Lo que más llama la atención de este Nuevo Mundo es el crisol de sonidos que lo componen, y donde los hermanos Muñoz (Rodolfo y Gustavo) han dado lo mejor de sí mismos en la difícil búsqueda de encontrar su propia identidad musical en el complicado universo sonoro de la industria musical española, donde salen nuevos grupos con ganas de dar guerra en cada esquina.
La propuesta de Los Pedales, así se hacen llamar, está cargada de sonidos pop clásicos en sus dos primeros temas La Máquina del Tiempo y Razones Comunes (que podría funcionar como canción de presentación), para ir adentrándose poco a poco en intenciones musicales más próximas a las que atesoran los nuevos clásicos cantautores españoles, y así, en Te Gusta Gustar (donde hay un gran protagonismo de un órgano Hammond) nos recuerdan a Pereza, para en el siguiente tema Dirección Sur ir en búsqueda de algunas de las composiciones del mejor Quique González, para atravesar la frontera de Río Grande en Desorden con guitarras acústicas al hombro que se hacen con el poder y copan la canción de sonidos casi folkies con una letra a la podríamos de tildar como de denuncia (algo muy difícil de encontrar en el mundo sonoro del indie español): “gentes que vienen y gentes que van, fantoches que marcan las líneas del bien y del mal”, y en donde las manos de Julián Maeso en las teclas del órgano Hammond tienen un gran protagonismo.
Con Señorita vuelven a la senda del pop sin grandes estridencias que nos proclaman Los Pedales para hacernos notar que son letristas y músicos a partes iguales, con sus propios principios, que intentan mostrarnos envueltos entre guitarras aderezadas de dulzura. Días de Sol es un nuevo tema que intenta buscar entre los sonidos más cercanos a Pereza pero con su propia versión de los hechos que sale en busca de Las Noticias, que nos recuerda en su concepción a cualquiera de los grandes clásicos del indie nacional, lo que nos invita a pensar en las grandes posibilidades que poseen Rodolfo y Gustavo Muñoz en su búsqueda de un lugar en el mercado musical español, pues este tema entra poco a poco y sin avisar como lo hacen las grandes composiciones, y en su aparente fragilidad acapara grandes dosis de calidad (sin duda el mejor tema del disco). Desde aquí, Los Pedales se van hasta un suave rock’n’roll como es Me vendiste (la moto) como una muestra de su versatilidad compositiva y sonora. Con Cuentacuentos, una balada de claras reminiscencias sureñas, a la que acompañan de armónica y guitarra acústica, los hermanos Muñoz se despiden hasta la próxima, con la clara intención de decirnos que en el crisol de sonidos que es su Nuevo Mundo, lo que hacen es mostrarnos sus identidades musicales con las que encontrar un lugar en nuestros corazones.
La propuesta de Los Pedales, así se hacen llamar, está cargada de sonidos pop clásicos en sus dos primeros temas La Máquina del Tiempo y Razones Comunes (que podría funcionar como canción de presentación), para ir adentrándose poco a poco en intenciones musicales más próximas a las que atesoran los nuevos clásicos cantautores españoles, y así, en Te Gusta Gustar (donde hay un gran protagonismo de un órgano Hammond) nos recuerdan a Pereza, para en el siguiente tema Dirección Sur ir en búsqueda de algunas de las composiciones del mejor Quique González, para atravesar la frontera de Río Grande en Desorden con guitarras acústicas al hombro que se hacen con el poder y copan la canción de sonidos casi folkies con una letra a la podríamos de tildar como de denuncia (algo muy difícil de encontrar en el mundo sonoro del indie español): “gentes que vienen y gentes que van, fantoches que marcan las líneas del bien y del mal”, y en donde las manos de Julián Maeso en las teclas del órgano Hammond tienen un gran protagonismo.
Con Señorita vuelven a la senda del pop sin grandes estridencias que nos proclaman Los Pedales para hacernos notar que son letristas y músicos a partes iguales, con sus propios principios, que intentan mostrarnos envueltos entre guitarras aderezadas de dulzura. Días de Sol es un nuevo tema que intenta buscar entre los sonidos más cercanos a Pereza pero con su propia versión de los hechos que sale en busca de Las Noticias, que nos recuerda en su concepción a cualquiera de los grandes clásicos del indie nacional, lo que nos invita a pensar en las grandes posibilidades que poseen Rodolfo y Gustavo Muñoz en su búsqueda de un lugar en el mercado musical español, pues este tema entra poco a poco y sin avisar como lo hacen las grandes composiciones, y en su aparente fragilidad acapara grandes dosis de calidad (sin duda el mejor tema del disco). Desde aquí, Los Pedales se van hasta un suave rock’n’roll como es Me vendiste (la moto) como una muestra de su versatilidad compositiva y sonora. Con Cuentacuentos, una balada de claras reminiscencias sureñas, a la que acompañan de armónica y guitarra acústica, los hermanos Muñoz se despiden hasta la próxima, con la clara intención de decirnos que en el crisol de sonidos que es su Nuevo Mundo, lo que hacen es mostrarnos sus identidades musicales con las que encontrar un lugar en nuestros corazones.
Reseña de Ángel Silvelo Gabriel
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