La Compañía para poner en pie el montaje de la obra de teatro Loot, del dramaturgo inglés Joe Orton, a la que ellos han rebautizado como A saco en la versión libre que han realizado.


Más allá de su apasionada y escabrosa existencia, Orton siempre se encontró a disgusto en la sociedad inglesa que le tocó vivir, y se rebeló contra ella viviendo libremente y sin tapujos y escribiendo. Comenzó llevando una azarosa vida homosexual plagada de amantes en los urinarios públicos (que nunca abandonó), y que se puede ver en la película titulada Ábrete de Orejas que Stephen Fears dirigió en el año 1987, basada en el Diario Íntimo de John Lahr, prologada por Luis Antonio de Villena en la edición española, y editada por Grijabo en 1988.
Pero no conforme con eso, su experiencia vital fue más allá cuando ingresó en la Royal Academy of Dramatic Art en noviembre de 1950, donde conoció a Kenneth Halliwell, que fue su amante durante muchos años, y asesino, cuando le mató a martillazos el 9 de agosto de 1967 a la edad de 34 años.
Orton inició su carrera literaria en el mundo de la novela, pero ante la falta de éxito, acabó abandonándola por el teatro cuando en el año 1961 escribió Head to Toe (De los Pies a la Cabeza, editorial Mondadori 1988). Loot es su quinta obra teatral, de la que escribió el primer borrador entre junio y octubre de 1964 y lo tituló Funeral Games (Juegos Fúnebres). Tras varios retoques, se estrenó en enero de 1965, pero después de su anterior éxito con Slone, a Loot no le acompañaron las buenas críticas, algo que sucedió en los sucesivos montajes a los que se vio expuesta la obra (como a otras tantas revisiones de los diálogos), no siendo hasta 1966 cuando dirigida por Braham Murray recibió mejores críticas.
Irreverrente y despiadado, vital y sarcástico. Así era el mundo tal y como lo entendía Orton, lo que de paso le sirvió a una nueva generación de jóvenes ingleses a mostrar su impostura ante la sociedad hipócrita que les había tocado vivir. Loot es un claro ejemplo de ello, donde en clave de farsa detectivesca se mezclan el sarcasmo ante la muerte, la espontaneidad de las relaciones homosexuales, la falsedad de las buenas costumbres, la corrupción policial y de la justicia, asi como la codicia incontrolada. Como puede verse, todos ellos son valores universales del ser humano que nunca dejan de estar de actualidad, lo que le dan una frescura a la obra que cabe tildar al menos de inquietante.
A Saco mezcla todos estos ingredientes para poner en escena una disparatada obra de teatro, que su director Juan José Afonso ha intentado colorear con los tintes de la sociedad española actual, para que así nos resulte más fácil introducirnos en la postura irreverente que Orton adoptó ante una sociedad que no le gustaba, y para ello, La Compañía se sirve de un tono disparatado y ameno, irónico y divertido, para proporcionarnos un montaje tan novedoso en el panorama del teatro español como diferente (lo que es de agradecer), y de paso, arrancarnos en ocasiones risas incontroladas en los sorprendidos y numerosos espectadores que asisten a la representación.
De entre todos los actores, cabe destacar la labor del detective Peláez interpretado por Miguel Hermoso, que a la vez es el responsable de la adaptación de la obra, y que como nota curiosa, cabe decir que es un personaje que en la versión inicial apenas tenía ocho renglones.
En definitiva, A Saco es una disparatada y extravagantemente divertida función de teatro, perfectamente llevada a escena por La Compañía.

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