CYAN prosigue la buena racha que les ha acompañado durante todo este 2.013. Su gira, sigue sumando actuaciones memorables, como la ofrecida el pasado fin de semana en Valladolid ante 6.000 personas en el Festival Intro Music.
Ahora, la gira de "Delapso" llega a Barcelona (29, Noviembre - Sala Apolo La[2]) tras un largo año de conciertos en los que el grupo ha consolidado en directo el mejor disco de su carrera.
No te pierdas uno de los directos más honestos y salvajes del panorama musical español.
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CYAN, DELAPSO: DIEZ CANCIONES QUE
CONFORMAN UN DISCO PARA EL RECUERDO
Cada nota de Delapso está
concebida y ejecutada bajo el signo de la irracionalidad más universalmente
demoledora, la del ímpetu del corazón. Intensos, profundos y rabiosamente inconformistas,
así se muestran Cyan en esta nueva entrega que, bajo el nombre de Delapso, nos
presentan diez canciones para el recuerdo, y no sólo eso, porque sus
proposiciones contienen un leitmotiv tan claro como contundente: el poder de la
revolución contra lo impuesto. Sí, estamos ante diez canciones cuyo arrebato
compositivo y musical nos atrapa y nos arrolla hasta trasladarnos a un terreno
de aguas turbulentas; pero qué mejor que una propuesta de canciones
emocionalmente demoledoras para los tiempos difíciles y de cambio que estamos
viviendo, que como su música, nos hacen reflexionar y enarbolar el estandarte
de la furia y la fuerza de los objetivos imposibles. Cyan ha transformado la
rabia incontenida de sus ideas en una suerte de banda sonora que despliega sus
dotes musicales como un manto infinito sobre nuestros sentidos hasta cubrirlos
de una forma perfecta. Asistimos al nacimiento de unos nuevos Cyan que, sin
abandonar nunca su esencia, han poblado Delapso de tiempos más intensos y
oscuros; unos tiempos donde las guitarras nos descubren todo una amalgama de
matices atemporales y que son la pura esencia de una música que está concebida
para permanecer largo tiempo en esa vida paralela a la real, esa que se compone
de pequeñas y grandes dosis de entusiasmo y magia como sólo las canciones de
Delapso nos saben proporcionar. Además, Javi Fernández alcanza una madurez
compositiva digna de mención, con unas letras contemporáneas y a la vez atemporales
que nos describen la esencia del ser humano con mucho acierto y nitidez; una
claridad a la que se suman Gorka Dresbaj, Jordi Navarro y Sebastián Lomongi para
conformar el armazón perfecto de lo que a buen seguro va a ser uno de los
discos del año 2013, pues por mucho tiempo que quede para llegar al final del
mismo, muy pocos grupos serán los que alcancen el nivel que Cyan despliega en
este memorable Delapso.
El disco se abre con el corte
titulado Ballet mental, un tema puente entre su anterior disco Historias para
no romperse y el actual, pero en el que ya podemos percibir ese matiz
explorador de nuevas sensaciones musicales más oscuras, donde la voz de Javier
Fernández se convierte en un poderoso signo de identidad. Un colectivo de raro
propósito es el tema elegido como primer single de Delapso; un tema que desde
las primeras notas se comporta como el anuncio del génesis, donde las guitarras
y el bajo iniciales, ya nos trasladan a los nuevos territorios musicales que
Cyan nos proponen con una firmeza demoledora; Un colectivo de raro propósito es
una secuencia sonora repleta de buenas y arrebatadoras sensaciones que tiene
muchas papeletas para convertirse en uno de los himnos del grupo. Del puro
arrebato de Un colectivo de raro propósito pasamos a Aquitania, un grito
existencial demoledor al que Cyan acompañan de una banda sonora que lo llena
todo: “de aquí nace la fuerza/ que
derrite los castillos de arena/… la marea está subiendo para cubrir los huecos/
que han dejado los pedazos de tus sueños rotos”. Después de escuchar esta
letra, parece que no podemos esperar más, pero estamos equivocados, porque sin
apenas un lapso de tiempo comienza a sonar Sólo es una herida, que es ese tipo
de canciones que entran al fondo del corazón en la primera escucha y que muy
bien podría convertirse en un próximo single, porque a nada que uno se deje
llevar es “el emblema de su buena suerte”.
Una gran canción que nos recuerda a los mejores Coldplay como signo de
identidad de la mejor versión de la música hecha desde las entrañas. Philippe
Petit es el punto intermedio del disco, que sin embargo no es el punto y aparte
de nada, sino un punto y seguido más contenido pero igual de intenso, y en
donde una vez más, volvemos a reencontrarnos con esa voz personalísima de Javi
Fernández que vuelve a ser la mayor protagonista de la canción: “el crimen artístico del siglo/…
/enfrentándose al orden aéreo/ amenazando a lo imposible a mil trescientos pies
de altura/ con la elegancia de una bailarina rusa en quinta posición”.
Belva es puro coraje. Una canción
plagada de aguerridas guitarras que desembocan en mareas de sueños mayúsculos
que acaban en espejos rotos. Esa tenue grieta que se abre en Cyan no se frena
con Síndrome de París, un nuevo regalo para los sentidos, pues transita entre
la melancolía y la búsqueda de alternativas más allá del sol del Mediterráneo,
todo un ensayo de vida que nos devuelve a la necesidad de volver en Enfilando
la hoguera que, junto a las dos canciones anteriores, podríamos decir que
conforman un conjunto temático de arreglos intensos bajo el prisma de las notas
más oscuras de Delapso, y que no por ello, reducen la sensación de una madurez
plena que nos llevan a otras épocas musicales donde las propuestas eran
netamente más arriesgadas y alternativas. Todo un universo sonoro poderoso y
genial en el que caemos rendidos sin necesidad de que nadie nos obligue a ello.
El puente suspendido es otra muestra de sonidos envolventes y brillantes que
nos hacen viajar hacia lugares profundamente líricos y que son la mejor tarjeta
de presentación de otra de las joyas que contiene este Delapso. Frovocador es
la típica canción plena de energía y argumentos que, como una tormenta perfecta, nos envuelve en un
bucle que en ocasiones nos lleva a Second, pero que sin duda tiene una voz
propia que pone la atención en esas falsas percepciones que nos arrollan en
nuestra vida diaria convertida en un mapa sobre el que buscamos referencias a
partir de las cuales poder construir referencias.
Delapso en sin duda eso, un mapa
lleno de interrogantes, denuncias y referencias sobre el que volcar toda una
vida, toda una experiencia vital que al menos nos permita decir que mereció la
pena intentarlo.
Reseña de Ángel Silvelo Gabriel
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