Cameron Mesirow (Glasser) disfraza su música de sonidos étnicos a los que adorna con una voz limpia. Una voz que busca tanto un timbre vocal que sea capaz de llenarnos de ecos musicales nuestro recordatorio discográfico particular, como la pura evanescencia sonora a la que tiñe de un pop difuminado en una música new age en el sentido más instrumental. Su música se apoya en todo tipo de instrumentos para mostranos a donde quiere llegar, y se expande en cada final de canción con un eco sonoro con el que sembrar nuestro subconsciente, que de una forma automática vuelve a él con la esperanza de volver a encontrarlo. Su tema Home es un buen ejemplo de ello, y de sus ganas de llevarnos a visitar su particular casa de música.
Apply se postula también como un ejemplo de la capacidad vocal de Glasser, y una vez más, es su particular timbre de voz es el que predomina con facilidad a la hora de crear sonidos, como si de una caja de efectos especiales se tratase, y que determina un camino cuyo final no es otro que el de los sueños más especiales y excéntricos. Esta neoyorquina afincada en Londres, no se resigna a pasar desapercibida en la farándula de la cultural musical actual, pero en vez de hacerlo de una forma exagerada en sus formas, ha elegido el difícil camino de los contenidos. Para ello, ha confeccionado los nueve temas que conforman este Ring, su primer larga duración, y que funciona como una campana acústica que nos avisa de sus dotes nada corrientes para crear bellas imágenes sonoras cargadas de anhelos místicos y esperituales. Unos anhelos que no se conforman con alimentar nuestros oídos, sino que quieren llegar a lo más profundo de nuestras entrañas.
Glasser y su Ring son pura evanescencia sonora. Un rara avis que no se quiere parar a la puerta de nuestra piel, sino que necesita pasar más adentro. La libertad de elección, es la que cada uno tiene decidiendo hasta dónde la va a dejar pasar.
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